16 de julio: Día de los Intereses Argentinos en el Mar
Se celebra en homenaje al nacimiento del Vicealmirante Segundo R. Storni, pionero en impulsar políticas vinculadas a la soberanía argentina desde el mar.
Desde la primera expedición al Río de la Plata, la influencia del mar estuvo siempre presente en la consolidación de la República Argentina. El mar y el devenir histórico nacional son cuestiones inseparables. Así lo entendía el Vicealmirante Segundo R. Storni, figura clave en torno al análisis del poder marítimo en nuestro país.
Nacido en Tucumán el 16 de julio de 1876, Storni egresó de la Escuela Naval Militar en 1894. Ya en los comienzos de su carrera concebía a los espacios marítimos como fuente de riquezas y vía de comunicación. Así, siendo Capitán de Fragata, inició el debate sobre la necesidad de considerar estas cuestiones de forma conjunta como políticas de Estado.
Storni escribió sus obras “Proyecto de Régimen de Mar Territorial” en 1911 y “El Mar Territorial” en 1926, abarcando el régimen jurídico en el mar de nuestro país, siendo las bases para impulsar la discusión sobre la soberanía marítima argentina. Ambos trabajos fueron abordados en la Conferencia de Codificación del Derecho Internacional que se reunió en La Haya en 1930, y años después en la Primera, Segunda y Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Sin embargo, sus obras de mayor trascendencia serían las dos conferencias de 1916, llevadas a cabo en el salón de actos del diario La Prensa: “Razón de ser de los intereses argentinos: factores que facilitan u obstaculizan el desarrollo del poder naval de la Nación” y “Política Naval Argentina: problemas de la Defensa Nacional por el lado del mar”.
Estas exposiciones marcarían un antes y un después en la historia naval de nuestro país, desarrollando una doctrina que reivindicaba los derechos soberanos sobre la plataforma continental y sus recursos. Storni describía un escenario ampliado del océano planteando la necesidad de pensar al poder marítimo con una perspectiva amplia, que involucrara a todos los aspectos de la defensa e integrara a los componentes no militares.
Las disertaciones serían publicadas por escrito bajo el nombre “Intereses argentinos en el mar”, siendo reeditadas en 1952 y en 2009, convirtiéndose en material de referencia para la comunidad.
A lo largo de su vida, Storni se ocupó de fomentar espacios de pensamiento, detectando con claridad desafíos de la Nación en su relación con el mar. Por eso el Congreso Nacional instituyó en 2003 -por Ley N° 25.860- el “Día de los Intereses Argentinos en el Mar”, en coincidencia con la fecha de su nacimiento.
Recursos, oportunidades y defensa de los espacios
Los intereses marítimos comprenden al conjunto de recursos y oportunidades que ofrecen el mar y los ríos a una Nación, todos estos atravesados por la exploración, protección, investigación, administración y explotación. De esta forma se refleja que el concepto de Intereses Marítimos supera al espacio marítimo propiamente dicho e incorpora en su esencia al ámbito fluvial, dimensión fundamental que ha sido recurrente en los últimos años en la agenda nacional con la incorporación y renovación de diversos temas complejos como la denominada Hidrovía y el Canal Magdalena, entre otros.
“La multiplicidad de intereses de muchos Estados que se encuentran en el mar configuran un ambiente cada vez más complejo en lo que refiere a su ordenación y explotación. Esto genera grandes desafíos con respecto al uso sostenible y a la búsqueda de enriquecimiento por sobre su deterioro. Se debe recordar que una de las principales características de los espacios marítimos es su internacionalidad, coexistiendo derechos de los Estados, como son la libertad de navegación y la soberanía del Estado de pabellón”, explica el Director de Intereses Marítimos de la Armada, Comodoro de Marina Enrique Antonio Balbi.
La República Argentina es un país bicontinental, ubicándose frente al Océano Atlántico Sudoccidental y en proximidades de un paso bioceánico, que incrementa aún más su posición geopolítica de relevancia. En los espacios marítimos circundantes, se encuentra un área de pesca de valor global, con gran variedad de especies ictícolas. Tal es la riqueza que, anualmente, se conglomeran en torno a la milla 200 centenares de pesqueros correspondientes a países extrarregionales. El Estado nacional, consciente de estos riesgos, adoptó una postura de defensa proactiva en aguas jurisdiccionales, regulando y multando a infractores con el objeto de prevenir, desalentar y combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
La Armada Argentina, particularmente, en cumplimiento de su misión de vigilancia y control de los espacios marítimos jurisdiccionales y de interés, contribuye con la autoridad de aplicación –que en nuestro país es la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación– en el control de la actividad pesquera a través de patrullas navales, sobrevuelos y monitoreo. En virtud de esto, se destacan los resultados que ha tenido la incorporación de los patrulleros oceánicos ARA “Bouchard”, “Storni”, “Piedrabuena” y “Contraalmirante Cordero”. Este fortalecimiento de la presencia estatal fue acompañado por una actualización del Régimen Federal de Pesca, que establece un incremento en las multas sobre infractores; como también por la incorporación del uso de “Alertas Moradas” en el marco de la INTERPOL, para dar aviso al resto de la comunidad internacional cuando se detecta a un buque en infracción.
