Consumo responsable de productos de la pesca: cómo evitar intoxicación por marea roja
El Senasa brinda información clave sobre esta enfermedad con el fin de evitar intoxicaciones por el consumo de productos pesqueros.
Buenos Aires - Comienza la temporada de calor y algunas personas eligen pasar su tiempo libre en las zonas cercanas al mar. En estos casos, es probable que decidan consumir productos derivados de la pesca. Por tal motivo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informa acerca de la marea roja con el fin de cuidar la salud de las personas y evitar enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Las mareas rojas son fenómenos naturales que ocurren en los mares de todo el mundo. Son causadas por una masiva proliferación de algunas especies de algas microscópicas (microalgas) cuando determinados factores del medio ambiente (temperatura, luz, pH, disponibilidad de ciertos nutrientes, salinidad, entre otros) se tornan favorables para su multiplicación. Debido a que las microalgas poseen pigmentos, su acumulación sobre la superficie del mar puede ser visualizada como manchas de extensión variable.
La marea roja representa un peligro para la salud humana dado que organismos tales como moluscos bivalvos o gasterópodos pueden acumular las toxinas en su cuerpo al alimentarse de microalgas tóxicas y, al consumirlos, las personas pueden enfermarse.
A continuación, abordamos algunos de los posibles mitos en torno a este fenómeno
1 En el peor de los casos, la intoxicación por marea roja puede generar un problema gastrointestinal
Falso. La marea roja es potencialmente tóxica para el ser humano, pueden ocasionar un cuadro de intoxicación, cuya gravedad dependerá del tipo de toxina y de la dosis ingerida. La intoxicación suele manifestarse a través de un hormigueo en los labios, lengua, boca y cara; luego se extiende y se pierde la fuerza muscular (puede desencadenar en parálisis, dificultad respiratoria, náuseas, mareos y vómitos). Estos síntomas suelen aparecer dentro de los 30 a 60 minutos después de la ingesta, pero si los moluscos concentran una elevada cantidad de toxina, la intoxicación puede ser mortal, y desarrollarse en muy poco tiempo.
2 Las toxinas no producen cambios perceptibles a los moluscos
Verdadero. Tampoco producen cambios en su olor, color o sabor pero sí pueden afectar a quien los consuma.
3 Al preparar comidas con mariscos, la cocción o el fuego inactivan la toxina
Falso. Las toxinas no son inactivadas por la cocción, el agregado de vinagre o limón, o por el consumo de alcohol. Tampoco existen antídotos.
4 Comer mariscos es peligroso
Falso. Al igual que cualquier otro tipo de alimento, lo peligroso es comer un producto que no ha sido debidamente controlado. Los mariscos son alimentos sabrosos que aportan nutrientes de gran valor a nuestra dieta. Lo importante es que sepamos que no debemos consumir mariscos si no han sido previamente analizados.
5 Afecta a los peces
Falso. Solo afecta a los moluscos bivalvos (almejas, mejillones, cholgas, berberechos, ostras) o gasterópodos (caracoles de mar) que pueden acumular las toxinas en su cuerpo al alimentarse de microalgas tóxicas.
6 La tonalidad que adquiere el mar no solo es roja
Verdadero. También puede ser rojiza, parda o verdosa debido a que las microalgas poseen pigmentos de color variable que se acumulan sobre la superficie.
¿Cómo prevenir intoxicaciones?
Para evitar riesgos en la salud, el Senasa recomienda:
-No recolectar moluscos y/o mariscos en las playas para el consumo casero.
-Respetar las disposiciones, ordenanzas y avisos públicos de vedas a la extracción y consumo de moluscos.
-No adquirir preparaciones elaboradas con mariscos (conservas, ensaladas, paellas, etc.) en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica.
-No comprar mariscos frescos “al pie del barco”, en escolleras o los que puedan ofrecer recolectores no autorizados.
-No comprar moluscos que no cuenten con el correspondiente certificado sanitario emitido por un organismo oficial.
-Comprar o consumir mariscos solo en pescaderías, restaurantes o locales de comidas debidamente habilitados.