Presidencia de la Nación

Cinco exposiciones nuevas en el Centro Cultural Borges

Las propuestas incluyen esculturas, pinturas, instalaciones, arte textil, fotografías y mucho más.

El Centro Cultural Borges, dependiente de la Secretaría de Cultura del Ministerio de Capital Humano, inauguró el sábado 14 sus nuevas cinco exhibiciones de artes visuales. Se pueden visitar de miércoles a domingo de 14 a 20 en Viamonte 525, esquina San Martín (CABA).

El artista Andrés Sobrino, Grabiel Valansi (curador de fotografía del Borges), los artistas Marcela Astorga y Leo Vinci, Julieta Penedo (coordinadora de Planificación y Programación del Borges), Mariángeles Zamblera (coordinadora de Producción del Borges) y el director del Borges, Alberto Negrin en la inauguración de las cinco muestras de artes visuales en el centro cultural. Foto Soledad Amarilla.
El artista Andrés Sobrino, Grabiel Valansi (curador de fotografía del Borges), los artistas Marcela Astorga y Leo Vinci, Julieta Penedo (coordinadora de Planificación y Programación del Borges), Mariángeles Zamblera (coordinadora de Producción del Borges) y el director del Borges, Alberto Negrin en la inauguración de las cinco muestras de artes visuales en el centro cultural.

“La inauguración en simultáneo se debe a que, cada dos meses, hacemos un cambio de espacios y tratamos de que coincidan para hacer esta reunión entre grupos de artistas, que estén todos presentes y poder invitar al público y a los amigos”, contó el director del Centro Cultural Borges, Alberto Negri, durante la inauguración de las cinco muestras que se presentaron hoy, en la que estuvieron presentes los artistas Leo Vinci, Marcela Astorga, Andrés Sobrino, Paulo Fast. En tanto que Marcela Cabutti y Matías Maroevic no pudieron asistir por encontrarse fuera del país.

Sobre la selección de las muestras, Negrin explicó: “Vamos eligiendo las según el espacio: hay una sala grande dedicada a artistas consagrados, los escultores van en el primer piso, en el espacio circular. Los fotógrafos los elegimos de común acuerdo con el curador del área, Gabriel Valanci. En el espacio audiovisual, programamos películas documentales sobre artistas argentinos. Convocamos, nos juntamos, proponemos y avanzamos”.

Te dejamos la información de cada muestra y testimonios de todos los artistas.

“Muestrario”, de Andrés Sobrino.
“Muestrario”, de Andrés Sobrino.

Muestrario, de Andrés Sobrino

Una instalación que desarrolla cinco espacios a modo de capítulos que reflejan la manera en que el artista concibe sus obras. Cuatro de ellos funcionan como dispositivos o exhibidores, y el restante es un espacio abierto. Todos ellos, a modo de muestrario, hablan sobre el trabajo proyectual de Sobrino.

Las claves de estos planteos están en el entorno urbano, su fuente más eficaz de inspiración. El artista recorta las zonas que su interés puntualiza, acentúa y desarrolla, apropiándose, redefiniendo y ahondando en la conformación de símbolos, signos y señales, que cuestiona y pone en evidencia. La economía de recursos, el uso de materiales industriales y el color no manipulado dan un mayor grado de síntesis y libertad a sus principios de ordenación constructivos.
Espacio Borges, segundo piso.

Andrés Sobrino, por él mismo. Gentileza del autor.
Andrés Sobrino, por él mismo. Gentileza del autor.

Andrés Sobrino

-¿Qué lo llevó a realizar la instalación Muestrario?
-Esta instalación es un muestrario de lo que sucede cuando uno entra a mi taller: se puede ver como los trabajos, siempre a la vista, se superponen formando nuevas versiones de sí mismos y otras combinatorias posibles. Los trabajos de años anteriores se redefinen frente a los más recientes y el más nuevo, el último en ser pintado, le suma coherencia al resto. Es en el taller donde queda a la vista la idea de una obra en continuo para dar lugar a una nueva edición de relaciones formales y cromáticas. No hay obra anterior o una obra en particular, se lee el conjunto como una obra única. Esta idea es la que intento trasladar en forma de muestrario al Centro Cultural Borges, aprovechando la configuración del espacio dispuesto, conformado en cuatro exhibidos o paneles y un espacio abierto a modo de sala.

-¿Qué significa para usted exponer en el Centro Cultural Borges?
-El Centro Cultural Borges es uno de esos espacios emblemáticos, con una historia que quizás no es tan conocida: aquí funcionó la primera sede del Museo de Bellas Artes y en los años noventa fue un lugar de encuentro y semillero del arte contemporáneo local; fue sede de la Beca Kuitca de donde surgieron muchos artistas que hoy sigo con admiración. En esa época no me dedicaba a ser artista, pero este era uno de esos lugares desde donde me vinculaba con el arte, mi semillero. Con el tiempo llegué a este espacio como artista participando de la muestra Punto, línea y curva (colectiva), curada por Philippe Cyrulnik en 2011 y unos años después con Muestrario.

