El INTA en Vendimia: tecnología, asesoramiento a pequeños productores y mirada estratégica
Vendimia es fiesta en Mendoza pero también el momento del año para revisar lo hecho y planificar acciones futuras que favorezcan a un sector busca seguir mejorando en su organización. El INTA aporta a este proceso con tecnología que pone a disposición de viticultores y enólogos, y estudios que profundizan el conocimiento de la vitivinicultura argentina.
A punto de finalizar una vendimia más en Argentina, en la principal región vitivinícola del país, días atrás, se sucedieron eventos sectoriales que ya son parte de una agenda estable. El mismo día del acto central de la Fiesta Nacional de la Vendimia tuvieron lugar el Desayuno de COVIAR, en el Hotel Hyatt y luego el almuerzo para pequeños productores vitícolas, celebrado en INTA Mendoza.
La avenida de las acacias en la Estación Experimental Agropecuaria Mendoza INTA ya es el lugar indiscutido para recibir a más de medio millar de productores de vid y vino, profesionales, técnicos asesores, representantes de cámaras empresarias, etc.
El evento se celebra para agasajar a los viticultores que son asesorados y desarrollan proyectos junto a los Centros de Desarrollo Vitícola (CDV), 14 unidades de extensión articuladas entre la COVIAR y el INTA para apoyar a productores no integrados de todo el país. Este año asistieron aproximadamente 650 viñateros de La Rioja, San Juan, Mendoza y Río Negro. El día anterior el INTA Mendoza, en Mayor Drummond, Luján de Cuyo, ya estaba acondicionado para recibir gente, porque comenzó allí la 5ª Jornada Nacional de Mecanización y Tecnología para la Viticultura, que duró hasta el día siguiente. La propuesta incluyó un área para proveedores de insumos y servicios, como tractores viñateros, drones agrícolas, energía solar, sistemas de riego, insumos enológicos y productos orgánicos para el agro.
En esta jornada técnica organizada por COVIAR, el INTA tuvo un espacio destacado para exhibir sus trabajos en vitivinicultura. Desde estos stands se asesoró a los visitantes en temas de cultivo, como los ciclos de Lobesia botrana y su control, el control biológico de plagas, el rescate de variedades criollas, el manejo del compost como abono orgánico, el cuidado de plantas in vitro para regenerar la infestación de virus y la multiplicación de las variedades de uva de mesa INTA. También se expusieron temas de bodega, como la selección de levaduras nativas que potencian los vinos, las posibilidades de una app que permite anticiparse a la contaminación microbiana de jugos y vinos, así como el uso de chips de sarmientos de vid como alternativa al roble para vinos de guarda. Respecto a la extensión vitivinícola se puso en valor el trabajo del programa Cambio Rural que actualmente asesora y capacita a 360 productores de 41 grupos vitivinícolas en todo el país.
Apuntalar al productor de pequeña escala
Quienes asistieron al almuerzo de pequeños productores vitícolas pudieron disfrutar de un clima distendido, vino argentino, música y comida regional. Asimismo, atender al mensaje de las autoridades que asistieron al evento. Los anfitriones fueron el presidente nacional del INTA, Juan Cruz Molina; la vicepresidenta, María Beatriz Giraudo; el director regional, Claudio Galmarini, y el presidente de COVIAR, Mario González. Entre las autoridades que participaron del acto estuvo Pedro Vigneau, jefe de gabinete de la Secretaría de Agricultura de la Nación. También, entre los presentes, hubo representantes del Gobierno de Mendoza, del BID, Diprose e INV.
Molina aseguró que “el INTA está llamado a ser el faro tecnológico para la transformación de Argentina. Hace 67 años que el INTA sirve a la producción agropecuaria”. Dirigiéndose a la audiencia, dijo que el organismo “trabaja todos los días para que ustedes sean mejores productores, para que tengan más competitividad, que logremos mayor compromiso con el cuidado de la producción y el ambiente, y para que tengamos mejores sociedades”, alentó el presidente del INTA.
