El evento contó con la participación de delegaciones de más de 30 países, entre ellos Francia y Portugal, que asistieron como naciones invitadas. Se decidió no invitar a Venezuela ni a Nicaragua debido a su alejamiento de los principios democráticos y de cooperación internacional.

Durante los cuatro días de Conferencia se llevaron a cabo 74 reuniones bilaterales, enfocadas en la consolidación de acuerdos de alcance hemisférico.
En su discurso, Petri reafirmó el histórico reclamo argentino sobre la soberanía de las Islas Malvinas: “Cumplo con las instrucciones del presidente de la Nación para reposicionar a la República Argentina en asuntos estratégicos globales. Nuestros reclamos territoriales, como la soberanía sobre las Islas Malvinas y el Atlántico Sur, son irrenunciables. No obstante, continuaremos trabajando con todos los actores presentes para contribuir a la paz y la estabilidad global”.

Durante la Conferencia, los ministros debatieron sobre temas de actualidad global, destacándose las tensiones geopolíticas, la integridad territorial, la defensa de Israel frente al terrorismo y la situación política en Venezuela.

Al cierre de la Cumbre, se firmó la “Declaración de Mendoza”, un documento que reafirma los compromisos asumidos, fortalece la confianza mutua y promueve el diálogo sincero entre las naciones. Se destacó la necesidad de respuestas conjuntas frente a amenazas compartidas que comprometen la seguridad y estabilidad regional.

Desde la postura argentina, se subrayó la importancia de robustecer los sistemas de defensa a través de la cooperación en inteligencia artificial (IA), ciberdefensa y la gestión de emergencias y desastres climáticos en todo el continente americano.

En su discurso inaugural, Petri remarcó la urgencia de actuar de manera conjunta frente a los desafíos multidimensionales que enfrenta el hemisferio y el mundo: “Como Ministros de Defensa de las Américas, enfrentamos nuevas responsabilidades y desafíos críticos. Estamos viviendo tiempos de guerra que nos obligan a reconsiderar las reglas del sistema internacional. Debemos elegir entre fortalecer un sistema basado en los principios de libertad, democracia y dignidad humana, o permitir el avance de dictaduras y autocracias que buscan socavar nuestras democracias”.

El Ministro también condenó con firmeza las autocracias en la región, con especial énfasis en Venezuela, y resaltó la necesidad de defender un sistema internacional basado en la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Petri reiteró la condena de Argentina a la invasión rusa en Ucrania y subrayó que el hemisferio occidental no es ajeno a los conflictos que amenazan la estabilidad global: “Ucrania lucha por su integridad territorial e Israel por su derecho a existir; ambos lo hacen por su supervivencia”. Esta postura fue respaldada por Canadá, Estados Unidos, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Guatemala.

Posteriormente, Petri mantuvo reuniones bilaterales con ministros y delegaciones de Estados Unidos, Haití, Canadá, República Dominicana, Ecuador, Chile, Paraguay, Brasil, entre otros, así como con organismos internacionales. Los encuentros se centraron en fortalecer la cooperación en defensa y seguridad, abordando desafíos comunes en la región.

En su reunión con Paraguay, Petri agradeció la invitación para que veteranos de la Guerra de Malvinas participen como expositores en la Escuela de Guerra de ese país. También se discutió la reanudación del ejercicio combinado “Lazo Amigo” y la cooperación en áreas transfronterizas. Argentina ofreció su apoyo para la reparación y mantenimiento de equipos militares paraguayos a través de empresas públicas y privadas.

Durante la bilateral con Chile, se destacó el regreso de Argentina al ejercicio “Unitas”. Con República Dominicana, se firmó un Memorando de Entendimiento sobre cooperación industrial y tecnológica en defensa, que incluyó una visita conjunta a la IV Brigada Aérea para la presentación del avión IA-63 Pampa Serie III Bloque 2. Argentina también ofreció asesoramiento técnico para la creación de liceos militares en República Dominicana.

El ministro reafirmó el compromiso de Argentina con Haití en materia de asistencia humanitaria y ofreció apoyo en la formación de personal militar: “No podemos ignorar las complejas condiciones que enfrenta Haití, un país que enfrenta enormes desafíos en términos de seguridad, estabilidad política y desarrollo social”.

En una conferencia de prensa junto a sus homólogos de Perú, Paraguay y Guatemala, Petri subrayó la necesidad de actualizar los marcos normativos que limitan el accionar de las Fuerzas Armadas en las zonas de seguridad fronteriza, especialmente en la lucha contra el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas y el terrorismo. También destacó la importancia de la cooperación con países vecinos para compartir información y realizar operaciones conjuntas de inteligencia.

En la ceremonia de clausura, los ministros firmaron la “Declaración de Mendoza”, reafirmando el compromiso con la defensa de los valores democráticos, la seguridad y la paz regional. Los países acordaron reforzar la lucha conjunta contra el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas, el tráfico de armas, los ciberataques, la pesca ilegal, la minería ilegal y los flujos migratorios irregulares.

En su discurso final, Petri reiteró la condena de Argentina a la invasión rusa en Ucrania y defendió el derecho de Israel a protegerse de ataques terroristas: “Nos despedimos con la certeza de que nuestros debates han consolidado la voluntad de actuar de manera conjunta y coordinada. Al fortalecer nuestras defensas, fomentar la cooperación tecnológica y consolidar la unidad regional, enviamos un mensaje claro al mundo: las Américas están comprometidas con la paz, la estabilidad y la seguridad”.

Finalmente, se confirmó que Perú asumirá la Secretaría Pro Tempore para la XVII CMDA en 2025/2026, y Estados Unidos será sede de la XVIII conferencia en 2027/2028, asegurándose así la continuidad del mecanismo multilateral durante los próximos cuatro años. Un logro importante alcanzado en esta cumbre fue, justamente, garantizar la continuidad de este canal de diálogo entre las naciones de nuestro continente, algo que no ocurría con anterioridad y que resalta ahora la vocación de compartir experiencias en el debate de los desafíos que se plantean en la región.