La Arq. Laura Maubecin, Delegada de la Comisión Nacional de Monumentos por la Provincia de Catamarca, participó en el Encuentro Nacional de Delegados 2019. Al igual que sus pares de todo el país, Maubecin compartió información, reflexiones y sugerencias en dos jornadas de intenso intercambio y debate en torno a nuestro Patrimonio.
CNM: -¿Qué tareas realizas como Delegada de la Comisión en Catamarca?
LM: -Las tareas que llevó a cabo son de gestión y asesoramiento técnico. La gestión sobre los bienes declarados ante Organismos gubernamentales y privados puede incluir recomendaciones sobre su cuidado e intervenciones, pedidos de información sobre bienes protegidos y postulaciones a declaratorias, entre otras acciones. En el caso de las tareas técnicas, consisten en informes sobre el estado de los monumentos, así como también recomendaciones para obras sobre los mismos.
CNM: -¿Qué bienes históricos se destacan en Catamarca? ¿Cuál es su historia?
LM: -Catamarca posee una interesante variedad patrimonial. El patrimonio arqueológico, por ejemplo, se encuentra representado por testimonios de importantes culturas prehispánicas que habitaron y habitan nuestro suelo: el Shinkal de Quimivil, el Pucará de Aconquija y Watungasta. Estos sitios, entre otros, nos hablan de la riqueza cultural de nuestro pueblo. La arquitectura en tierra es otro de nuestros grandes tesoros, característico de nuestra tierra, que se destaca especialmente en las Iglesias de San Pedro de Fiambalá, Nuestra Señora del Rosario de Hualfín, Nuestra Señora de Belén y Nuestra Señora del Rosario en Fray Mamerto Esquiú. También es de destacar la arquitectura de fines de Siglo XIX y principios de Siglo XX, como la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle y el Seminario Conciliar, entre otros ejemplos. Todo ello sin olvidar una de las joyas de nuestro Valle Central, la Iglesia de San Francisco, de Fray Luis Giorgi.

CNM: -¿Qué impresión te llevás del Día Nacional de los Delegados 2019?
LM: -La organización fue impecable, esta reunión en particular fue muy fructífera, tuvimos la oportunidad de intercambiar experiencias, problemáticas y proyectos.
CNM: -¿Cómo viviste el recorrido por la Confitería Del Molino?
LM: -La visita a la Confitería Del Molino fue muy interesante. Poder conocer el corazón de una obra que es un auténtico emblema de Buenos Aires, así como la mirada de los profesionales y técnicos que hoy trabajan en ella, resultó todo un privilegio. Me voy con la satisfacción de saber que no sólo se trabaja desde el aspecto puramente arquitectónico, si no que a ello se suma una historización del edificio, tanto como de sus protagonistas y hacedores, lo cual contribuye enormemente a conocer su importancia y aquello que lo hace parte de la vida de los porteños.
CNM: -¿Cuáles fueron las fortalezas y debilidades de las dos jornadas? ¿Qué destacás?
LM: -Como “fortalezas”, la comunicación fluida y directa entre los Delegados y la Comisión, así como también la posibilidad de iniciar una nueva etapa con la unión como principio. En cuanto a las “debilidades”, tal vez el poco tiempo, ya que el encuentro pasó muy rápido y nos quedamos con ganas de preguntar y debatir un poco más durante las exposiciones. También quiero destacar la apertura de toda la Comisión, las Áreas Técnica y Administrativa, que nos permitieron expresarnos y exponer nuestras preocupaciones con total libertad.
CNM: -¿Cuál es tu postura en torno al trabajo federal que la Comisión realiza por el Patrimonio?
LM: -Siempre que participo en una reunión de la Comisión Nacional de Monumentos me sorprende la extensión de nuestro país, la riqueza de su paisaje, historia, cultura... Porque puede parecer algo repetido, pero es tan maravilloso nuestro acervo que no deja de sorprender. Una riqueza que se refleja en los monumentos que nos representan como patria, desde Yavi hasta el Faro del Fin del Mundo. Nuestro trabajo es federal, como los lazos de argentinidad que nos unen de Norte a Sur. Es nuestra responsabilidad cuidar esta labor histórica y darla a conocer.