Acompañó al general Pasqualini, el presidente de la Comisión del Arma, general de división retirado Hugo Alejandro Bossert, quien pronunció palabras alusivas a la ocasión.
Durante el acto, se ejecutó un silencio militar en recuerdo de los camaradas caídos en servicio, y se entregaron premios y reconocimientos a los artilleros que se distinguieron durante los años 2017 y 2018.

Por su parte, el jefe de la Fuerza otorgó las recompensas al mérito al personal destacado. Finalmente, se realizó un desfile militar a pie y montado.

Nuevos materiales para los museos de la Fuerza

Un momento simbólico durante la ceremonia fue la entrada en posición y última salva de dos cañones Bofors 75 mm y de un cañón autopropulsado AMX-13, que pasaron a constituir material de museo y para actividades protocolares.

El Bofors es un arma de fabricación sueca que se incorporó al Ejército en 1935 en su formato hipomóvil. El avance tecnológico y la motorización de la Fuerza obligaron a que se le modificara el tren de rodamiento. Más tarde, fue reemplazado por el obús Oto Melara 105 mm y el Cañón Argentino 155 mm, y se lo conservó como material de instrucción.

Ahora, luego de 83 años, comienza a ser retirado del servicio.

El cañón AMX-13, de origen francés, fue incorporado en 1969, en el marco del proceso de mecanización de la Fuerza. Su diseño autopropulsado otorgó nuevas capacidades a dos grupos de Artillería, orgánicos de brigadas mecanizadas, que luego evolucionaron a blindadas.

Este material, que originalmente tenía una vida útil de 20 años, lleva casi 50 en servicio merced a dos modernizaciones que les ha sabido efectuar el personal de Arsenales.

¿Qué es la Artillería?

Cuando hablamos de Artillería, en lo primero que pensamos es en cañones y obuses… Pero el Arma de Artillería es mucho más que eso: es un sistema que brinda apoyo de fuego y cobertura a los elementos de combate.

Está organizada, equipada y adiestrada para conducir y ejecutar el volumen de fuego que posibilite al comandante el desarrollo de la operación táctica, mediante el logro de los efectos deseados sobre blancos terrestres y aéreos, contribuyendo así al cumplimiento de la misión general.

Está conformada por un sistema de artillería de campaña y otro de artillería antiaérea.

La artillería de campaña es el sistema básico y esencial de las fuerzas terrestres, preparado para conducir y ejecutar los fuegos sobre aquellos blancos de superficie que impidan o amenacen la misión de la fuerza apoyada.

Por su parte, la artillería antiaérea es el sistema de defensa aeroespacial específico, que tiene la función de accionar sobre la amenaza aérea en oportunidad, a fin de proteger los objetivos materiales y el despliegue de los medios de las fuerzas terrestres.

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