El 20 de junio se conmemora el Día de la Bandera en homenaje a Manuel Belgrano, quien falleció ese mismo día en 1820.

Conmemoramos este día repasando la historia de una de las banderas más antiguas que se conservan y desde el Bicentenario de la Revolución de Mayo se puede ver exhibida tras su restauración.

La Bandera de Macha perteneció al ejército que hizo la campaña del Alto Perú al mando del general Manuel Belgrano, hoy forma parte del patrimonio del Museo Histórico Nacional (MHN).

En 1883, el padre Martín Castro, en Titiri quiso sacar dos telas enrolladas que rodeaban unos cuadros. Las telas, de color celeste y blanca, resultaron ser banderas. Así comienza la historia de una de las piezas más importantes del Museo.

Titiri es un paraje de la localidad de Macha, actual Bolivia, donde Manuel Belgrano montó su cuartel general tras la batalla de Vilcapugio. Según los indígenas de la zona a quienes se consultó luego del hallazgo, fue el cura Juan de Dios Aranívar, amigo de Belgrano, quien escondió las banderas tras la retirada del ejército revolucionario. Por su gran tamaño, se supone que las banderas encontradas no se llevaban a la batalla, sino que quedaban fijas como banderas de artillería o para indicar el lugar de reunión de los ejércitos.

Desde 1896, el Museo Histórico Nacional conserva una de esas banderas: la que tiene los colores ordenados como la actual bandera nacional. La otra, blanca celeste blanca, está en el Museo Casa de la Libertad de Sucre. Que los colores estuvieran en distinto lugar es una muestra de que lo que importaba eran los colores para que los ejércitos pudieran identificarse.

Probablemente, la bandera estuvo en exhibición desde que ingresó al museo, pero por desconocimiento de la época, las condiciones ambientales y de iluminación no fueron las adecuadas, por ejemplo, recibió la radiación por iluminación natural durante muchos años, lo que le provocó daños irreversibles como fragilidad estructural, ataque de insectos y alteración cromática general.

En ese contexto, el Museo Histórico Nacional diseñó un proyecto para la restauración y puesta en valor de la Bandera de Macha, que se llevó a cabo entre junio de 2007 y diciembre del 2009, y terminó con la exhibición del textil en una vitrina nueva, realizada de acuerdo a normas de conservación, en mayo de 2010 para el festejo del Bicentenario de la Revolución de Mayo.

El proyecto estuvo a cargo de las restauradoras de Textiles Patricia Lissa y María Pía Tamborini, y las asistentes fueron tres alumnas de la Carrera de Conservación y Restauración de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA), Maria Sol Barcalde, Laura Solazzi e Ivana Rigacci.

Proceso de restauración

La idea del tratamiento era estabilizar al textil. Para eso, se siguieron los criterios de restauración de mínima intervención, reversibilidad y la utilización de materiales estables de conservación; como así también, consolidarla para darle estabilidad física estructural y la lectura estética apropiada para su exhibición en condiciones adecuadas, según se explica en el Informe del proceso de restauración, realizado por las restauradoras a cargo del proyecto.

Para hacer la restauración, se montó un taller dentro del museo, con una ventana de vidrio abierta a las salas para que el público pudiera observar el proceso.

Etapa 1

Descolgado y desmontaje del marco de exhibición, remoción del forro trasero y limpieza superficial

El textil enmarcado se descolgó entre varias personas del Museo debido al tamaño y peso. Una vez descolgado, se ubicó el marco sobre la mesa de trabajo y se empezó por el retiro del reverso de las tapas de madera y un papel tapiz. Luego se realizó una suave limpieza mecánica sobre el forro trasero. Se documentaron fotográficamente los deterioros antes de proceder a descoser y retirar este forro que se rasgó totalmente.

Etapa 2

Documentación, separación de las franjas, corrección de deformaciones y pruebas de consolidación
Una vez retirado el forro trasero se pudo, fue posible evaluar la dimensión del deterioro sufrido por el textil. Se decidió separar las franjas para su consolidación por separado sobre una nueva tela de soporte al tono de cada una.
Se realizaron varios procedimientos técnicos con el fin de lograr la estabilización del textil.

Etapa 3

Consolidación individual de cada franja

Después de la evaluación de los diferentes métodos, se decidió consolidar con hilo de seda “encapsulando” los fragmentos de seda original entre una tela de soporte y cubrirlos con una tela de protección cosiendo alrededor de los fragmentos con aguja curva e hilo de seda al tono. Es un proceso fácilmente reversible.

Una de las disyuntivas a las que se vio enfrentado el equipo de restauración fue elegir el tono de la tela de soporte, ya que el color original de la bandera era un azul celeste, pero se encontraba virado al verde. Decidieron tomar como criterio a seguir la teoría de Cesare Brandi, que dice que toda obra tiene un doble significado, una instancia estética y otra histórica, en la que se plasma el paso del tiempo desde su origen hasta el presente, el deterioro o los cambios que se observan forman parte del objeto, por ello al restaurarlo, se debe respetar la condición actual. En este caso, la alteración cromática de la Bandera (que convirtió el azul celeste original a un azul verdoso) condicionó la elección de la tela de soporte acorde al aspecto del textil.

Etapa 4

Re unión de las tres franjas. Forrado y montaje

Una vez finalizada la consolidación individual, se procedió a reunir nuevamente las tres franjas y colocar un forro trasero nuevo.

Etapa 5

Exhibición

Se construyó una vitrina museológica con materiales seguros o de conservación y en plano inclinado. Se colocó la Bandera en la vitrina para exhibirla en forma horizontal en un ángulo de 30°. Hay un control de iluminación, humedad relativa y temperatura en la vitrina donde se exhibirá la Bandera.