Estudiantes de Chubut presentaron en Japón su proyecto sobre cambio climático
Durante la IV Cumbre Mundial del día del Tsunami para Estudiantes de Enseñanza de Nivel Secundario, que tuvo lugar el 10 y 11 de septiembre, en la isla japonesa de Hokkaido, cinco estudiantes y una docente del Centro de Educación Agrotécnica (CEA) ubicado en Cholila ─Chubut─ representaron a la Argentina.
La escuela participó de una convocatoria realizada por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, a través de la Dirección Nacional de Cooperación Internacional y la Embajada de Japón.
Junto con la docente Sandra Calderón, los estudiantes Antonella Ruiz Díaz, Karen Huenelaf, Agustín Caniulef, Karen Llancaqueo y Lucas Maripan expusieron ante el congreso los proyectos que llevan adelante en la escuela luego de las diversas crisis ambientales que atravesaron en la región. En estos proyectos, docentes y estudiantes actuaron de manera solidaria y colaborativa con otras instituciones.
"La institución plantea los contenidos pedagógicos anclados en la realidad socioeconómica y cultural de la región, para que lo aprendido sea útil en su vida laboral futura y les permita desarrollar emprendimientos productivos", aseguró su directora María Luisa Palmieri.
Junto con jóvenes de todo el mundo se reunieron en este evento para debatir e intercambiar saberes respecto a problemáticas ambientales. La Cumbre Mundial del día del Tsunami para Estudiantes de Enseñanza de Nivel Secundario es un espacio de encuentro que apunta a la concientización de alumnos de más de 40 países acerca de los efectos y riesgos de los desastres naturales que acechan al planeta.
A su regreso del viaje los estudiantes fueron recibidos por las autoridades en el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación: el Secretario de Gestión Educativa, Oscar Ghillione, y el Director de Cooperación Internacional, Francisco Miguens.
Las voces de los y las jóvenes
Antonella Ruiz Díaz, de 17 años, sintetizó la tarea que se hizo durante el evento en torno a la prevención y la concientización, básicamente “informarnos, tomar conceptos y palabras clave para transformarlas según las necesidades que atraviese nuestro país, ya sea un desastre natural, un problema social u otra cosa.” La joven rescató que durante el Congreso se les brindó las herramientas para poder trabajar en la comunidad y reflexionó acerca de la importancia de ser conscientes de que “en cualquier momento nos pueden pasar desastres naturales, entonces hay que estar preparados para poder enfrentarlos, pero no para salvarme yo, sino para salvarnos colectivamente, toda la comunidad”.
Sobre la cultura japonesa la estudiante se maravilló con el recibimiento que tuvieron, “en cada lugar donde íbamos nos esperaban nuestros pares con la mejor sonrisa, con lo mejor de ellos, nos prepararon cosas hechas con sus propias manos para darnos la bienvenida”. Y resaltó que fue su primera experiencia de hablar con extranjeros, rompiendo la barrera de la lengua.
Agustín Caniulef, de Cushamen, con 16 años, señaló “en la cumbre formamos el grupo K (junto con Palaos,Tailandia y 6 escuelas de Japón), trabajamos sobre los desastres naturales, como los Tsunamis, y qué soluciones se pueden generar frente a ello,” y agregó “allí pudimos exponer nuestra presentación.”
El estudiante contó las cosas que más disfrutó de esta experiencia: “compartir junto a mis compañeros y con gente nueva con ganas de colaborar, de pensar de imaginar” y destacó la costumbre japonesa del respeto y colaboración.
Acerca del CEA y sus proyectos
El CEA, perteneciente a la Fundación Cruzada Patagónica, es una escuela social gratuita ubicada en el Valle de Cholila destinada a jóvenes del campo de las zonas rurales aledañas. Desde 2008 brinda una Tecnicatura de nivel Secundario en Producción Agropecuaria.
Uno de los proyectos surgió a partir de la erupción del volcán chileno Puyehue a fines de 2011, que afectó localidades cercanas a la escuela. Ante la necesidad de una familia de un alumno del paraje Fofocahuel, un grupo de estudiantes, en convenio con el INTA, instalaron una bomba de soga para facilitar el acceso al agua. Esta acción dio inicio a un proyecto de generadores eólicos para habitantes de zonas rurales sin energía eléctrica.
El otro proyecto tiene que ver con acciones de reforestación de árboles nativos en zonas cerca del lago Cholila afectadas por un incendio en el año 2015, realizadas junto con una ONG.