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Día Mundial del Algodón: Una oportunidad para reconocer su importancia y beneficios

El Senasa informa su rol para evitar la dispersión del Picudo del Algodonero, principal plaga a nivel mundial y las características de esta planta.


Buenos Aires – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) celebra el Día Mundial del Algodón, proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) - todos los 7 de octubre -. Tene entre sus principales metas que los países menos desarrollados tengan mejor acceso a los mercados relacionados con este producto, fomentar políticas comerciales sostenibles y permitir que estos países se beneficien más de cada paso de la cadena de valor del algodón.

Esta iniciativa nació en 2019 cuando cuatro grandes productores del África subsahariana -Benin, Burkina Faso, Chad y Malí, conocidos como los Cuatro del Algodón (C-4)- propusieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) su celebración anual con el objetivo de aumentar la visibilidad del sector y su papel fundamental en el desarrollo económico, el comercio internacional y el alivio de la pobreza.

Al mismo tiempo, la celebración pretende alentar a los Estados Miembros a convocar debates para garantizar que las personas de los países en desarrollo en general, y de los países menos adelantados en particular, se beneficien de las ganancias y los resultados de la producción y el procesado de este cultivo de manera adecuada.

El algodón es un producto mundial que se cultiva en más de 75 países de cinco continentes y es objeto de comercio en todo el mundo. El Día Mundial del Algodón –el 7 de octubre- brinda la oportunidad de poner de relieve su contribución a la creación de empleo y el mantenimiento de la estabilidad económica en los países menos adelantados (PMA).

Cabe destacar que el algodón se cultiva de forma anual mediante un manejo agronómico para tal fin y que es un cultivo muy resistente a los cambios climáticos, por ser muy plástico se puede plantar en zonas secas y áridas. El algodón ocupa solo el 2,1% de la tierra cultivable del mundo, pero satisface el 27% de las necesidades textiles globales.

Casi nada del algodón se desperdicia. Se utiliza en la industria textil, en la ganadería para alimentación animal, en la fabricación de aceites comestibles, cosméticos o de biocombustibles, entre otros usos. El producto principal que se obtiene de la planta de algodón es la Fibra, que es el textil natural más importante del mundo.

Es un cultivo muy importante en los procesos de crecimiento económico y contribuye al desarrollo sustentable con responsabilidad social y emplea mano de obra intensiva, por ello, en sus inicios, se lo conoció como oro blanco en Argentina, donde, en la última campaña se sembraron más de 500.000 ha en 11 provincias, siendo Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe las que reúnen el 90 % de la producción nacional.

En ese marco de cultivo y dinámica de la cadena socioeconómica que presenta el algodón, el Senasa tiene un rol muy importante en la sanidad durante la etapa primaria (producción), como en las demás etapas del proceso de industrialización (desmote, hilado, etc.). Es así que el Senasa mantiene vigente su Programa Nacional de Prevención y Erradicación del Picudo del Algodonero (PNPEPA), que es la principal plaga que causa daño al cultivo a nivel mundial.

Este Programa tiene como objetivo definir estrategias y la implementación de medidas fitosanitarias que contribuyan a la sustentabilidad del cultivo de algodón. Asimismo, se trabaja en la supresión de la plaga en áreas con alta infestación y en evitar la dispersión hacia las áreas libres.

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