El rompehielos Almirante Irízar y un helicóptero Sea King abastecieron la base antártica Marambio
El Ministerio de Defensa, que conduce Oscar Aguad, informa que la base antártica Marambio fue reabastecida por el rompehielos Almirante Irízar y un helicóptero Sea King, a bordo del cual se trasladó la carga necesaria para que continúe operando, en el marco de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2017/2018.
Ambos transportes operaron en la isla Seymour o Marambio, sobre el Mar de Weddell, para reabastecer a esa base permanente que Argentina posee en el continente blanco, que está construida sobre una meseta, a unos 200 metros sobre el nivel del mar, y sobre la cual se forman de manera repentina grandes bancos de nubosidad que dificultan en muchas ocasiones los aterrizajes de aeronaves.
El Grupo Playa, a cargo del envío de la carga destinada a la base permanente y a personal de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) que lleva adelante tareas científicas, fue el que estuvo a cargo de la verificación de equipos y sistemas para poder concretar las tareas.
También fueron trasladados hasta Marambio los militares y sus familiares que pasaron el invierno 2017 en la base antártica Esperanza, quienes retornarán a sus hogares a bordo de un avión Hércules C-130, tras ser reemplazados por otro grupo.
En total se descargaron en la base Marambio 52.526 toneladas de carga general, 10.118 de carga frigorizada, 365 tambores de combustible, 127 tubos de gas y tres de nitrógeno y 500mᵌ de GOA.
Esta misión antártica se realizó con éxito y con medios propios, ya que volvió a estar a cargo del Almirante Irízar, el buque polar insignia de la CAV, que regresó al continente blanco refaccionado y modernizado luego de 10 años de inactividad tras el incendio que sufrió en 2007.
En tanto, el apoyo logístico brindado por la Fuerza Aérea fue también fundamental, ya que diversas aeronaves de la institución realizaron cruces desde el territorio continental argentino hasta la base Marambio.
Como parte de una operación que comenzó con el cruce de un helicóptero MI-171 E, un Hércules C-130 perteneciente a la I Brigada Aérea El Palomar trasladó en su bodega a un helicóptero Bell 212 hacia el continente antártico.
Una vez en Marambio, personal de la Dotación XLIX, junto a los mecánicos del sistema de helicópteros, descargaron la aeronave y ejecutaron las maniobras técnicas para ponerlo en condiciones de operatividad.
Estos helicópteros biturbinas, con capacidad máxima de despegue de 5.500 kilos y un techo de operación de 6.500 metros, son capaces de transportar a un piloto, un copiloto y trece pasajeros, o seis camillas en la versión sanitaria o dos toneladas de carga externa.
Al poco tiempo de su llegada, las aeronaves y el personal fueron puestos a prueba en el entorno y realizaron vuelos logísticos desde las bases Marambio y Matienzo, en apoyo a la actividad científica nacional e internacional.