El Procurador dijo que “la instrucción política se ejecuta y permea hasta abajo, y la polea de transmisión son los 6000 abogados que conformamos el Cuerpo de Abogados del Estado y cuando esa polea no está en su lugar las decisiones demoran o no llegan a buen puerto. Es el abogado el que da la estructura central y el contenido a una idea.”

En referencia al rol de la Procuración expresó que “ha estado oculta, como en una guarida. Por eso el giro que estamos impulsando es una Procuración que se ponga a la cabeza de los servicios jurídicos, porque es lo que le corresponde hacer, tanto por una razón técnica como porque hay que proteger a los abogados del Estado que están tomando decisiones importantes.”

Agregó una reflexión: “el vector que nos tiene que empezar a atravesar cada vez más es el de la eficacia. El derecho exige creatividad y más aún en un Siglo que aparece como desafiante con sus nuevos paradigmas. Tenemos que hacer que nuestro pensamiento jurídico esté al servicio de una idea que toma forma y acontece. Los 6.000 abogados que componemos los servicios jurídicos del Estado tenemos que ser parte de esto”.

Para concluir resaltó que “Ser abogado del Estado es un orgullo porque es defender los intereses de la patria y de todos los argentinos. Nosotros tenemos que liderar el cambio de raíz que está ocurriendo, y ahí va a estar la Procuración del Tesoro para dar apoyo.”