Erika Roffler: “Entendemos al Ministerio en clave de política pública”
La secretaria de Articulación de Política Social dialogó sobre los ejes centrales de su gestión. Entre ellos destacó la anticipación frente a la emergencia, el acompañamiento para mitigar riesgos y daños y el fortalecimiento de los actores territoriales.
Erika Roffler es licenciada en Ciencia Política, con una extensa trayectoria en gestión y en el análisis de la situación social que vive la Argentina. Llegó al equipo del ministro Daniel Arroyo como titular de la Jefatura de Gabinete del Ministerio de Desarrollo Social, y hoy también ocupa uno de los espacios estratégicos para la articulación de las políticas en el territorio como para la coordinación de los diferentes estamentos ministeriales, al frente de la Secretaría de Articulación de Política Social.
1-¿Cuáles son los principales desafíos de la Secretaría de Articulación de Política Social?
-Esta es una secretaría histórica del Ministerio, que tiene como objetivo la asistencia en el marco de la política social. Nosotros identificamos tres grandes ejes: uno es poder anticiparnos frente a la emergencia; otro es acompañar para mitigar riesgos, daños, situaciones de vulneración de derechos muy estructurales, que todos los días nuestros equipos ven en el territorio; y el tercero, es fortalecer capacidades. Mi gran desafío personal y profesional en esta secretaría es no sólo poder anticiparme y acompañar situaciones concretas, que son de mucho dolor y sufrimiento, sino además fortalecer a todos los actores presentes en el territorio. Ese es el gran salto que hay que dar en una Secretaría de Articulación. Esas son las tres líneas que estructuran los programas y la política.
2- Desde su mirada particular, ¿cómo entiende que debe ser el rol de la Secretaría?
-Yo la entiendo como una secretaría de interacción para poner en valor las articulaciones con las distintas secretarías, entendiendo al Ministerio en clave de política pública que restituye y promueve derechos. Todas las secretarías aportan a esta mirada y en ese sentido venimos estructurando los distintos planes. Los más reconocidos en términos comunicacionales han sido quizás el Plan Argentina Contra el Hambre y la prestación de la Tarjeta Alimentar. Estas iniciativas se llevan adelante desde la Secretaría de Inclusión, pero tienen un componente muy importante de asistencia crítica que se trabaja desde nuestra secretaría. Además, el Plan Argentina contra el Hambre tiene un componente vinculado a la comercialización de alimentos y a la economía popular. Por eso, cuando pienso esta secretaría, lo hago siempre en clave de lo que con el ministro Daniel Arroyo entendemos como grandes ejes de políticas y planes que van a estructurar la política social.
3- ¿Cómo afecta la situación actual de pandemia a este desarrollo de políticas públicas?
-Es una situación crítica. La pandemia pone a esta secretaría a pensar la asistencia en términos particulares, que supone una dimensión distinta a la que históricamente se ha desarrollado. No es la asistencia social solamente ni frente a una emergencia climática, sino que es una estrategia de asistencia diferente vinculada a una emergencia socio-sanitaria sin precedentes en la Argentina y en el mundo. En esto tenemos un desafío muy importante. Nos obliga a repensar nuestra propia planificación del Ministerio y replantearnos la idea del para qué vinimos. Cuando asumimos encontramos una situación muy crítica en términos sociales, pero también era crítica hacia dentro del Ministerio si tenemos en cuenta cómo encontramos la cuestión institucional y la cuestión presupuestaria. Todo eso forma parte de un diagnóstico que suma la complejidad del afuera a la urgencia de reconstruir el Ministerio de cara al futuro.
4-¿Cómo evalúa el trabajo de articulación con el resto de los ministerios en el marco de la pandemia?
-Venimos trabajando en una mesa con el Ministerio de Salud de la Nación y con otros ministerios. El Estado está haciendo un esfuerzo inédito también en términos de coordinación. Esa coordinación no es sólo horizontal con Salud, Desarrollo Social, Defensa y Seguridad con un rol significativo de Jefatura de Gabinete, sino que también hay un esfuerzo muy importante para construir en dos meses una política pública articulada. Esto exigió construir en la emergencia sin tener como base un diagnóstico preciso, porque apenas llegábamos a la gestión y por la magnitud de la crisis agravada por la pandemia. En ese contexto de muchas complejidades tuvimos que reconfigurar y adaptar las prestaciones tradicionales del Ministerio. También hemos avanzado mucho en la coordinación con las provincias y con las organizaciones sociales a las que reconocemos como un actor central de nuestra estrategia de intervención.
5- Uno de los ejes centrales de las políticas del Ministerio es la lucha contra el hambre. ¿Cómo evalúa el desarrollo del programa?
-Lo que se escucha en el territorio es que la prestación es claramente necesaria, que ha venido a acompañar y sostener mejores consumos familiares. Así está pensada. Un dato que surgió en los últimos días en los municipios del Conurbano es que cuando se paga el refuerzo de la tarjeta baja la demanda de alimentos secos. Es un dato clave. Entendemos que la tarjeta como prestación mejora la calidad de la alimentación de las familias, sobre todo para aquellas que tienen chicos en primera infancia, una población clave para nosotros. Es ahí donde debemos fortalecer políticas porque es el período de la vida más crucial en términos de desarrollo infantil y donde se sientan las bases para el futuro. Además, el programa está pensado también con eje en el desarrollo local. Esos ingresos van al territorio y permiten a los comerciantes mover su economía. Tenemos una estrategia apuntada a fortalecer las ferias y los espacios de comercialización. El horizonte es pensar siempre las políticas públicas en el cruce de distintos ejes. Claramente, el Plan Argentina Contra el Hambre y la tarjeta Alimentar cruzan el eje de desarrollo con el de asistencia a las familias, en particular, con el eje en la primera infancia.
6- ¿Qué hace y qué propone el Ministerio para comenzar a construir alternativas más allá de la emergencia?
-Desde el Estado, aún en la emergencia, también tenemos la responsabilidad de pensar en el futuro y generar posibilidades para superar las situaciones de vulneración. Por eso con el Banco de Maquinarias, Herramientas y Materiales para la Emergencia Social buscamos generar una fuente de ingresos genuinos y mitigar los factores de riesgo y exclusión que provoca la emergencia social. Además, estamos ejecutando el programa Potenciar Trabajo, que busca incorporar a la población que tiene vulnerados sus derechos, mediante la promoción y el fortalecimiento de iniciativas productivas, de desarrollo socio-laboral y socio-comunitario. Una de las fortalezas de ambos programas es que se trabaja de manera articulada y coordinada con las provincias, los municipios y las organizaciones sociales y tienen un alto componente de asistencia técnica a través de las universidades y las propias organizaciones. Creemos que lo productivo, de manera individual o asociada, es un camino que permite mejorar la calidad de vida de las personas y de las familias.
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Mi gran desafío personal y profesional en esta secretaría es no sólo poder anticiparme y acompañar situaciones concretas, que son de mucho dolor y sufrimiento, sino además fortalecer a todos los actores presentes en el territorio.
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Erika Roffler