En el Laboratorio Vegetal se realizan los análisis en el ajo que se exporta a Taiwán
Gracias a estas acciones, los ajos argentinos viajarán más 18 mil kilómetros para que lo alcance una población compuesta por más de 23 millones de personas.
Buenos Aires – El ajo es una planta originaria de Asia utilizada de diversas formas en la preparación de alimentos por su olor y sabor particular. Además, su consumo posee beneficios para la salud por sus propiedades antitóxicas, antihipertensivas, anticoagulantes y antirreumáticas.
Argentina es uno de los principales exportadores mundiales de ajo. Actualmente, se analizan ajos en el Laboratorio Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) con destino a Taiwán que provienen de la provincia de Mendoza, de las localidades de Guaymayén, Luján de Cuyo, San Martín y Maipú. Esta producción no solo se destaca por su calidad, sino por ser de alto interés social y económico, ya que ocupa mucha mano de obra tanto en el cultivo como en el empaque.
El país importador exige como requisito sanitario el análisis de dos plagas: el ácaro Rhizoglyphus echinopus, portador de bacterias y hongos que producen enfermedades; y el nematodo del suelo, Dytilinchus dipsaci que crea problemas muy importantes como crecimiento raquítico, hojas asimétricas y amarillamiento.
Para realizar el control de plagas, en el Departamento de Entomología y Acarología del Laboratorio Vegetal se aplican técnicas sencillas y efectivas. Se realiza una extracción por lavado que se hace en los bulbos de ajo fresco. Los bulbos son desarmados, pelados y dejados en agua jabonosa por cuatro horas con agua a una temperatura de 30 grados. Una vez cumplido ese tiempo son retirados y filtrados con unos papeles especiales para ser observados en lupa.
Posteriormente, son colectados los ejemplares de ácaros que se analizarán y se montan en preparados microscópicos donde se realizan estudios taxonómicos con equipo de microscopia. De esta forma, se determina taxonómicamente la presencia o no en los bulbos de la especie que solicita Taiwán.
Por medio de estas acciones se mantiene la calidad de los ajos argentinos manteniendo el estándar fitosanitario y fidelizando el mercado internacional de consumo taiwanés.