Presidencia de la Nación

Escuadrón I C-130 Hercules: Un pilar fundamental para la aviación militar Argentina

La I Brigada Aérea, ubicada en El Palomar, continúa incrementando su capacidad operativa con la incorporación del quinto Hercules modernizado para seguir operando con eficiencia en la Antártida realizando navegaciones tácticas, búsqueda y salvamento, lanzamiento de tropas y de carga y, reabastecimiento en vuelo

El Escuadrón I C-130 Hercules, perteneciente al Grupo I de Transporte Aéreo de la I Brigada Aérea de El Palomar, posee el sistema de armas C-130 Hercules, aeronave de transporte táctico mediano propulsado por cuatro motores turbohélice. Estas aeronaves son fundamentales para el cruce entre el territorio argentino (Río Gallegos o Ushuaia) y la Antártida (Base Marambio y, en forma complementaria, Base chilena Frei) realizando también el transporte de carga y de personal; navegaciones tácticas; búsqueda y salvamento; lanzamiento de tropas y reabastecimiento en vuelo.

La Campaña Antártica de Verano (CAV) 2022/2023 que se está llevando a cabo, se encuentra bajo control operacional del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y su objetivo es realizar todas las acciones de abastecimiento de las bases argentinas y el apoyo logístico a las actividades científicas que desarrolla el país en la Antártida. Es en este marco, que cuando surge un requerimiento del COCOANTAR al Departamento Operaciones del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Fuerza Aérea Argentina, el Escuadrón I C-130 Hércules dependiente de la I Brigada Aérea se alista para cumplir con la misión asignada por la conducción superior.

Todos los vuelos se planifican de la misma manera, ya sea traslado de personal o de carga y  evacuación. En una entrevista exclusiva con el mayor Pablo Alejandro Andino, comandante antártico nos relata que: “El Escuadrón analiza el requerimiento analizando si se dispone de la aeronave, tripulación en cuanto a la cantidad de personal habilitado para hacerlo y las condiciones operativas para llevar la misión a cabo: que la pista esté operativa, que la carga se pueda llevar, ya que puede surgir que sea una carga que no entre en el avión y si se puede trasladar por aire. Antes de realizar el vuelo se verifican todas las posibilidades de llevarlo a cabo tal día, con tal carga y si el lugar de destino tiene las condiciones meteorológicas adecuadas, como por ejemplo la visibilidad, el techo de nubes, la intensidad del viento, si la pista tiene hielo, nieve, etc.” y resalta que “es un desafío importante, es una de las actividades más riesgosas de la Institución en tiempos de paz. La meteorología de Marambio es cambiante, el medio es agresivo para la vida humana y hay momentos en los que directamente no se puede operar”.

Para volar hacia un territorio hostil, los pilotos se capacitan. Luego, los que llegan con la experiencia operacional necesaria se preparan en lo que refiere a tránsito aéreo, comunicaciones, y meteorología antártica. En definitiva, son varios aspectos los que terminan de formar a los comandantes antárticos que estarán a cargo de las operaciones en el Continente Blanco.

Escuadrón 1 C-130 Hercules

Luego de la autorización del vuelo se inician distintas tareas que optimizaran la misión a cumplir. “El Escuadrón I C-130 es el encargado de armar la tripulación, compuesta por dos comandantes de vuelo, uno de ellos es antártico (habilitado para aterrizar y despegar desde las Bases Antárticas), y el segundo piloto con estos vuelos va adquiriendo experiencia para la habilitación como comandante antártico; dos copilotos; dos o tres navegadores; normalmente hay un instructor; un navegador de etapa 3 y un alumno para que vaya tomando práctica. Se aprovechan estos vuelos para realizar instrucción. También está conformada por dos o tres mecánicos de vuelo, dos, tres o hasta cuatro operadores de carga según el volumen de la carga y personal de apoyo técnico” declara el piloto y agrega “muchos de los vuelos que se realizan llevan meteorólogos para que hagan el apoyo meteorológico. Son alrededor de 15 personas en la tripulación y todos con un rol especifico, siempre dependiendo del tipo de vuelo que se haga y el tipo de configuración que tenga la aeronave.”

“El día del vuelo, los mecánicos y los auxiliares de carga se juntan en el avión dos horas antes del despegue: los mecánicos chequean la parte técnica, los operadores de carga, la carga a trasladar. Los pilotos y los navegadores se juntan en Meteorología para verificar cómo va estar la Meteorología en general. Una hora antes se junta toda la tripulación en el avión y se hace un briefing de la tarea a cumplir. Luego se dan las novedades del chequeo realizado y si todo esta optimo, se inicia el vuelo con las coordinaciones establecidas por el comandante” expresa Andino

El gigante del aire, el C-130 Hercules despega de la plataforma de la I Brigada Aérea para emprender el viaje con destino final al Continente Blanco. Haciendo escala en Río Gallegos o Ushuaia, parada obligada para la carga de combustible, además de la carga/descarga de material en tránsito, sin dejar de verificar las condiciones meteorológicas aptas para el cruce a la Base Marambio, las frecuencias se establecen de acuerdo a las necesidades operativas y logísticas.

El sistema de armas C-130 Hercules es fundamental para sostener la presencia de Argentina en su territorio antártico porque ante cualquier eventualidad la aeronave emprende su vuelo hacia Marambio con un vuelo de tres horas y media desde Río Gallegos. “Muchas veces despegamos con un pronóstico de buen clima y la aeronave aterriza en la pista conformada por una mezcla congelada de tierra, hielo y piedra característica de la Antártida. También sucede que a mitad de camino nos informan que el clima cambió y que una niebla espesa cubre la cima de la isla; eso entra en los riesgos calculados, porque siempre despegamos con combustible suficiente para llegar, orbitar media hora esperando que el tiempo mejore, ya que la meteorología de la Antártida es cambiante, y puede ser que las condiciones al momento del arribo no sean adecuadas y tengamos que volver a continente” expone el comandante antártico.

“La misión concluye cuando el avión aterriza nuevamente en la I Bridada Aérea, es en ese momento que la tripulación puede sentir que ha cumplido con el objetivo propuesto. Ya en tierra con los motores apagándose se sabe que hemos llegado a casa con la gran satisfacción de haber honrado el lema distintivo del Escuadrón ´Podemos para que otros puedan´” concluye el mayor Andino.

Créditos: Nota: PC Laura Artuso
Scroll hacia arriba