Presidencia de la Nación

Encuesta Nacional de Consumos Culturales: datos para el debate y la reflexión en diferentes ámbitos

Desde la presentación de los primeros resultados de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales a fines de mayo de este año, el equipo de la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión del Ministerio de Cultura de la Nación participa de numerosos eventos en los que se comparte y discute información cultural, con el objetivo de poner a disposición los datos y aportar al debate y la reflexión. El próximo punto de encuentro será este 24 de junio a las 17 h en Berazategui.

Berazategui será el próximo punto de encuentro, el día 24 de junio a las 17 h, en el Encuentro de Productores Culturales que organiza el municipio. Allí se compartirán los datos de las principales tendencias y transformaciones con referentes de los diversos sectores de las industrias culturales.

Como antecedente de esta discusión se destaca el conversatorio realizado el 2 de junio en el MICA bajo la consigna Encuesta Nacional de Consumos Culturales: 10 años de transformaciones. Industrias culturales y consumo digital, que contó con la moderación de la Directora de Planificación y Seguimiento de Gestión, Julia Houllé, y los aportes de las/los especialistas Brenda Focás (UNSAM), Eugenia Mitchelstein (Universidad de San Andrés), y Julián Kopp (UBA). En esa oportunidad, ante una audiencia de periodistas y productores/as culturales, las/os especialistas conversaron acerca de cómo las diferentes coyunturas se reflejan en los hábitos y consumos culturales; qué implicancias tiene la “plataformización” para usuarios y productores/as; las formas que adopta el problema de la monetización de actividad cultural en el contexto digital; y los desafíos que enfrentan el Estado y otros actores sociales en este escenario, entre otros temas.

Eugenia Mitchelstein puso el foco en las y los jóvenes, y en cómo para ellos/as YouTube es un consumo universal (98%): "Ésta es una de las primeras transformaciones que observa de los últimos 10 años: de la universalidad de la tele (que se sostenía desde los años setenta) se pasa a la de plataformas. Si bien la TV si bien sigue siendo un consumo alto (91%), entre los jóvenes se observa una caída que nos habla de un cambio de paradigma. En el esquema actual conviven un modelo de negocios centrado en la publicidad (como es Youtube) y como secundario pero muy fuerte un modelo de suscripción vinculado a las plataformas (encontrándose Netflix en el primer lugar). Y pasamos de consumir una programación (broadcasting) pensada por alguien (quienes programan en cada canal) a una programación más marcada por el algoritmo y el consumo on demand. Sin embargo, es significativo que ahora Netflix ofrezca una opción en la que sugiere al usuario 'cualquier cosa', una suerte de remedo de la experiencia de sentarse a ver lo que la grilla televisiva ofrecía, ya sin pretensión customizadora. Algo similar ocurre con el consumo de noticias entre las y los jóvenes: la experiencia de leer el diario (su versión digital, pensada desde una redacción que planea un sumario) ya no es tan importante como la lectura de noticias sugeridas a través de las redes sociales (picoteo de noticias a la carta)".

Para Brenda Focás, "las redes sociales son 'el tema estrella' de la Encuesta (vivimos en internet, pero también en las redes), que como se realizó a fines de 2022, permite observar el resultado del proceso de aprendizaje de uso de plataformas y redes sociales por parte de los/as adultos/as mayores a raíz de la pandemia. La utilización frecuente de redes sociales ya no es una práctica exclusiva de las y los jóvenes, sino que se observa hasta entre adultos/as mayores (el 72% de las personas de 65 y más años usa wasap, 44% facebook y YouTube 42%). Por eso, puede decirse que la pandemia vino a acelerar un proceso que de cualquier manera se iba a terminar dando".

Por su parte, Julián Kopp destaca como dato central de la última edición de la ENCC que "el celular se consolidó como el dispositivo de juego más usado (ya no la computadora), que desde 2013 triplicó sus valores de uso para jugar (mientras que el juego en consolas no varió). Y aunque pueda pensarse que como ahora casi todo el mundo tiene celular, entonces mucha más gente debe jugar; lo cierto es que solo el 33% de la población juega videojuegos. Y sigue siendo un consumo ligado a sectores medios y altos, a personas jóvenes y a varones. Es una práctica muy masculinizada, probablemente debido a una desigualdad de acceso a los dispositivos, basado en fuertes prejuicios de género. La play sigue siendo un dominio masculino, y la industria colabora y refuerza esta mirada, que suele ser bastante repelente de las mujeres y las disidencias en general".

También se realizaron otros encuentros en el ámbito universitario: se presentó la Encuesta en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF-Caseros), en el marco de la materia "Diseño y Evaluación de Programas y Proyectos Culturales", a cargo de Romina Sánchez Salinas, y en el IDAES-UNSAM, por iniciativa de la Maestría en Sociología y Análisis Cultural que dirige Alejandro Dujovne. En este último caso se sumaron al panel, además del director de la Maestría y el Decano del IDAES Ariel Wilkis, Marina Moguillansky y Brenda Focás. Luego de la presentación de los resultados de la ENCC realizada por la Directora de Planificación y Seguimiento de Gestión Julia Houllé, se destacaron algunas lecturas regionales (como la asistencia a fiestas y festivales populares que representan el 60% de la población, y se destacan en el NEA las fiestas gastronómicas, en NOA los carnavales y fiestas religiosas, etcétera) y el acceso a libros.

Alejandro Dujovne comenzó refiriendo a cómo el formato papel sigue siendo el protagonista y el formato digital no tuvo la penetración que se pensaba tendría (al contrario, luego de la pandemia creció más todavía la incidencia del formato físico en todo el mundo) y también señaló que la presencia de libros en el hogar coincide con mayores porcentajes de lectura, lo que refuerza la importancia de las políticas públicas de distribución de libros y promoción de la lectura (como el programa del Ministerio de Cultura de la Nación, Libros y casas, por ejemplo). En este sentido, sostuvo que "en la Argentina tenemos un problema serio en cuanto al acceso a los libros por la distribución de librerías a lo largo del territorio y por ello son tan importantes las ferias del libro y las bibliotecas populares. Si bien las plataformas de e-commerce como Mercado Libre llevan libros a todos lados, la existencia de librerías es muy importante porque éstas no son meros vehículos de comercialización de libros sino espacios de dinamización cultural, como las bibliotecas".

Cabe señalar que la ENCC muestra que se achicaron las brechas entre nivel socioeconómico (NSE) alto y bajo en cuanto al nivel de lectura (baja en el NSE alto y sube en el NSE bajo). Puede contribuir el hecho de que en el momento de realización de la edición 2017 se habían discontinuado las políticas públicas de promoción de la lectura y la del 2022 se realiza en un contexto de reactivación de esas políticas públicas: Plan Nacional de Lectura, compra y distribución de libros, incremento de presupuesto de la CONABIP, etcétera.

Marina Moguillansky, por su parte, analizó los usos posibles de los datos de la ENCC por parte de la academia: "Por ejemplo el uso de redes y ver cómo los consumos culturales están atravesados por la extranjerización: qué y cuántos contenidos extranjeros o nacionales consumimos, las proporciones varían según el tipo de consumo (no es lo mismo el cine, que la música, el teatro, los recitales, o los libros)".

Scroll hacia arriba