El satélite argentino de observación de la Tierra con radar de microondas SAOCOM 1B de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en el ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, fue lanzado el domingo 30 de agosto de 2020 con el lanzador Falcon 9 de la empresa SpaceX, desde Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos. Con su llegada a órbita junto al SAOCOM 1A, lanzado en 2018, se completó la primera constelación de satélites radar argentinos, desarrollados y construidos en el país, para beneficio de actividades socioeconómicas y cuidado del ambiente. Y se sumaron capacidades al Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE).

A un año de este hito, los y las profesionales de la CONAE recordaron cómo trabajaron en cada instancia de la Misión y, particularmente, durante la campaña de lanzamiento, atravesada por las condiciones que impuso la pandemia del COVID-19. Los testimonios fueron registrados en un cortometraje documental que hoy estrenamos para conmemorar el primer aniversario del lanzamiento del SAOCOM 1B.

Los primeros pasos en órbita
A comienzos de noviembre de 2020, una vez chequeado su estado general, se dieron a conocer las primeras imágenes tomadas por el SAOCOM 1B desde el espacio, sobre diferentes regiones de nuestro país. Las imágenes sorprendieron por la calidad y resolución obtenida, destacándose las escenas sobre la Península Valdés y el Lago Salinas Grandes, porque permitieron poner a prueba el Radar de Apertura Sintética (SAR) en banda L y su capacidad de detectar información debajo de la superficie del suelo y del agua. También se logró registrar el avance de la frontera agrícola sobre el monte nativo en la provincia de Salta, entre otros aspectos de interés. (link a la nota en la web: Primeras imágenes del SAOCOM 1B muestran la Argentina desde el Espacio)

La información generada se integra al Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), formado por los dos satélites SAOCOM argentinos, junto a cuatro satélites radar en banda X COSMO-SkyMed de la Agencia Espacial Italiana (ASI). La combinación de diferentes bandas de espectro electromagnético en las que trabajan los satélites argentinos e italianos (L y X, respectivamente) posibilitan la creación de novedosas aplicaciones.

“Podemos combinar la información radar de los dos satélites SAOCOM argentinos con la de cuatro satélites italianos COSMO SkyMed en diferentes bandas y generar productos únicos en el mundo. No hay ninguna otra constelación en el planeta que pueda producir y combinar el tipo de información que hoy tenemos en el SIASGE, a partir de la cooperación de la CONAE con ASI”, afirmó Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE.

Productos SIASGE
Danilo Dadamia, investigador responsable del área de Ciencia y Desarrollo en la Gerencia de Observación de la Tierra de la CONAE, adelantó que ya se logró desarrollar un producto que combina ambas bandas de los satélites argentinos e italianos. Utilizando una técnica que se denomina Wavelets, los ingenieros fusionaron dos imágenes -una en banda X de los satélites COSMO SkyMed y otra en banda L de los SAOCOM- y de ese modo generaron una nueva imagen que realza las características de ambas bandas, con mejor resolución espacial y mejor penetración.

Producto SIASGE sobre la ciudad de San Carlos de Bariloche, provincia de Río Negro, lograda mediante la fusión de una imagen SAOCOM-1A (StripMap en polarización VV) del 4 de octubre del 2019, y una imagen COSMO-Skymed (Hi-Image en polarización VV) del 31 de agosto del 2019, ambas imágenes tomadas en órbita descendente. Descripción: en colores oscuros se ven los cuerpos de agua de los lagos Nahuel Huapi y Gutiérrez, con distintas tonalidades de grises oscuros, debido al cambio de rugosidad del agua, producto de los vientos de la región. En tonos grises más claros, se aprecia el entramado de la ciudad de San Carlos de Bariloche y en tonos más oscuros sus alrededores, dando cuenta de la densidad edilicia y su distribución. En tonos más brillantes resaltan los picos de los cerros circundantes.

Dadamia indicó que “al combinar las bandas de los satélites SAOCOM y COSMO podemos tener una mayor texturización de la imagen y eso nos permite analizar el tramado urbano en ciudades o la distribución de cultivos en áreas agrícolas, por ejemplo, desarrollar clasificaciones, mapas temáticos y estudios de biomasa, entre otros aspectos. Ya pudimos ver distintos tipos de paisajes, como ciudades, zonas montañosas y cultivos distribuidos a lo largo del país”, concluyó.

Calibrar y combinar
Actualmente la CONAE está finalizando la calibración del SAOCOM 1B para que esté completamente operativo y pueda ofrecer, junto a su hermano gemelo el SAOCOM 1A, productos únicos en el mundo. Lucas Bruno, jefe de operaciones de la Misión SAOCOM, explicó que para avanzar en los trabajos de calibración debieron tomar imágenes, verificarlas y ajustar el sensor repetidas veces hasta lograr la mejor configuración posible. “Debemos tener en cuenta que el sensor se preparó en tierra, pero ahora funciona con las condiciones extremas que se imponen en el espacio”, aclaró.

Un aspecto relevante es que el satélite posee alrededor de 50 configuraciones diferentes para tomar imágenes, las cuáles solo se pueden realizar de manera específica cada 16 días, cuando el SAOCOM vuelve a pasar exactamente por el mismo sitio de la Tierra (período de revisita orbital). De esta manera se pueden tomar imágenes en cada modo específicamente para avanzar con la calibración, aunque, según detalló Bruno, también se implementó un plan para adquirir imágenes simultaneas en diferentes modos, lo cual acelera los tiempos de trabajo.

“A partir de ahora empezamos a publicar los productos del SAOCOM 1A y junto a los del SAOCOM 1B, que cumplen con todos los estándares de calidad”, afirmó Bruno, en referencia a los Mapas de Humedad de Suelo y otros destinados al sector agropecuario y a la gestión de emergencias ambientales.

Completar la constelación de manera operativa, con los dos satélites SAOCOM en órbita, permite reducir la revisita orbital a ocho días, con la posibilidad de tener imágenes de un mismo punto del planeta cada 2 días, según el modo de operación del satélite, y así aumentar la obtención de datos sobre la superficie observada.