"De soldados, desertores y santos populares" en el Museo Histórcio Sarmiento
La exposición rescata el papel de los sectores vulnerables que conformaron la primera línea de choque de las guerras civiles en el territorio argentino durante la segunda mitad del siglo XIX.
Con la muestra De soldados, desertores y santos populares, el Museo Histórico Sarmiento propone enfocar otros modos de interactuar con la historia popular. Mediante las artes visuales contemporáneas, el museo quiso mostrar el lado oculto de la Guerra de la Triple Alianza donde los sectores vulnerables de ese entonces fueron reclutados de manera forzosa para ir al frente de batalla. A modo de resistencia al proyecto político imperante, muchos trataron de desvincularse de esas campañas militares escapándose en las denominadas “deserciones masivas”.
A continuación Eduardo Stupía, curador de la exposición, comparte detalles de la propuesta.
"El Museo Histórico Sarmiento busca diversificar sus relatos escurriéndose un poco de los mandatos históricos que le competen a este tipo de instituciones museológicas, que a partir de sus leyes de creación tienen un fin discursivo preestablecido", señaló el pintor. "Es por ello que en esta oportunidad se pretendió contar desde otra perspectiva y con otras herramientas, como son las artes visuales contemporáneas, qué fue lo que sucedió con quienes fueron la primera línea de choque de guerras civiles durante la segunda mitad del siglo XIX. Nuestro objetivo es plantearlas a partir de un relato alterno que muestre aquello que sucedía en los estratos más desatendidos de la sociedad".
Respecto del enfoque de otros modos de interactuar con la historia popular a través de esta muestra, Stupía sostuvo: "Suponemos que insistir en la interacción de las metáforas y lenguajes artísticos con los contenidos e iconografías estrictamente museológicos, a la manera del nuevo rol que contemporáneamente les compete a los museos, hace más permeable y proactivo el ingreso del bagaje de historia popular justamente en los vectores direccionados al público mas universal y más diverso, no necesariamente docto en historia o entendido en arte".
En cuanto al contexto histórico de los hechos, el curador recordó: “La Guerra de la Triple Alianza o Gran Guerra transcurrida entre los años 1864 y 1870, fue uno de los capítulos más cruentos de la historia de América del Sur. La Gran Guerra no era muy popular dentro de las provincias de la Confederación Argentina, dado que la mayor parte de su población simpatizaba con la ideología federal y tenían lazos de hermandad con el pueblo paraguayo, y además en general tampoco avalaban las ambiciones expansionistas del Imperio del Brasil y las del Partido Colorado de Uruguay. Debido a que esta guerra no tenía el apoyo de toda la población argentina, las tropas eran reclutadas a la fuerza, de hecho, se cuentan numerosas deserciones de soldados que una vez capturados, se los trasladaba con grilletes para evitar su fuga. En 1870 el presidente Sarmiento entendió que era el momento de ponerle punto final y se ocupó particularmente de terminarla".
Sobre el rol de la Difunta Correa y el Gauchito Gio como personajes destacados de la muestra, Supía explicó: "En las provincias argentinas el nivel de desaprobación de la contienda era alto, sin embargo sus gobernadores acompañaron a Bartolomé Mitre durante el conflicto, con el reclutamiento de hombres para nutrir las filas del ejército. Fue así que los considerados “gauchillos, matreros, bandoleros, arrieros, etc.”, así como afrodescendientes, se constituyeron en el ejército de reserva tanto para alimentar las tropas aliadas durante la guerra como también para las contiendas suscitadas entre los bandos de unitarios y federales. Y esto justifica nuestro interés y nuestro encuadre, destacando como íconos emblemáticos dos figuras que dan cuenta de las mencionadas vicisitudes, y que brindan testimonio de la vida de las clases populares argentinas en el ámbito rural: por un lado la esposa de Clemente Bustos, es decir Deolinda Correa, más conocida como la Difunta Correa y Antonio Mamerto Gil Núñez, hoy reconocido como el Gauchito Gil o Curuzú Gil, ambos devenidos en santos populares".
Al consultarle acerca de el criterio curatorial para seleccionar los artistas, el también escritor y expositor remarcó: "Quisimos, dentro de lo posible, ampliar el arco de referencias, de manera de esbozar un punto equidistante entre el registro documental, las libertades poética objetual y la metáfora, teniendo en cuenta que las fidelidades emocionales, así como los fetiches, rituales e imaginarios colectivos son tan reveladores como los datos duros de las disciplinas historicistas. En ese sentido, nos parece que Andrea Ghilino, Hugo Echarri, Carlos Gómez Centurión y Carlos Masoch ofrecen una amalgama suficientemente fértil de esos cruces".
Con referencia a la forma en que aparecen representados los sectores vulnerables como los gauchos y afrodescendientes en esta muestra, Stupía aseguró:
"A través de la potencia emblemática de esos dos protagonistas principales, quisimos subrayar el dato histórico de que tanto para Sarmiento como para la élite política, aquellos grupos sociales que nutrían las filas del ejército, exudaban barbarie. Son aquellos a los que hoy podemos referirnos como clases sociales subalternas: indígenas, afrodescendientes y gauchos, que bajo el paradigma positivista en el siglo XIX se los ubicaba en el último escalón de la pirámide social, con pocas o nulas cualidades para el trabajo".
De soldados, desertores y santos populares puede visitarse en forma gratuita hasta el 2 de octubre de martes a domingo de 10 a 18 h en Cuba 2079, CABA.