Confirmación de equinos con estomatitis vesicular en Magdalena
Esta enfermedad puede ocasionar pérdidas en la producción y requiere de su diferenciación con la fiebre aftosa, por producir lesiones similares, como vesículas en la boca o en las patas de los animales afectados.
Buenos Aires, 13 de noviembre de 2018 – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó el diagnóstico positivo de dos equinos con estomatitis vesicular, en el departamento de Magdalena de la provincia de Buenos Aires.
El análisis en del Laboratorio Nacional de Referencia del Senasa, permitió confirmar la presencia del virus de estomatitis vesicular serotipo Indiana, en las muestras tomadas el pasado 8 de noviembre a los dos equinos hallados con signos clínicos compatibles a esta enfermedad.
Cabe destacar que hasta el momento, no se han evidenciado vínculos epidemiológicos con otros establecimientos, y esta posibilidad se considera poco probable dado que los equinos afectados permanecieron en su predio durante un tiempo mayor al período de incubación de la enfermedad, y no convivían con animales de otras especies susceptibles (porcinos, bovinos y en menor medida, caprinos y ovinos).
Anteriormente, este virus había circulado por la República Argentina en 2015 y 2016, cuando se presentaron casos de enfermedad en vacas lecheras.
La estomatitis vesicular es una zoonosis, es decir, se transmite de los animales a las personas, en las que ocasiona una enfermedad similar a la gripe, con síntomas como fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza y debilidad. En algunos casos, pueden aparecer vesículas orales similares al herpes labial. La recuperación ocurre en un lapso de cuatro a siete días sin mayores complicaciones.
Una vez que se ha introducido en un rodeo, la estomatitis vesicular se puede propagar de animal a animal por contacto directo, aunque también pueden infectarse por la exposición a “fómites” contaminados, como pueden ser los alimentos, el agua y las máquinas de ordeño. Además, puede transmitirse a través de insectos vectores (mosquitos, moscas o flebótomos).
Esta enfermedad puede ocasionar pérdidas importantes en la producción y requiere de su diferenciación con la fiebre aftosa, por producir lesiones similares, como vesículas en la boca o en las patas de los animales afectados. Las lesiones también pueden estar presentes en patas, ubre y prepucio. Debe tenerse en cuenta que la salivación excesiva es a menudo el primer síntoma, ya que la detección temprana es la medida más efectiva para limitar su difusión.
Ante la observación de vesículas, pápulas, erosiones o úlceras, especialmente alrededor de la boca, se solicita dar aviso inmediato a la oficina del Senasa más cercana, o llamar al (011) 4121 5405/11, a fin de poder evaluar cualquier sospecha de enfermedad.