“Secuencial”, de Marcela Astorga.
“Secuencial”, de Marcela Astorga.

Secuencial, de Marcela Astorga

Un trabajo que surge a partir de la idea de que las telas o ropas que nos cubren funcionan como una membrana protectora y que, en el roce con los cuerpos, se funden en una misma vivencia dejando impresa sus huellas. Desde esa metáfora, la artista decide desarticular los hilos negros, quizás símbolos de las heridas que lo habitan y presentar un tejido desarmado, que queda expuesto en sus tramas y suspendido sobre pulidas estructuras de hierro inspiradas en el diseño modernista, friccionando con el estilo arquitectónico del espacio donde la obra es exhibida.
Octógono, segundo piso.

Marcela Astorga, por Santiago Benítez. Gentileza Marcela Astorga.
Marcela Astorga, por Santiago Benítez. Gentileza Marcela Astorga.

Marcela Astorga

-¿Qué la llevó a realizar esta obra?
-Secuencial fue pensada a partir de instalaciones textiles que vengo realizando, en las que supongo que esas telas cubrieron cuerpos, fueron otra piel y en ellas quedó su registro, sus huellas, su memoria. Entonces decido sacar los hilos negros, uno por uno, como si fueran la inscripción de sus heridas. Y así, destramadas, decido colocarlas sobre estructuras de hierro que remiten a un diseño modernista; oponiéndose al estilo arquitectónico del centro cultural. La disposición de cada una de las partes que conforman la instalación está pensada para que vayan armando un paisaje en el recorrido del visitante.

-¿Qué significa para usted exponer en el Centro Cultural Borges?
-Una de las razones por las cuales me interesa construir imágenes es que tengan visibilidad. De cierta manera, es allí donde concluye el trabajo, frente a otro que observa o interactúa. Creo que el Centro Cultural Borges es un buen sitio para que esto ocurra, por la afluencia de públicos interesados. Considero importante que las instituciones estatales lo posibiliten, que sean facilitadoras de otras maneras de conocimiento.

“Nosotros”, de Leo Vinci.
“Nosotros”, de Leo Vinci.

Nosotros, de Leo Vinci

Leo Vinci impregna las obras con sus vivencias. En su trabajo, los retratos de los cuerpos nunca son concebidos como una mera representación de los rasgos que vemos. Por el contrario, el artista aborda sus esculturas imaginando cómo cada hecho, cada circunstancia de la vida, nos va marcando, nos va escindiendo o deformando.
Primer piso.

El artista Leo Vinci el día de la inauguración de “Nosotros” en el Centro Cultural Borges. Foto Soledad Amarilla.
El artista Leo Vinci el día de la inauguración de “Nosotros” en el Centro Cultural Borges. Foto Soledad Amarilla.

Leo Vinci

-¿Qué lo llevó a realizar las obras que componen la muestra Nosotros?
-Yo no me propongo hacer una serie de cabezas, yo trabajo. Y seguramente que entre una y otra, hice otra cosa, por lo tanto no puedo decir nada coherente en el sentido de que una tiene que ver con la otra. Luego, finalmente, tienen que ver una con la otra, pero por otro motivo. El motivo es que yo no trabajo en escultura en función estética ni en una forma representativa de la realidad. La obra que yo hago y la de muchos creadores, está ligada más a una necesidad interior de expresar un estado de ánimo, un pensamiento, que está ligado a la realidad que vivimos todos. Mi realidad, que en el fondo es la misma realidad que tenemos todos los que habitamos este lugar y este tiempo histórico, como lo repito siempre. Ahora bien, en el caso de las cabezas, el sentido en el que están colocadas responde a cosas que fui sintiendo, pero siempre metafóricamente, porque la metáfora, en la expresión creadora en general, es la mejor mentira para decir la verdad más profunda. En cada caso, hay una búsqueda no demasiado intelectual ni pensada, es más bien sentida. La sensación de lo que me va sucediendo, de lo que voy pensando, genera formas que adquieren diversidad de imágenes distintas. Esta es mi característica. No represento nada, sino que presento imágenes ligadas a la realidad que nos invade y que nos condiciona. El planteo mío es absolutamente existencial.

“La piedra que predice”, de Marcela Cabutti.
“La piedra que predice”, de Marcela Cabutti.

La piedra que predice, de Marcela Cabutti

Un trabajo que explora la relación profunda entre el espacio, el tiempo y la intuición. Con una obra que conjuga lo artesanal con la reflexión conceptual, Cabutti invita a adentrarnos en un universo donde la piedra se convierte en un oráculo, un punto de conexión con la sabiduría ancestral y la fragilidad de la naturaleza.

