Buenos Aires– Una de las claves para no estar cansados durante el día es mantener una alimentación saludable. A veces, resulta una tarea difícil teniendo en cuenta las dificultades que se presentan por la falta de tiempo en la velocidad cotidiana de nuestros días.

Anteriormente, la aparición de las almendras en los platos de comida se hacía notar en las festividades de fin de año, en confiterías a través de budines, bombones y tortas, o en helados y confitados. Con el acceso de información creciente entre las personas y un aumento de conciencia en el cuidado de la salud, las almendras empezaron a ser parte de la dieta no solamente entre los deportistas, sino que también en personas comunes.

La almendra es un fruto seco de cáscara dura y quebradiza de color marrón-beige que se obtiene del Prunus amygdalus (Batsch), más conocido como “almendro”. Es un árbol que alcanza hasta diez metros de altura y su cultivo es originario de China y Asia central.

En Argentina, las principales provincias productoras son Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, Rio Negro y Neuquén. En tanto que los principales destinos de exportación son la Federación Rusa, Uruguay, Francia y España.

El cultivo de nuestro país presenta la ventaja de estar entre los cinco países libres de sharka's, grave enfermedad viral que obliga a erradicar las plantaciones afectadas.

En la actualidad, pueden encontrarse almendras en el mercado durante todo el año, ya sean empaquetadas, enlatadas, con cáscara, peladas, crudas y/o tostadas. Una ración de 25 g de almendras sin cáscara aporta el 42 % de las ingestas diarias recomendadas de vitamina E. A su vez, tiene proteínas, ácidos grasos, monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fibra, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, potasio, vitamina E, riboflavina, tiamina, niacina, y folatos.

Para que sea posible que lleguen al consumidor, los productores que realizan su tráfico federal deben contar obligatoriamente con el Documento de Tránsito Vegetal electrónico (DTV-e) que ampara el movimiento de algunos productos de origen vegetal en el territorio nacional. Este es autogestionado a través del Sistema Integrado de Gestión DTV (SIGDTV) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). La almendra tiene la ventaja de poseer durabilidad sin pasar por alguna cámara de frío.

Un consumidor informado aporta al desarrollo de la cadena agroalimentaria, a través de su elección en los productos que presentan los datos precisos para verificar la inocuidad de los mismos. De esta forma, y de manera concatenada, todos aportan un valor agregado para tener una población sana y productiva.