Alberto Gandulfo: "El microcrédito es una herramienta para generar inclusión social"
El Titular de la Comisión Nacional de Microcrédito, Alberto Gandulfo, explicó el alcance de los microcréditos y dialogó sobre los principales objetivos de la CONAMI.
1-¿Cuáles son los principales ejes de gestión de la CONAMI?
-Dentro de la estrategia del ministerio, además de la lucha contra el hambre y la necesidad de apostar al trabajo, surge con fuerza el problema del endeudamiento de los sectores populares. La instrucción que tenemos de parte del ministro es desarrollar un sistema de financiamiento no bancario, masivo, aún a aquellos productores y trabajadores que no están organizados o que están padeciendo una situación de sobreendeudamiento usurario. Lo que estamos planificando es la necesidad de llegar con un financiamiento subsidiado del Estado a una tasa de interés del 3 % anual.
El objetivo es resolver el sobreendeudamiento de las familias, apostando a la generación de trabajo y a la producción y la construcción de una nueva economía que permita integrar a los más desfavorecidos. En ese andar vamos construyendo nuevas ciudadanías, una nueva relación entre el Estado y las organizaciones. Y pensar el mercado de forma más solidaria, para vincular a los productores con los consumidores.
La idea es conformar una banca de la economía popular y solidaria, promover el desarrollo territorial a través de tutores vinculados al ministerio, que acompañen los procesos de inclusión financiera, de análisis del proyecto productivo, de la situación de endeudamiento y acompañe el proceso de generar trabajo y producción en la Argentina. Este sistema lo vamos a desarrollar con las organizaciones sociales y con los gobiernos provinciales y municipales, que permitan masificar la estrategia de microcréditos. Se va a articular a los sectores productivos con los cuales está trabajando el Ministerio de Desarrollo Social; la producción de alimentos en perspectiva de soberanía alimentaria, la producción social del hábitat como un elemento generador de trabajo, pero también que nos permita pensar el derecho a la ciudad y la constitución de comunidad. También trabajar sobre la economía del cuidado, que es uno de los temas que emergen con fuerza. Y atender el desarrollo textil, que es uno de los mayores generadores de trabajo.
2-¿De qué hablamos cuando hablamos de microcréditos?
-El microcrédito se desarrolla en el marco de un proceso en el cual el financiamiento llega en forma escalonada y gradual, que facilita a las posibilidades del plan de negocio y, en la medida en que van devolviéndolo, pueden acceder a un crédito mayor. No se trata sólo de acceder al financiamiento. El microcrédito como tal es una herramienta que dispone este ministerio por ley nacional para poder generar procesos de inclusión social, para vincularse con la comunidad y generar dignidad en los trabajadores. Esto ya lo demostramos en la etapa pasada, donde llegamos a trabajar con más de 1600 organizaciones sociales y se entregaron más de 500 mil microcréditos. Hoy nos encontramos con un problema muy serio de sobreendeudamiento de los sectores populares. No puede haber trabajo, no puede haber mejoras en los ingresos familiares, si siguen estando atados al sobreendeudamiento.
3-¿Cómo acceden las personas a un microcrédito? ¿Qué requisitos tienen que cumplir?
-Primero, ser trabajadores/as, emprendedores/as de la economía popular y solidaria, mayores de 18 años y vincularse con las organizaciones de microcrédito y con los gobiernos provinciales que hoy están trabajando en esta dinámica. A través de la página web del ministerio, se puede derivar esta vinculación. Luego, lo importante es la visita del tutor. Donde la persona, el/la trabajador/a, el/la emprendedor/a, el pequeño productor se encuentre acompañado y tomando las mejores decisiones con respecto a cómo salir del endeudamiento que padece. Si hoy simplemente ponemos plata, la gente va a salir a pagar la deuda que tiene, que es parte del problema a resolver. A su vez el crédito va generando la posibilidad de que los préstamos que hoy en algunos lugares se ofrecen a casi al 200% de interés anual, tengan que bajar también la tasa. Esto es parte de la política pública. Los acuerdos son vía las organizaciones que ya vienen trabajando, y con los gobiernos provinciales y municipales con quienes estamos acordando.
4-¿Los microcréditos también incluyen una componente de capacitación?
-Los procesos organizativos que se desatan a partir del microcrédito, cuando involucras a una organización, a un gobierno provincial, pensando también la lógica de aperturas comerciales para los/as trabajadores/as, la formalización del trabajo a través del monotributo social, requiere de programas de capacitación que vamos acordando con los gobiernos provinciales y los gobiernos municipales. La capacitación es parte del proceso del microcrédito, pero no es sólo una capacitación áulica, el tutor hace ese trabajo. La red de tutores es amplia, cada organización tiene sus propios promotores y a su vez el ministerio va a disponer de tutores que acompañen. Ya arrancamos con las capacitaciones este mes en Tucumán. Esto hay que pensarlo en perspectiva de integralidad de la política en el territorio. El tutor no sólo trabaja el crédito, es quien vincula al INTA, al municipio, es el que genera un espacio de comercialización. Es una lógica de educación popular, por lo tanto, inicia, pero no tiene fin. En el medio de eso hay una supervisión técnica que hace el ministerio y que requiere de una lógica programática donde se van haciendo los ajustes necesarios.
5¿De qué montos son los microcréditos?
-El monto se ajusta a las necesidades que tienen los productores y al tipo de crédito que se establece. Con respecto a los créditos masivos que vamos a implementar el monto va a ser de $20 mil en promedio, como primer crédito, con recréditos de $40 mil y $60 mil para darle gradualidad que es la lógica del microcrédito. Por ahí uno dice “no, pero mis necesidades son más grandes”, y ahí hay que observar que el problema no es sólo financiero y hay que resolver una cuestión económica que requiere de un acompañamiento y asesoramiento. Ahí es donde es clave el rol del tutor. Es un proceso de inclusión financiera, y de generación de comunidad y trabajo. Es distinto a la lógica bancaria o financiera en la cual lo que importa es el negocio y la rentabilidad que pueda tener el crédito otorgado, o las garantías que se puedan establecer para resguardo del sistema financiero. El Estado tiene otra apuesta, que es acompañar y fortalecer a los/as trabajadores/as de la economía popular, poder vincular producción y trabajo, productores con consumo, generar nuevas sinergias en los mercados locales. Buscar que todo el aporte que el Gobierno está haciendo a través del Plan Argentina contra el Hambre se redireccione al consumo popular y se reinvierta localmente.
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El microcrédito como tal es una herramienta que dispone este ministerio por ley nacional para poder generar procesos de inclusión social, para establecer comunidad y generar dignidad en los trabajadores.
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Alberto Gandulfo