El miércoles 7 de agosto, en la Escuela Penitenciaria de la Nación, se realizó el acto de entrega de 3060 pistolas Bersa modelo TPR9 y TPRC destinadas a la actualización del equipamiento del personal del Servicio Penitenciario Federal en todo el país, enmarcadas en una adquisición de 10800 a distribuir entre todas las fuerzas federales.

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich presidió la ceremonia junto a la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, el Secretario de Coordinación Administrativa, Martin Siracusa, el Subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi y el Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Inspector General Lic. Fernando Martínez, acompañado por los titulares de las cuatro fuerzas de seguridad restantes.

Ante los presentes, la ministra Bullrich destacó que “el 16% de las armas de las fuerzas federales de seguridad tenían más de 40 años de uso”. “Es un llamado a la reflexión respecto de la falta de decisión de acompañar a una fuerza como el Servicio Penitenciario Federal, cuyas armas fueron cambiadas por última vez hace 45 años”, agregó.

En este sentido, la ministra destacó que para el SPF “es un recambio fundamental”, y que “se está reemplazando todo aquello que está obsoleto, y se logrará un plan que no será de stock sino de mejora continua”.

“Es una hazaña que tengamos armas que prestan servicio hace 45 años. Una hazaña que no nos puede volver a pasar. Hoy, las cinco fuerzas de seguridad llevan armamento de vanguardia para la tarea que tienen que realizar”, concluyó.

El principal objetivo de esta inversión, la mayor en las últimas cuatro décadas y media, es reemplazar progresivamente las armas de puño que emplean los agentes de la institución por otras más modernas y evolucionadas.

De esta manera, se prioriza seguridad de quienes ponen en riesgo su vida en cumplimiento del deber, dotándolos de mayor poder de fuego para responder ante situaciones de peligro.

La nueva tecnología, derivada del modelo Thunder, trae consigo una serie de especificaciones técnicas que cumplen con los estándares nacionales e internacionales para integrantes de fuerzas de seguridad.