Presidencia de la Nación

El presidente recorrió la Casa Museo María Elena Walsh junto al Ministro de Cultura y el Intendente de Morón

La Casa Museo María Elena Walsh es un espacio que recrea la vida y la obra de la artista bajo una mirada participativa e interactiva.

El presidente Alberto Fernández recorrió junto al ministro de Cultura, Tristán Bauer, y al intendente Lucas Ghi, la Casa Museo "María Elena Walsh" en el municipio bonaerense de Morón, espacio que recrea la vida y la obra de la artista bajo una mirada participativa e interactiva. La Casa Museo MEW fue inaugurada el lunes pasado en un acto en el que participaron León Gieco y Teresa Parodi, entre otros.

También estuvieron presentes el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.

El mandatario realizó la visita con la guía del museo, Maribel García, quien le presentó las propuestas de la muestra, que cuenta, por ejemplo, con una línea del tiempo desestructurada que repasa su biografía a través de puntos claves de su vida. Además, es posible interactuar con objetos representativos de la infancia de la artista.

La Casa Museo tiene una primera sala en la que se destaca la biblioteca de María Elena Walsh con libros como "La Ilíada" de Homero o los clásicos "Las aventuras de Pinocho" y "Oliver Twist" e incluso un muñeco del personaje del huevo Humpty Dumpty que aparece en el libro "Alicia en el país de las maravillas". Uno de ellos resguarda un "helechito" guardado por la mismísima Walsh a modo de marca página. Le gustaba leer lo que fuera, lo que encontraba leía.

Cerca de la biblioteca hay un micrófono artesanal. "Este micrófono me lo hizo mi papá con palo de escoba y lata de dulce de membrillo, me encanta imitar a los cantantes", describe una tarjeta.

La sala está rodeada de cuadros colgados que forman el árbol genealógico de la familia Walsh con un estilo caricaturesco. Como una forma de acercar al público a la historia de la reconocida escritora, un gran marco dorado invita a colocarse detrás y sacarse fotos.

El espacio que sigue está dedicado a los padres en el cual el público conocerá cómo la madre fue una amante de las flores y del lápiz labial que era tendencia en esa época, y también cómo se desvivía por darle de comer a la familia que integró María Elena. Del papá, descubrirán cuáles eran los aromas que la artista asociaba a esta figura y un cuadro que le regalaron desde la radio "capilla".

La Casa Museo recuerda también el paso de María Elena por el teatro siendo creadora de de los espectáculos "Canciones para mirar", destinado a infancias, y "Juguemos en el mundo", dirigido al público adulto. En este espacio, las infancias van a poder controlar las luces del escenario y probar diferentes vestuarios que están a disposición.

Con una bañera cargada de agua en la que navega la icónica tortuga Manuelita y la ciudad de París estampada en la pared, el ambiente de la vivienda que correspondía al baño se transformó en un homenaje a la canción "Manuelita la tortuga". Hay una canilla en el tocador que invita a "abrirla" y "escuchar".

"Tantos años tardó en cruzar el mar que allí se volvió a arrugar y por eso regresó, vieja como se marchó, a buscar a su tortugo que la espera en Pehuajó", cantaba Walsh y es por eso que, en el otro extremo del ambiente, se encuentra un muñeco del tortugo.

Un empapelado de flores y colores rosas decora la ex habitación de Walsh que, junto a una mesita de luz y una cama antigua, contienen las historias oníricas de la poeta.

La última sala del recorrido es la de la cocina que se resignifica con poesía y con una perspectiva de género ya que una de las paredes retoma la siguiente cita: "Mis heroínas reales son esas mujeres que trabajan dentro y fuera de la casa, crían a sus hijos, se manejan con muy pocos recursos y pueden sacar todo a flote". En la mesa se despliega un video interactivo con poemas de la artista.

En cada detalle de este nuevo museo, se esconde una porción de la historia de la vida de quien atravesó generaciones con sus obras y el jacarandá ubicado en el patio promete que, si pasan por aquí, "los chicos, quizá, se pondrán una escarapela del jacarandá".

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