Cosecha forestal con retención variable: una estrategia para equilibrar la producción maderera con la preservación de los servicios ecosistémicos
Se publicó el trabajo "Efectos de la Retención Variable sobre la Biomasa y Actividad Microbiana del Suelo en Bosques de Lenga y su resiliencia post aprovechamiento", que resalta el manejo forestal sostenible como clave para conservar estos ecosistemas y su biodiversidad. El estudio analiza cómo la cosecha con retención variable (VRH) equilibra la producción maderera con la preservación de los servicios ecosistémicos, diferenciándose de la tala rasa al dejar árboles vivos tras la cosecha.
Se publicó el trabajo de investigación "Efectos de la Retención Variable sobre la Biomasa y Actividad Microbiana del Suelo en Bosques de Lenga y su resiliencia post aprovechamiento". Destaca la importancia de las prácticas de manejo forestal sostenible para la conservación de estos ecosistemas y su biodiversidad. En particular, se investigó el impacto de la cosecha forestal con retención variable (VRH, por sus siglas en inglés), una estrategia diseñada para equilibrar la producción maderera con la preservación de los servicios ecosistémicos de los bosques nativos. Este enfoque contrasta con los sistemas tradicionales de tala rasa al dejar en pie árboles vivos tras la cosecha.
Actualmente los bosques nativos de lenga sin intervenir tienen un crecimiento forestal medio de ≈3m3/ha/año, sin embargo, el sistema de aprovechamiento VRH ha demostrado incrementar ≈4,2m3/ha/año el crecimiento de estos bosques, por lo tanto, el beneficio neto de esta alternativa productiva es de 1,2m3/ha/año, y considerando lo que se paga por la madera de lenga de primera transformación actualmente en la región Patagonia*, esto hoy beneficia al productor en $12.000/ha/ año.
Uno de los autores del estudio, el Dr. Santiago Toledo del Grupo de Investigación Forestal, Agrícola y Manejo del Agua del INTA Santa Cruz, explicó que “el aprovechamiento forestal de los bosques de lenga en ecosistemas del sur de la Patagonia genera grandes desafíos: debemos pensar cómo producimos, conservamos y logramos la sostenibilidad de estos bosques, que es una de las actividades agropecuarias más importante después de la ganadería ovina”. Además, señaló que “en los últimos años, la disminución en la salud del suelo planteó la necesidad de implementar prácticas agrícolas más sostenibles que mitiguen y restauren su calidad”.
En este sentido, explicó que “la cosecha utilizando los sistemas de aprovechamiento con retención variable fue diseñada para fortalecer el sistema productivo maderero y mantener la conservación de la biodiversidad de los bosques, dado que este sistema de aprovechamiento deja árboles vivos en pie que actúan como ‘botes salvavidas´ al mantener la conectividad de todas las especies que habitan en el bosque, lo que se contrasta con los sistemas de tala rasa tradicionales”.
La investigación
El trabajo abordó dos sistemas de VRH: retención agregada y dispersa, y consideró diferentes tiempos post-cosecha (6, 9 y 16 años) para evaluar la resiliencia que tienen estos bosques, y analizar cómo los microorganismos del suelo responden a este tipo de disturbios. Toledo detalló que, estudiar los microorganismos edáficos son una herramienta importante como bio-indicadores de la calidad y salud de suelo, y además el crecimiento de los árboles depende de las funciones de estos organismos “invisibles”.
En el estudio, se analizaron factores como el clima, las características del suelo y la vegetación del sotobosque, dado que influyen en la resiliencia del crecimiento y de la actividad microbiana. Los resultados obtenidos en los bosques manejados con el sistema VHR se compararon con datos de suelos de bosques primarios no gestionados.
Se concluyó que la retención agregada presenta ventajas significativas, incrementando los valores de carbono y nitrógeno de la biomasa y la actividad microbianas del suelo, en comparación con la retención dispersa, pero con niveles similares a los de los bosques primarios. Los datos también evidenciaron que, nueve años después de la cosecha, la biomasa microbiana y la actividad en el suelo disminuyen notablemente, aunque estas comienzan a recuperarse después de 16 años. Esta recuperación está acompañada por una nueva comunidad de microorganismos que se adaptaron a este disturbio y vuelven a sostener las funciones en el suelo de estos bosques Australes.
Según los investigadores, la interacción de los factores como el pH del suelo, la temperatura media anual y la cobertura del sotobosque son determinantes en la recuperación del funcionamiento de los microorganismos. En este contexto, Toledo subrayó: “mantener el componente arbóreo en los rodales gestionados durante períodos más largos es necesario para lograr la recuperación del ecosistema suelo”.
Los autores demostraron que el crecimiento anual de los bosques de lenga depende de los microorganismos en el suelo. Por ejemplo, 1000 “unidades” de carbono de la biomasa y una actividad microbiana de 150 “unidades” permiten un crecimiento de 4m3 por hectárea por año de estos bosques, lo que se traduce en un rédito económico al productor, y mantener la biodiversidad del suelo.
El estudio concluye que el aprovechamiento forestal con retención agregada es una herramienta efectiva para la conservación de los bosques de Nothofagus, ya que contribuye a preservar la biomasa y la actividad microbiana del suelo, elementos clave para el crecimiento de los árboles y el mantenimiento de la biodiversidad. Asimismo, enfatiza la importancia de monitorear los ecosistemas forestales a través de las variables microbianas del suelo, que son bio-indicadores fundamentales del estado de salud-calidad del suelo y están estrechamente relacionadas con la productividad forestal.
Estos hallazgos no solo aportan conocimiento sobre las ventajas del aprovechamiento forestal con el sistema VRH en los microorganismos del suelo, sino que también brindan lineamientos para el manejo forestal sostenible en bosques nativos de Patagonia Sur. Además, como se ha planteado en el encuentro nacional Argentino sobre el día mundial del suelo, monitorear nuestro recurso suelo (físico-química y biológicamente) es una tecnología de proceso que permite conocer sobre qué “piso productivo” vamos a producir. Este enfoque integrador entre producción y conservación es fundamental para asegurar la viabilidad de los ecosistemas forestales, lo cual es crucial para asegurar la producción alimentaria y la generación de empleo a largo plazo en la región.
Los autores del trabajo, además de Santiago Toledo, son Guillermo Martínez Pastur y Julián Rodríguez-Souilla (Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ushuaia; y Pablo L. Peri del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA – UNPA – CONICET).
Documento completo disponible en [Repositorio INTA Digital]
[(*) Fuente: Boletín de precios Forestales para la región Patagonia N°16