Confirman la eficiencia de los paneles solares instalados en la Antártida
Desde 2014 están operativos en la Base Marambio. Pese al clima extremo, esta instalación del Proyecto IRESUD presenta un rendimiento que abre la posibilidad para diversificar la matriz energética en el continente blanco.
Un convenio entre la Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina y el Consorcio público-privado IRESUD –del cual la CNEA toma parte desde su inicio– hizo posible la instalación de ocho paneles fotovoltaicos interconectados a la red eléctrica de la Base Antártica Marambio que se encuentran operativos desde diciembre de 2014.
Marambio es la mayor de las bases que posee nuestro país en la Antártida. Está ubicada en una pequeña meseta a 200 metros de altura sobre el nivel del mar, apenas encima del Círculo Polar Antártico. Por sus condiciones climáticas (las temperaturas allí llegan fácilmente a los 30 grados bajo cero con vientos de 120 km/h) se podría pensar que no es un buen lugar para colocar paneles solares fotovoltaicos.
Sin embargo, los paneles del Proyecto IRESUD alcanzaron notables niveles de desempeño en comparación con registros tomados de instalaciones similares en centros urbanos a lo largo de un año, llegando a producir el 60% de lo que se genera en lugares como Buenos Aires.
“Esta tecnología puede ser una excelente opción para evitar en parte el esfuerzo logístico y el costo económico que implica el traslado de combustible para generación eléctrica en la Antártida, contribuyendo además a disminuir la contaminación asociada a su quemado”, destaca el doctor Julio Durán, perteneciente al Departamento de Energía Solar de la CNEA.
El sistema instalado en la Base Marambio fue montado en los techos del edificio de la terminal de pasajeros. Cuenta con una potencia de 1,92 kW pico y se compone por ocho módulos fotovoltaicos de silicio de 240 W pico cada uno y un inversor de tensión para conexión a red de 1,5 kW.
“El sistema generó un total de 4.112 kWh en 36 meses, con un promedio de 1.650 kWh anuales”, señala el Ing. Hernán Socolovsky, integrante del Departamento de Energía Solar de la CNEA, que participó en el montaje y el monitoreo del sistema. Para entender ese dato, señala que el consumo anual promedio en Argentina de una vivienda unifamiliar es de 4.800 kWh y agrega que con una instalación de estas características, situada por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires, se llega a generar hasta el 60% de la electricidad consumida por una familia tipo.
En el marco de la Campaña Antártica de Verano 2017 - 2018 se realizarán verificaciones de rutina del funcionamiento de toda la instalación como parte de las actividades del Plan de Apoyo a la Actividad Antártica de la Fuerza Aérea Argentina a través de su Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID).
La CNEA y la energía solar
Hace más de 40 años que el Departamento Energía Solar de la CNEA lleva adelante actividades de investigación y desarrollo en el área de la energía solar fotovoltaica. Además de las aplicaciones terrestres y espaciales, el equipo de investigadores trabaja en dispositivos fotovoltaicos y técnicas de caracterización.
En el tercer piso del Edificio Tandar del Centro Atómico Constituyentes se encuentra una instalación de paneles solares desarrollada por la CNEA que generan unos 14.000 kWh al año que son inyectados a la red eléctrica del edificio, permitiendo reducir el consumo convencional.
El Departamento Energía Solar de la CNEA, junto con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y cinco empresas privadas, conformaron el Consorcio IRESUD que lleva realizadas más de 50 instalaciones en universidades, municipalidades y otros organismos públicos y privados de 16 provincias, entre las que se encuentra la de la Base Marambio.
Como continuación de estas actividades comenzó a ponerse en marcha el proyecto "Redes inteligentes", que plantea una nueva generación de redes de energía que contemplen el uso de generación eléctrica distribuida a partir de energías renovables, en especial energía solar fotovoltaica, incorporando la infraestructura de comunicación, gestión de datos de información y elementos de control y seguridad a las redes de distribución existentes.