Filmus se reunió con el sector productivo del sistema espacial nacional en Córdoba
El encuentro, organizado por la CONAE, reunió a más de veinte instituciones y empresas público y privadas del sector aeroespacial con el fin de hacer una puesta en común de los proyectos actuales y a futuro.
En la provincia de Córdoba, en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, tuvo lugar el primer encuentro del sector productivo del sistema espacial argentino, organizado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, viajó a la provincia para participar de la mesa de trabajo integrada por más de veinte instituciones y empresas públicas y privadas del sector que conforman el ecosistema espacial de Argentina. La reunión, que se extenderá hasta mañana, buscó potenciar el trabajo del sector y hacer una puesta en común de los proyectos llevados adelante por las partes en línea con el Plan Nacional Espacial. Recibió al ministro el director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, Raúl Kulichevsky.
Filmus abrió el encuentro contando las numerosas visitas a la provincia entre las que sobresalen el ensayo de motor clave para el lanzador Tronador II, y la visita oficial junto al titular de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos, Bill Nelson. En este sentido, el ministro señaló las consideraciones más importantes que dejó la misión Apolo en la década de los 60: “La inversión pública en el sector espacial iba a redundar en un desarrollo industrial pujante, la economía planteada en grandes misiones -retomando las ideas planteadas por la economista Mariana Mazzucato-, y el tema satelital como una política de estado de largo aliento”.
Y siguió: “Para nosotros, desde el MINCyT, es un eje central la política aeroespacial. Argentina tuvo una ventaja enorme en su momento, después la fue perdiendo y la recuperó a partir del desarrollo científico tecnológico que generó CONAE, VENG, INVAP, entre otros organismos públicos que encabezan este proyecto y la idea es que sea una política de estado. Nada en lo aeroespacial puede plantearse de un día para el otro. Estamos en un momento de transición y si no tiene continuidad estamos complicados. Hay dos elementos favorables que tenemos en estos últimos años. Uno es la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en donde Argentina había llegado al 0.37% del PBI en el año 2015, en 2019 cayó al 0.22 por desfinanciamiento, y que la ley plantea llegar al 1% en el año 2032. El año que viene el 0.39%, permitirá tener una mirada para toda la función en ciencia y tecnología. Consideramos muy importante la aprobación de otras leyes como la de Economía del Conocimiento, la de Promoción de la Industria del Software, y la de Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna y la Nanotecnología”, y expresó que “le dan fuerza al futuro”.
“Ahora tenemos una nueva ley que es el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 que plantea los diez objetivos de la Argentina para los próximos años. Toda la inversión será en estos diez grandes temas; uno de estos es el sector aeroespacial y van a estar los recursos. Estamos convencidos que es un sector no solo estratégico para la soberanía y el desarrollo científico tecnológico sino también para la transferencia para articular con el sector privado. Estamos orgullosos del trabajo de las empresas -CONAE, VENG- y falta invertir mucho más”, aseguró el ministro y recalcó respecto al primer encuentro “es muy buena esta iniciativa de reunirnos y qué complementariedades y estrategias podemos tener hacia el futuro. Tenemos que cambiar la matriz productiva de Argentina. Agregar más valor”.
Por su parte, Kulichevsky destacó que el sector espacial en la Argentina cuenta con madurez, debido a la envergadura de los proyectos que se llevaron adelante en las últimas décadas y a los que están hoy en marcha, desde los sectores público y privado, y subrayó que hacia adelante existen nuevas oportunidades y desafíos, por lo cual es necesario potenciar la sinergia entre todos los actores del ecosistema espacial nacional. “Sin duda hay un camino muy largo por recorrer”, dijo Kulichevsky, y señaló la necesidad de analizar en conjunto fortalezas, debilidades y vacancias del sector espacial. “Esta convocatoria tiene una lógica de trabajo de continuo, con el objetivo de fortalecer dos conceptos que estuvieron en el primer Plan Nacional Espacial y que siguen siendo absolutamente válidos”, afirmó. “El primero es que el Plan Nacional Espacial debe ser una oportunidad para el desarrollo tecnológico de la Argentina. En esto hemos trabajado en los últimos 30 años, fomentando el crecimiento de las empresas que están vinculadas a los proyectos de la CONAE. El segundo aspecto es la posibilidad de aprovechar las capacidades ya existentes en el sistema de ciencia y técnica en la Argentina para avanzar en nuevos proyectos”, sostuvo.
Además, aseguró: “El sector espacial en el mundo está viviendo una nueva era. Hoy más que nunca hay un contexto de crecimiento, con proyectos internacionales que son muy disruptivos. Desde la agencia espacial argentina queremos ser parte de este nuevo escenario junto a todo el ecosistema de instituciones y empresas del país, y fortalecer la articulación de los sectores público y privado”, dijo el titular de la CONAE.
La primera jornada del encuentro convocó a los 22 principales actores del área, con autoridades y representantes de Aeroterra, Arsat, Arsultra, Ascentio Technologies, Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), DTA, Epic Aerospace, Fábrica Argentina de Aviones (FADEA), Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), Imer Antennas, Innova Space, Intema, INVAP, Kohlenia, Lia Aerospace, Novo Space, Satellogic, SpaceSur, Tlon Space, Valthe y VENG. Se presentaron sus respectivas líneas de trabajo y compartieron mesas de debate e intercambio de ideas. Además tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones y laboratorios de la CONAE para conocer las capacidades de servicios tecnológicos disponibles, que las empresas pueden capitalizar para avanzar en iniciativas de trabajo conjunto.