Almirante Segundo Storni: figura fundamental en la visión geopolítica de nuestro país
Planteó que nuestro país debía contar con bases navales, puertos de aguas profundas, flota de mar, flota mercante, flota pesquera y astilleros para la fabricación de buques. Falleció el 4 de diciembre de 1954.
Segundo Storni nació en Tucumán el 16 de julio de 1876. Por su mirada tan específica en el planteo geopolítico del país, en diciembre de 2003 mediante la Ley N°25.860 fue instituida esa fecha como Día de los Intereses Argentinos en el Mar.
Storni egresó de la Escuela Naval Militar el 29 de diciembre de 1894 y desde entonces estudió con esmero el patrimonio que concentra el Mar Argentino. Sensible al paradigma naval de la época, analizó su importancia como fuente de riquezas y vías de comunicación. Así, propició la necesidad de consolidar en la mentalidad de los argentinos la conciencia marítima con base científica.
A principio del siglo pasado, Storni observó los puntos marítimos estratégicos que se mantienen hasta hoy en plena vigencia: las Islas Malvinas, la Antártida Argentina, el Mar Territorial y las pesquerías y la plataforma continental, enfatizando en el desarrollo de la Defensa Nacional, el Derecho del mar, la explotación sustentable de los recursos naturales, la industria naval y la Marina Mercante nacional.
Escribió su obra “Proyecto de Régimen de Mar Territorial” en 1911; y en 1916 dictó dos conferencias que tuvieron gran gravitación histórica: “Razón de ser de los intereses argentinos: factores que facilitan u obstaculizan el desarrollo del poder naval de la Nación” y “Política Naval Argentina: problemas de la Defensa Nacional por el lado del mar”. Estas dos conferencias fueron publicadas por primera vez ese año como libro bajo el título «Intereses Argentinos en el Mar».
En 1926 escribió “El Mar Territorial” que también planteó la temática del régimen jurídico en el mar de nuestro país, siendo las bases para impulsar la discusión sobre la soberanía marítima argentina. Ambos trabajos fueron abordados en la Conferencia de Codificación del Derecho Internacional que se reunió en La Haya en 1930, y también años después en la Primera, Segunda y Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
En la década del ‘30 Storni formó parte del grupo de militares que impulsaron el desarrollo de la industria nacional por considerarla fundamental para la Defensa. Fue uno de los fundadores, junto con Adolfo Holmberg, Ezequiel Paz y Ángel Gallardo, del Instituto Oceanográfico Argentino en Mar del Plata. Sobre este particular, cabe aclarar que Storni tuvo una visión más abarcativa, que incluía la necesidad de desarrollar los intereses marítimos en lo relativo al transporte marítimo por mano propia y la industria pesquera, con todas sus industrias de apoyo.
Storni también fue quien planteó el concepto geopolítico del “Poder Naval”. La Argentina, con miles de kilómetros de costa marítima, debía contar con bases navales, puertos de aguas profundas, flota de mar, flota mercante, flota pesquera y astilleros para la fabricación de buques. Para él, un país sin poder naval no podía aspirar a ser una potencia de primer orden. En 1935 fue uno de los fundadores de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires; y en 1943, cuando el mundo atravesaba la Segunda Guerra Mundial, Storni fue designado como Ministro de Relaciones Exteriores.
Este oficial de la Armada Argentina que transcendió a su tiempo, valoró la importancia de vivir en un mundo oceánico, donde el 75% de la superficie terrestre está constituida por agua y más del 60% de la población mundial vive en el ámbito costero.
En el caso de nuestro país, en la pasada década, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) –órgano técnico creado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), con sede en Naciones Unidas (Nueva York)– aprobó la presentación de Argentina que ha realizado un profundo y acabado trabajo científico y técnico que le permitió fijar el límite exterior de su plataforma continental. Este trabajo brinda certeza sobre la extensión geográfica de nuestros derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y subsuelo en más de 1.782.000 km² de plataforma continental argentina más allá de las 200 millas marinas, que se suman a los aproximadamente 4.799.000 km² comprendidos entre las líneas de base y las 200 millas marinas.
Resulta apropiado transcribir el pensamiento que sintetiza la visión del Almirante Segundo R. Storni, y preocupación por el quehacer marítimo, pensamiento que hoy mantiene plena vigencia pese a haber transcurrido más de noventa años de su declaración por parte de este ilustre marino: «La política naval es, ante todo, una acción de gobierno, pero es indispensable, para que tenga nervio y continuidad, que sus objetivos arraiguen en la Nación entera, que sean una idea clara, un convencimiento de las clases dirigentes y una aspiración constante de todo el pueblo argentino».
El Almirante Storni falleció el 4 de diciembre de 1954, pero su obra sobre los intereses argentinos en el mar, trasciende hasta nuestros días, constituyéndose en material de consulta importante en materia de defensa e intereses marítimos.
Los Intereses Marítimos para la Armada Argentina
La doctrina naval de Storni continúa vigente. En la Armada Argentina, la Dirección de Intereses Marítimos se encarga de alentar y contribuir al desarrollo de los intereses nacionales en el mar, promoviendo la formación de una conciencia marítima en los distintos niveles de la sociedad, asesorando a las autoridades nacionales y a las diversas organizaciones que integran el ámbito marítimo.
En ese camino, procura generar las condiciones necesarias para el adecuado desenvolvimiento de las actividades relacionadas con los puertos, la industria naval y la Marina Mercante. Participa en las actividades relacionadas con la Organización Marítima Internacional (OMI) y desarrolla las acciones contribuyentes para asegurar el acceso a los recursos renovables y no renovables, ubicados en el lecho y subsuelo del mar.
La Escuela Nacional de Náutica, la Escuela Nacional de Pesca y la Escuela Nacional Fluvial, conforman la base de la formación de esos hombres y mujeres de mar que dedicarán su trabajo al transporte del comercio exterior de la Nación, durante el cual el cuidado y la preservación del medio ambiente marino y sus elementos es un compromiso permanente.