Ana María Stekelman: “La fusión se hace desde adentro”
La coreógrafa y pionera en fusionar tango y danza contemporánea brinda un laboratorio de creación en el Centro Cultural Borges que culminará con un apertura al público el jueves 27.
“Es la primera vez que se dan clases de composición de tango. Se suelen hacer clases de composición de danza moderna o de puesta en escena. Lo que quiero con este laboratorio es mostrar a los bailarines que el tango tiene muchas posibilidades, está muy abierto”, arranca Ana María Stekelman para explicar el Laboratorio Tango Moderno, una experiencia de investigación coreográfica que viene desarrollando durante julio en el Centro Cultural Borges y que culminará el jueves 27 a las 18.30 h con una apertura de trabajos al público.
Stekelman es una reconocida coreógrafa y pionera de la fusión del ballet contemporáneo y el tango, fundadora del Ballet Contemporáneo y del Taller de Danza del Teatro San Martín y creadora de la disruptiva y exitosa Compañía Tangokinesis.
Con Piazzolla, Juan Carlos Copes, Eladia Blásquez y hasta Stanley Kubrik como inspiración, Ana María propone enseñar “las distintas formas que puede tomar el tango, aparte de sus pasos clásicos y netamente propios”. El objetivo es mostrar que *“se pueden componer cosas más más complejas, más interesantes, más expresivas para salir un poco del cliché del tango e ir entrando en otras partes. Todas las artes se han fusionado. Me encanta la fusión, pero no la mezcla”, asevera la también bailarina que a sus 78 años sigue trabajando con pasión para la danza.
Con Nora Robles y Pedro Calveyra como asistentes, el laboratorio se propone así profundizar en la evolución del tango y explorar sus infinitas posibilidades de cambio en el género sin perder su esencia. En el foro se aborda la improvisación, musicalidad, forma, espacio y calidades, que Stekelman asegura que son miles.
“Lo que les digo a los estudiantes es que ‘mezcla no, mezclar dos cosas no”. La fusión es algo que se hace desde adentro. Desde chica estudié danza contemporánea y ballet clásico. A los 18 tuve la suerte de ver a Juan Carlos Copes en Nueva York. Desde ahí me empezó a gustar el tango muchísimo. Recién a los 40 años hice una obra que se llamó ‘Jazmines’ y después creé el grupo Tangokinesis porque ya se me habían fusionado dentro mío los dos lenguajes. La propuesta es que los estudiantes puedan sentir el tango como un lenguaje más libre y abierto”.
Stekelman se formó en la Escuela Nacional de Danzas, que en 1958 incorporó la danza contemporánea en su programa. Bailó en el Ballet Nueva Danza, dirigido por su maestra Paulina Ossona y obtuvo una beca para estudiar en la escuela de danza de la estadounidense Martha Graham. Tiempo después empezó a trabajar con el coreógrafo Oscar Aráiz y luego se integró al grupo de ballet del Teatro General San Martín, que también dirigió por algunos años.
“Todos los lenguajes artísticos se pueden ampliar. Lo difícil es que no pierdan su esencia en el camino. El tango tiene muchos elementos: hay músicas, letras, danzas, un folk propio, una cultura tanguera, que se puede ampliar. Un ejemplo muy claro es Piazzolla. Él no viene de una lechuga, viene de Troilo y de Bach”.
Del Laboratorio participan 21 parejas y hay más en lista de espera. “Quiero destacar a los bailarines que participan – enfatiza Stekelman- Trabajan con mucha concentración y felicidad, que eso es divino. Nos estuvimos ocupando de ablandar el tango y también de las calidades, que son miles, pero que empezamos con cortado y ligado. Crearon cosas muy interesantes que mostraremos ante el público en la última jornada”.
Fotos: Gentileza del Centro Cultural Borges/Jesica Echarri