Desarrollo Productivo y Cancillería capacitaron a 250 integrantes del cuerpo diplomático argentino en economía del conocimiento
Se trata de una iniciativa conjunta entre ambos ministerios y al BID que apunta a fortalecer la agenda exportadora en actividades clave como software, industria audiovisual, biotecnología, el sector satelital y aeroespacial, y la industria nuclear.
Con el objetivo de seguir fortaleciendo la inserción comercial de la Argentina en el mundo y, en particular, impulsar cada vez mayores exportaciones del país en determinados rubros estratégicos, los ministerios de Desarrollo Productivo y de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación pusieron en marcha el programa de formación “Exportar conocimiento: promoción comercial de bienes y servicios de alto contenido tecnológico”, destinado a integrantes del cuerpo diplomático que se encuentran cumpliendo funciones en distintas partes del mundo.
La iniciativa contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL). La directora del Instituto, Ana Basco, participó del taller inicial de Exportar conocimiento.
Este proyecto implicó la realización, entre mayo y julio, de ocho talleres de capacitación, todos ellos en modalidad virtual, centrados en saberes y contenidos relacionados con la economía del conocimiento. El primer encuentro planteó una introducción a la temática, mientras que los siguientes fueron más focalizados, orientados a las siguientes actividades: software y servicios informáticos, industria audiovisual —cine, televisión y videojuegos—, biotecnología, industria satelital y aeroespacial y el sector de la energía nuclear. Los últimos dos encuentros se centraron en el intercambio y en las ideas y propuestas presentadas por las y los integrantes del cuerpo diplomático.
La iniciativa “Exportar conocimiento” busca actualizar y robustecer los conocimientos del cuerpo diplomático argentino que cumple funciones en embajadas, consulados, secciones comerciales y en la propia Cancillería en materia de economía del conocimiento y sus actividades asociadas.
El cierre del programa contó con la participación de la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco, quien destacó “todas las capacidades del país en estos sectores”, como parte de “una estructura productiva compleja, heterogénea, que involucra a un rico entramado público-privado, marcado por una sinergia virtuosa y el aporte de universidades públicas, pymes, un ecosistema inversor con enfoque en investigación desarrollo e innovación y un importante marco normativo legal”.
Además, acompañaron a los diplomáticos en el taller de cierre del proyecto la secretaria de Economía del Conocimiento de la Nación, María Apólito; y el especialista en integración y comercio del INTAL-BID, Ricardo Rozemberg.
“Debemos seguir transitando el camino de la internacionalización inteligente, que nos permita exportar cada vez más, ya sea desde la Argentina como a través de la apertura de sedes comerciales de empresas nacionales en distintos lugares del mundo. Desde la función pública trabajamos para ayudar a las pymes de la economía del conocimiento en este desafío”, puntualizó Apólito.
En la misma línea, la secretaria de Economía del Conocimiento hizo hincapié en que las actividades basadas en conocimiento “pueden contribuir a resolver los problemas macroeconómicos de la Argentina” y puso el acento en la relevancia que “el talento nacional” tiene para seguir profundizando el desarrollo del sector.
La formación contó con 249 inscriptos de embajadas y consulados de la Argentina en 56 países de Europa, África, Medio Oriente, Asia, América Latina y Oceanía, además de organismos internacionales, y también un grupo de funcionarios que desarrollan tareas de promoción comercial en suelo argentino.
La economía del conocimiento en la Argentina cuenta con capacidades instaladas que permiten potenciar la inserción internacional de las empresas nacionales. Por ejemplo, de acuerdo al Centro de Estudios Internacionales de la Cancillería y según consta en la base de datos del INDEC, el país se ubica en el segundo puesto como exportador de software y servicios informáticos en América Latina y en el puesto 39 en el ranking global. De los 9.428 millones de dólares exportados en servicios en 2021, 6.890 correspondieron a servicios basados en el conocimiento.
Cuenta además con 90 Instituciones científicas y centros que realizan actividades de investigación y desarrollo (I+D) de ese sector específico. También hay 55 empresas dedicadas a la nanotecnología: un 50 por ciento de ellas producen nanomateriales o nano intermedios, y otro 50 nano productos. Por su parte, el sector aeroespacial cuenta con hitos como el desarrollo integral de satélites de telecomunicaciones.