Mario González explicó: “Junto con el INTA y otras instituciones acá presentes estamos trabajando en el desarrollo de PROVIAR II, que gran parte de los productores que aquí se encuentran, están ansiosos por que empiece a ejecutarse. Estamos haciendo todo lo posible para que en los próximos días la primera convocatoria se ponga en marcha, porque sabemos que es una iniciativa muy importante para el sector primario de la vitivinicultura. Sin productores no tenemos uva, sin uva no tenemos vino. Debemos cuidar mucho al productor primario”, concluyó el presidente de COVIAR, quien remarcó la necesidad de fortalecer los CDV, que “son una herramienta clave en la territorialidad que tenemos en la viticultura.”
A su vez, Pedro Vigneau evocó los “sueños comunes de una Argentina grande, que nos permita desarrollarnos en paz y unidad; pensar en un país que dé espacio a los jóvenes y que nos posibilite seguir enterrando las raíces en nuestro suelo. Deseo que podamos transitar juntos el camino de los consensos, para lograr la Argentina que anhelamos”, dijo el funcionario nacional.
María Beatriz Giraudo, comentó que no había tenido el privilegio de vivir este momento de la vendimia en la región de Cuyo. “Generalmente cuando vamos a distintos lugares escuchamos que cuesta bajar a tierra el concepto de bioeconomía y ustedes acá están mostrándolo en acción, con todos los actores involucrados, con investigación y desarrollo, con producción y transformación, con oportunidades”, ponderó la vice presidenta de INTA.
Por su parte, el director del Centro Regional Mendoza-San Juan INTA, Claudio Galmarini, se refirió al INTA como “una institución que está para servir”. Y en el caso de la vitivinicultura hace una vasta tarea al servicio de “los viticultores de menor escala, no integrados, que representan las tres cuartas partes de los productores primarios del sector y concentran alrededor del 20% de la oferta de uvas en el país”. Galmarini explicó que para ellos existen los Centros de Desarrollo Vitícola, “para ayudarles a corregir algunas de las limitantes productivas que hoy afectan a toda la actividad, y particularmente a ellos, que son el eslabón más débil de la cadena vitivinícola. Con ellos se busca no solo que accedan a modelos tecnológicos sino también de integración, de manera que, además de producir mejor, logren mayor escala y puedan defender su producción y acceder a una parte mayor del valor de la cadena”, aseguró Galmarini.
COVIAR, desayuno de rendición de cuentas y convenios
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) reunió en su Desayuno anual a más de mil asistentes. Además de presentarse el balance 2023 vinculado a la gestión de COVIAR y a los objetivos del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al 2030, se realizó la formalización de nuevos convenios y el anuncio de acciones de gran alcance e impacto para la vitivinicultura argentina, que se desarrollarán durante el 2024.
Como cada año, el evento contó con la asistencia de invitados de todo el país; autoridades nacionales, provinciales y municipales, empresarios, productores, representantes y actores claves del sector. Entre las autoridades se destacó la presencia de la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel; el ministro del Interior, Guillermo Francos; el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli; además del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el gobernador de de Jujuy, Carlos Sadir.
El responsable de abrir el Desayuno fue el presidente de COVIAR, Mario González, quien afirmó que la vitivinicultura es la actividad agrícola que más empleo por hectárea genera en la Argentina.
Con el objetivo e interés de mantener acciones conjuntas para la sostenibilidad del sector y el creciente desarrollo de la vitivinicultura en Argentina, durante el Desayuno de COVIAR se formalizaron acuerdos y convenios. Tal es el caso del convenio firmado entre COVIAR y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), que busca desplegar acciones conjuntas para la implementación de un plan integral de fortalecimiento del sector vitivinícola argentino. Dentro del mismo, uno de los objetivos específicos es fortalecer a las provincias argentinas mediante la presentación del estudio de caracterización edafoclimática de regiones vitivinícolas, con el propósito de visibilizar su perfil agrícola, ambiental y territorial. Para este ambicioso estudio ya realizado en las principales zonas productoras, se contó con el expertise de técnicos de las Estaciones Experimentales Mendoza y San Juan del INTA.