Presidencia de la Nación

El CONICET y el Banco Nacional de Datos Genéticos presentaron un nuevo ciclo de actividades vinculadas a la ciencia y los derechos humanos y vocaciones científicas

El primer encuentro se realizó en el Polo Científico Tecnológico con referentes en la materia, científicos y estudiantes de secundaria. El itinerario continúa por Tucumán, Bariloche, La Plata y otras localidades del país.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) presentaron un nuevo ciclo de actividades con el fin de contribuir al diálogo de la ciencia y los derechos humanos y, justamente, el aporte que desde la ciencia se puede hacer a distintas demandas sociales; como en este caso la contribución desde la genética a la identidad. Durante el primer encuentro “Eureka” estudiantes de secundaria entrevistaron al reconocido genetista argentino, Victor Penchaszadeh, uno de los creadores del Índice de Abuelidad, a Paula Logares, la primera nieta recuperada a partir de este índice y a su abuela, Elsa Pavón, cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.

En la apertura de la actividad, la presidenta del CONICET Ana Franchi sostuvo: “La ciencia es un derecho humano que exigieron las Abuelas para poder recuperar a sus nietos y de esta manera también poder darles el derecho a la identidad. Acompañadas por el genetista Victor Penchaszadeh y por la genetista estadounidense Mary-Claire King se logró tener esta oportunidad significativa para la ciencia a través de una demanda social. La ciencia ha contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas, de muchas maneras, por ejemplo con desarrollos en salud, tecnologías que fortalecen las industrias y también como lo estamos evidenciado ha impactado en los derechos humanos”. Además, la titular del CONICET invitó a los y las estudiantes a tener curiosidad e indagar en profundidad el pasado y los avances científicos que han beneficiado a la sociedad.

Por su parte, la directora del BNDG, Mariana Herrera Piñero reflexionó: “En estos tiempos, el Índice de Abuelidad se desarrolló gracias a la presión de una sociedad y generó que esa presión, que era propia de la Argentina, desencadenara un desarrollo soberano que luego se replicó en todo el mundo. Ahora ustedes son la generación que tiene que cuestionar todo: deben crear sus propias herramientas para poder construir el futuro. No nos dejemos arrastrar por el odio, empecemos a hacer un análisis profundo para discutir y generar nuevas iniciativas desde el amor y la memoria”.

Este hito -la creación del índice a partir de la investigación científica en genética-, que desde 1984 hasta la fecha ha permitido el reconocimiento de la identidad de personas apropiadas durante la última dictadura cívico- militar, dio paso a la creación del BNDG como la primera institución del mundo para la realización de este tipo específico de análisis de filiación.

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