El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que conduce Juan Cabandié, presentó los avances en la eliminación de PCB (bifenilos policlorados) a nivel nacional durante el evento “Programa global para limpiar los PCB antes de los plazos de 2025/2028 establecidos del Convenio de Estocolmo”, en el marco de la Triple COP de los convenios internacionales de Basilea, Rotterdam y Estocolmo que se llevó a cabo en Ginebra, Suiza.

Durante la jornada se expusieron los avances al respecto, además de una evaluación de necesidades de acceso a fondos internacionales para eliminar los PCB, y las agencias de Naciones Unidas junto a algunos países presentaron sus experiencias y lecciones aprendidas.

En representación de Argentina, participó de la conferencia Agustín Harte, coordinador de la Unidad de Sustancias y Productos Químicos de la Dirección Nacional de Sustancias y Residuos Peligrosos, perteneciente a la Subsecretaría de Fiscalización y Recomposición, de la cartera ambiental de la Nación, con una exposición sobre las políticas públicas del país relacionadas con el tratamiento y eliminación de los PCB durante los últimos 20 años. Allí habló sobre la evolución del marco normativo, los proyectos y su integración con las políticas nacionales.

Harte también explicó que hasta 2021 se eliminaron más de 56.000 toneladas de residuos contaminados con PCB, la mayoría mediante la técnica de decloración, por ser de baja concentración. En cambio, los residuos con PCB de alta concentración que no pueden tratarse en el país, fueron exportados para su eliminación. Se estima que quedan aún entre 10.000 y 15.000 toneladas de PCB, de las cuales 5.000 se prevén eliminar mediante el proyecto con financiamiento internacional (GEF) “Gestión ambientalmente racional de contaminantes orgánicos persistentes, mercurio, y otras sustancias peligrosas en Argentina”.

Dentro de las acciones previstas en el marco de este proyecto, se encuentran la actualización del inventario nacional de existencias de PCB; el desarrollo de una estrategia nacional para cumplir con los objetivos y plazos del Convenio de Estocolmo y actualización del Plan de implementación nacional; la eliminación de residuos contaminados con PCB en manos de organismos de Gobierno nacional y locales, así como capacitaciones, sensibilización y mejora de las capacidades locales para la gestión ambientalmente racional de los PCB.

Por último, Harte resaltó la importancia del financiamiento internacional como catalizador de los esfuerzos nacionales y de las acciones sostenibles para obtener resultados a largo plazo; la necesidad de regulaciones efectivas y su revisión periódica, así como de mayor apoyo para los países en desarrollo en lo que respecta a tecnologías, desarrollo de capacidades nacionales y asistencia financiera. Mencionó también la importancia de realizar intervenciones específicas para obtener mejores resultados, y el compromiso de todas las partes interesadas.