En esta exposición, la artista ofrece una lectura poética de la piedra como un elemento que vibra, que late, que se transforma a través de la erosión y el paso del tiempo. Sus piezas, elaboradas con materiales como ladrillo y cristal, evocan formas arquitectónicas y orgánicas, dialogando con el espacio de una manera sutil pero contundente.
Espacio Berni, segundo piso.

Marcela Cabutti, por Gustavo Barugel. Gentileza Marcela Cabutti.
Marcela Cabutti, por Gustavo Barugel. Gentileza Marcela Cabutti.

Marcela Cabutti

-¿Qué la llevó a realizar esta obra?
-Es el cuerpo de obra en el que estoy trabajando desde hace varios años y que tiene que ver con un territorio antiguo, precámbrico, que se encuentra en las sierras de Balcarce, en la provincia de Buenos Aires. Lo que hice fue una continuación de lo que vengo desarrollando, pero lo hice en función del espacio del lugar. Entonces fui construyendo un relato a partir de la sala y fui hilvanando historias espacialmente, que es como yo trabajo. La soga va vinculando todo el relato de la muestra.

-¿Qué significa para usted exponer en el Centro Cultural Borges?
-Lo que me interesó de exponer o de armar esta muestra en el centro cultural tiene que ver con la dimensión y la forma de la sala, que para mí siempre son desafíos. La sala es casi una pieza más de la muestra. Entonces, lo que no quería era trabajar con obras que ya tenía; salvo el video, que es introductorio al territorio donde estoy trabajando, el resto de las piezas se fueron construyendo en relación al espacio. Eso para mí fue importante de tener y de destacar del Centro Cultural Borges.

“Filo”, de Matías Maroevic y Paulo Fast.
“Filo”, de Matías Maroevic y Paulo Fast.

FILO, de Matías Maroevic y Paulo Fast

Curador: Gabriel Valansi
Fiel a su premisa inicial en cuanto a transitar los bordes de sentido del lenguaje fotográfico, el espacio Bokeh expone la potente obra de estos dos jóvenes artistas argentinos. Ambos describen con imágenes directas la cara y contracara de esa clase de noche que se oculta en los pliegues de lo cotidiano, y que solo brilla bajo luces perturbadoras e imperceptibles.
Espacio BOKEH (ぼけ).

Paulo Fast, por Victoria Sánchez Naughton. Gentileza Paulo Fast.
Paulo Fast, por Victoria Sánchez Naughton. Gentileza Paulo Fast.

Paulo Fast

-¿Qué lo llevó a sacar las fotos que componen la muestra Filo?
-No tengo mucha idea de porqué saco fotos. En algún momento, podía llegar a decir que era porque me gustaba o, si me quería hacer el interesante, que los motivos involucraban de alguna manera directa o indirecta a la necesidad; pero creo que si soy honesto debería decir que fotografiar es una de las pocas cosas que, al día de hoy, me siento bien haciendo. Por otro lado, cuando empezás una serie de fotos, al menos en mi caso, me gusta como la idea inicial termina transformada por la puesta en práctica, los problemas de todo tipo y la fluctuación de mi propia energía. Lo que termina dando como resultado algo muy parecido a cómo el vivir se manifiesta más allá de nuestras preferencias y desagrados. Esa es la foto que más me interesa.

Matías Maroevic. Gentileza Matías Maroevic.
Matías Maroevic. Gentileza Matías Maroevic.

Matías Maroevic

-¿Qué lo motivó a capturar las fotografías que componen la muestra Filo?
Las fotografías que conforman la muestra FILO son el resultado de un archivo en constante construcción, un trabajo acumulativo que abarca distintas épocas. Este proyecto ha sido posible gracias al aporte de Lorena Alfonso y a la mirada crítica de Gabriel Valansi, quien me invitó a dialogar con Paulo Fast en el marco de esta exposición. A través de la imagen, Filo es un intento de ser coherente con mi tiempo y mi generación. Impulsado por mostrar otros personajes, escenografías y paisajes no tan representados ni visibilizados, de la cultura queer underground de Buenos Aires.

-¿Qué significa para usted exponer en el Centro Cultural Borges?
-Que existan espacios de fotografía contemporánea en Buenos Aires, Argentina, es vital. Es necesario que gente con la visión y misión como la que tiene Valansi, pueda dar posibilidad de visibilizar otro modo de ver la fotografía e imagen, para ampliar la perspectiva de lo que se veía hasta hoy. Por lo tanto, esto significa que es un avance que el Centro Cultural Borges entienda eso. Y estoy agradecido de poder seguir trabajando con gente que respeto y admiro.

Entrada libre y gratuita.

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