Este viernes 20 de mayo se presentó, en el Espacio de Memoria y Derechos Humanos ex Esma, el primer diagnóstico participativo y exploratorio sobre la situación de los jóvenes afroargentinxs, afrodescendientes y africanxs de y en Argentina.

Este informe fue ejecutado y producido por integrantes de la Agrupación Xangô, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

La directora interministerial del INJUVE, Paloma Torello, participó junto al Coordinador Nacional del Programa Afrodescendencia y Derechos Humanos de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Carlos Álvarez Nazareno. También estuvieron presentes la Jefa Oficina del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Argentina, Mariana Isasi, la asesora en la implementación del Programa Nacional Afro en INJUVE, Natacha Giusto, y organizaciones civiles.

El censo de 1778 fue la última vez que se registró a las poblaciones Afro. A partir de allí, no hubo información sobre la comunidad, esta situación delata mecanismos de discriminación hacia un sector importante de la sociedad. En este sentido, Natacha Giusto señaló: “El racismo opera de está manera: nos saca de los datos, nos saca de la historia y eso hace que nos cueste mucho autopercibirnos como afrodescendientes”.

“¿Se reconocen afrodescendientes o de antepasados negros o africanos?”, fue una de las interrogantes incorporadas en el último censo nacional, realizado hace dos días. Una medida celebrada por la comunidad y autoridades presentes en esta jornada.

“Es un poner en agenda la necesidad de seguir generando evidencia, no solamente porque queremos conocer cuál es nuestra historia y nuestro presente sino para poder pensar en políticas públicas que permitan reconocer a esta población y todo lo que falta y las brechas que tenemos en todos los ámbitos y que existen discriminaciones que han impedido a la población afrodescendientes acceder a derechos”, resaltó Mariana Isasi.

En tanto, para Carlos Álvarez Nazareno estas medidas nos ayudan a “pensar como Estado Nacional acciones para combatir las desigualdades y generar otros mundos posibles”.

Este año el INJUVE incorporó, gracias al trabajo en equipo con el Programa Nacional de Afrodescendencia y Derechos Humanos, la perspectiva étnico racial en juventudes con la participación permanente y activa de una asesora. “Es un hecho histórico porque no existía, nunca existió en nuestro país un cargo para trabajar con las juventudes afrodescendientes”, enfatizó Giusto.

A través de esta iniciativa se capacitó a los trabajadores para incorporar una mirada interseccional sobre derechos de las juventudes. Para concretar acciones positivas hacia la comunidad Afro el Instituto articula con las organizaciones de la sociedad civil, creando un vínculo que antes no existía.