El área natural protegida forma parte de una etapa histórica en la que institucionalmente se realizaron aportes al desarrollo de las ciencias naturales, y en la que para la creación de las unidades de conservación se aplicó el criterio de proteger muestras representativas de la biogeografía argentina, superando la etapa en que los paisajes naturales grandiosos eran los que motivaban la creación de Parques Nacionales.

El paraje Laguna Blanca, y la laguna en particular, llamaban la atención por su avifauna. Miles de cisnes de cuello negro que se quedaban todo el año, incluyendo los crudos inviernos, y se reproducían allí. Eran tan representativos que hoy es parte del logo que identifica el área natural protegida.

En la actualidad, es un Parque Nacional complejo que representa la estepa patagónica y ambientes acuáticos relevantes, con su flora y fauna característica, paisajes volcánicos, presencia de elementos paleontológicos protegidos, y diversos elementos naturales y culturales.