Presidencia de la Nación

Culminó el proyecto de manejo sustentable de tierras secas con beneficios para más de 1400 familias

Se realizó un taller de cierre de actividades en Tafí del Valle, con un balance de los logros alcanzados y en el que participaron autoridades de los organismos comprometidos en la lucha contra la desertificación.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación finalizó las actividades del proyecto Manejo Sustentable de Tierras en Zonas Secas del Noroeste de Argentina (MST NOA Cuyo), que se llevó adelante en las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Tucumán, San Juan, Mendoza y San Luis, junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés). El cierre se realizó el jueves, mediante una jornada de socialización de experiencias en Tafí del Valle, Tucumán, en la que participaron autoridades, referentes y beneficiarios de la iniciativa.

La secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente nacional, Florencia Gómez, manifestó: “Me parece que este taller muestra que trabajar en equipo es posible y que las articulaciones y las sinergias son un círculo virtuoso que no se termina”. También destacó la labor de los distintos organismos involucrados, los que son “actores que tienen ganas de seguir trabajando para luchar contra la desertificación, lograr que estas experiencias de manejo sostenible de tierras secas sean replicables”. Por último, afirmó: “Todas estas sinergias tienen un efecto real en el territorio que le cambian notablemente la vida a las personas”.

Por su parte, el director nacional de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio, Abelardo Llosa, también de la cartera de Ambiente, expresó: “Este proyecto se enmarca en la lucha contra la desertificación en Argentina”. Además aseguró que el país cuenta con fortalezas: “Tenemos el marco de la Convención de Lucha contra la Desertificación, nuestro Programa de Acción Nacional de Lucha Contra la Desertificación y ahora también seis programas de lucha provinciales, que son producto del trabajo en este proyecto. Contamos con un Observatorio Nacional de Degradación de Tierras, que coordinamos desde el Ministerio con otros organismos, una comisión asesora nacional y distintos proyectos que trabajan en sitios piloto, los que van desarrollando experiencias que pueden ampliarse y replicarse”.

El proyecto se llevó a cabo en territorios representativos de las ecorregiones Puna, Monte de Sierras y Bolsones y Monte de Llanuras y Mesetas. Se trata de un territorio que en el país comprende 31 millones de hectáreas y constituye 40 % de las tierras secas y 11% de la superficie total.

La iniciativa permitió implementar prácticas de manejo sustentable de tierras en fincas de pequeños productores campesinos e indígenas con beneficios para más de 8.000 personas —más de 1.400 familias—. Involucró pequeñas obras hídricas —riego por goteo y aspersión, reparación de canales principales y secundarios, cisternas placas, pozos y tanques australianos con paneles solares, represas, azudes para recuperar humedales y medición de caudales—, producción agroecológica —compost, lombricompuesto y fertilización de suelos en áreas de cultivos agrícolas y hortícolas—, producción de verdeo invernal, manejo de pasturas naturales en campos ganaderos y áreas de esquila de vicuñas, implantación y manejo de cortinas forestales, producción de plantas en viveros, además de aprovechamiento de productos forestales no madereros y agregado de valor en origen para distintos productos.

Entre los impactos logrados se destacan la mejora en la eficacia del uso del agua para riego; el aumento del ingreso intrapredial por la generación de venta de excedentes para autoconsumo; el aumento del bienestar familiar y de las mujeres; mayor disponibilidad de horas para las mujeres y de su participación en organizaciones productivas y sociales; la disponibilidad de fondos mediante aportes no reembolsables y fondos rotatorios para productores campesinos y comunidades indígenas para realizar prácticas de manejo sustentable en fincas y tierras comunitarias; la conformación de espacios multiactorales con intervención de sectores públicos y organizaciones con capacidad de hacer aportes a la generación de políticas públicas en tierras secas; y la disponibilidad de información estratégica actualizada y confiable para la toma de decisiones.

Además pudieron conformarse comités multisectoriales en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, que pusieron en marcha programas de acción provincial de lucha contra la desertificación, sequía y degradación de tierras (PAP), basados en el Programa de Acción Nacional (PAN) que lleva adelante la Secretaría de Política Ambiental en Recursos Naturales, a través de la Dirección de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio, del Ministerio de Ambiente Nacional. También se creó una red integrada por Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan para encarar acciones conjuntas entre dichas jurisdicciones.

Para llevar a cabo las acciones se contó con USD 1.551.000 de financiamiento y otros USD 1.640.000 de cofinanciamiento, junto al compromiso y participación de multiplicidad de instituciones nacionales y provinciales, organizaciones de productores agropecuarios y de pueblos originarios.

Cabe indicar que en el marco del cierre de actividades, también se realizó el viernes una visita a la comunidad indígena de Amaicha del Valle en donde se realizan experiencias ligadas al proyecto. En dicho marco, se recorrió una obra que trasvasa agua desde Los Zazos hasta La Fronterita, la que permite que 50 familias dispongan de mayor cantidad de dicho recurso para el riego de 46 hectáreas de cultivos de vid, nogal, ajo y forrajes para los animales. También se visitó la sala de elaboración de dulces y jaleas emplazada en Encalilla, que involucra la labor de mujeres de diferentes localidades y que permitirá que familias de las comunidades indígenas de Amaicha del Valle y de Quilmes agreguen valor en origen a frutos provenientes de las fincas y a productos de especies del bosque nativo, como algarrobo y chañar.

Participaron en distintos momentos de las jornadas: Alfredo Montalván, secretario de Medio Ambiente Tucumán; María Eugnia Di Paola, Coordinadora del Programa de Ambiente y Desarrollo Sostenible de PNUD; y Hugo Iza, coordinador del proyecto MST NOA Cuyo dentro de la cartera de Ambiente nacional.

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