“De todas formas, los intereses de los Estados en el mar no tienen por qué ser necesariamente contrapuestos. Uno de los ejemplos más contundentes en lo que hace a la cooperación y puesta en común se puede observar en el punto número 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en el seno de las Naciones Unidas, que insta a lograr una gestión cuidadosa de los océanos, buscando un uso sustentable de los mismos y la preservación de la biodiversidad”, apunta el Comodoro de Marina Balbi.
Además de la búsqueda de una pesca sostenible, una de las herramientas más eficaces para cumplir con este desafío son las denominadas Áreas Marinas Protegidas (AMP). Nuestro país cuenta con numerosas áreas en torno a las costas, pero se destacan tres de nivel oceánico dentro de la Zona Económica Exclusiva: Namuncurá-Banco Burdwood I, II y Yaganes, todas bajo la gestión de Administración de Parques Nacionales, la cual recibe el apoyo de parte de otras instituciones estatales competentes, como la Armada Argentina, que asiste con la vigilancia y control.
El mar como conector de naciones
A lo largo del tiempo, el mar ha sido un elemento que ha separado y al mismo tiempo ha unido a las naciones, constituyéndose en factor clave para la relación entre éstas, de ahí la importancia en la delimitación de los espacios marítimos de cada país. Nuestra Nación, en este sentido, es ejemplar frente al resto de la comunidad internacional. Tras décadas de una continua política de Estado, comenzando con la creación de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA), en 2020 se concluyó con una etapa de demarcación del límite exterior de la Plataforma Continental a través de la sanción de la Ley N° 27.557 de actualización de Espacios Marítimos. Este trabajo requirió de las recomendaciones positivas de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas (CLPC), organismo técnico especializado y paso imperativo para la delimitación de este espacio marítimo.
El trabajo de la presentación argentina fue tan emblemático que nuestro país recibe actualmente consultas de otros Estados. Asimismo, personal de la Armada Argentina fue designado para integrar la mencionada comisión internacional, como es el caso del Capitán de Navío Ariel Hernán Troisi, que, a su vez, es presidente de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO.
Dichas menciones ejemplifican tanto las vocaciones como las capacidades técnicas y científicas que tiene el país en materia oceánica, cuestiones que se ven materializadas, además, con la iniciativa interministerial “Pampa Azul”, que busca articular acciones de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación para proporcionar bases científicas a las políticas oceánicas nacionales, incluyendo el fortalecimiento de la soberanía nacional sobre el mar, la conservación y el uso sostenible de los bienes marinos, incluida la creación y gestión de áreas marinas protegidas.
Por otro lado, el hecho de concebir al mar como conector del mundo, implica la necesidad fundamental de poseer una Marina Mercante capaz de sostener el comercio internacional de nuestro país. En un mundo globalizado, las flotas comerciales resultan ser esenciales para el funcionamiento de las cadenas globales de producción, y de ahí la necesidad de que el personal embarcado cuente con una correcta formación y apoyo institucional.
Esto último se genera en los Centros de Formación y Capacitación del Personal Embarcado de la Marina Mercante (CEFOCAPEMM), entre los que se destacan la Escuela Nacional de Náutica, la Escuela Nacional Fluvial y la Escuela Nacional de Pesca, dependientes de la Dirección General de Educación de la Armada Argentina, como también aquellas privadas que requieren de la habilitación de la Subsecretaría de Formación, Certificación y Titulación del Personal Embarcado de la Marina Mercante, dependiente de la Dirección de Intereses Marítimos.
Por último, y más allá de sus virtudes, el ambiente marítimo puede ser muy peligroso para la vida humana. Esto ha derivado en uno de los mayores ámbitos de cooperación y compromiso entre las naciones: la responsabilidad conjunta de la protección de la vida humana en el mar. En este sentido, en los océanos se han asignado regiones de responsabilidad en lo que respecta a la Búsqueda y Salvamento (SAR), correspondiéndole a la Argentina una de las más extensas del mundo. La Armada Argentina es la autoridad de aplicación del Sistema de Búsqueda y Salvamento Marítimo, trabajando en cooperación con un importante número de actores tanto estatales como no estatales, reflejando una vez más la diversidad que demuestra el ambiente marítimo.
En el mar encontramos nuestro pasado como también nuestro futuro. Una explotación y administración racional de sus recursos brindan grandes oportunidades para el desarrollo y bienestar de la población, tanto nacional como global. Es necesario alentar una conciencia sobre esta situación, destacando las dimensiones y el valor del patrimonio marítimo argentino, la necesidad de ejercer la soberanía en los espacios marítimos nacionales en defensa de los intereses marítimos argentinos, como así también en la cooperación internacional para lograr los objetivos comunes.