Descubren una nueva especie de pez que vive en charcos de lluvia cerca de las cataratas del Iguazú
Investigadores hallaron en un humedal temporario entre los árboles de la selva este pequeño pez que prospera en un ambiente donde la disponibilidad de agua es siempre cambiante y poco predecible.
Una nueva especie de pez killi (Argolebias adrianae) fue descubierta en el Parque Nacional Iguazú, en una charca temporal formada por las lluvias y ubicada en un sitio cercano a las cataratas.
Los killis estacionales son un grupo de peces presentes en América y África que se caracterizan por presentar adaptaciones que les permiten sobrevivir en ambientes acuáticos efímeros, que se secan completamente durante una parte del año. Durante este periodo los adultos no sobreviven pero sí lo hacen sus huevos, que resisten el desecamiento durante meses enterrados en el fondo del charco.
Dentro de este grupo de peces se encuentra el género sudamericano Argolebias, del cual hasta ahora se conocían tres especies. El hallazgo de la nueva especie para la ciencia, A. adrianae, tuvo lugar durante expediciones científicas en la Cuenca del Bajo Río Iguazú, conocida por sus elevados niveles de endemismo de peces (especies exclusivas). Su hábitat es una pequeña charca de poco más de 20 metros cuadrados y con una profundidad máxima de 45 centímetros, rodeada de piedras basálticas y árboles de la selva circundante.
Durante los períodos secos, el suelo arcilloso -cubierto de hojarasca, troncos, ramas y plantas terrestres- permanece constantemente húmedo: allí son depositados los huevos, que pasan el periodo sin agua del charco. Si bien los killis estacionales tienen generalmente sincronizados sus ciclos de vida con los ciclos hidrológicos de sus ambientes, ya que los patrones de llenado y secado de su hábitat presentan cierta regularidad, la especie recientemente descubierta cuenta con el desafío de enfrentar condiciones altamente variables de precipitación y temperatura.
Los investigadores registraron en esta charca múltiples ciclos de secado y llenado a lo largo de dos años, incluyendo períodos de agua largos y sequías. Esta imprevisibilidad desafía la estrategia tradicional de los killis de sincronizar la eclosión con la fase acuática. Los huevos de A. adrianae incubados en laboratorio a temperatura ambiente se encontraron en condiciones de eclosionar aproximadamente luego de 3 meses de incubación fuera del agua.
La historia de Argolebias adrianae resulta de importancia en el contexto de la crisis global de biodiversidad, que pone en evidencia la dificultad de identificar y describir la diversidad de especies en el mundo antes de su extinción, a la vez que refuerza el valor de las áreas protegidas para conservar esta riqueza. Los killis estacionales, en particular, son altamente vulnerables y cerca de la mitad de sus especies en Sudamérica enfrentan algún grado de amenaza de extinción debido a sus tamaños corporales reducidos, sus rangos geográficos limitados y su dependencia intrínseca de hábitats acuáticos estacionales que son especialmente vulnerables a modificaciones, drenajes y rellenos causados por actividades humanas como la agricultura y las urbanizaciones.
La investigación también explora las relaciones evolutivas de esta especie y los cambios durante el desarrollo de la coloración entre las especies de Argolebias. La descripción de la especie fue publicada en la revista Canadian Journal of Zoology, a cargo de Felipe Alonso (IBIGEO-CONICET) y con la colaboración de G.E. Terán, P. Calviño, W.S. Serra Alanis, M.M. Montes, I.D. García, J.A. Barneche, L. Ciotek, P. Giorgis y J. Casciotta, pertenecientes a CONICET, la Fundación Killifish, la Universidad Nacional de La Plata, la Administración de Parques Nacionales y el Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo.