A 155 años de la muerte en combate del subteniente 1ro de Bandera Cleto Mariano Grandoli
En este día recordamos al abanderado del Batallón N°1 de Santa Fe, caído en la batalla de Curupaytí el 22 de septiembre de 1866.
Cleto Mariano Grandoli nació en Rosario el 26 de abril de 1849.
Con el inicio de la Guerra de la Triple Alianza (noviembre de 1864), Grandoli con 16 años se ofreció como voluntario, y en julio de 1865 es dado de alta como subteniente abanderado del Batallón N°1 de Santa Fe.
El coronel José María Ávalos (Santa Fe, 1825 – Corrientes, 1896), designado por el gobierno nacional para comandar el Batallón 1° de Santa Fe (o Santafesino), íntegramente formado con vecinos movilizados del Departamento Rosario, escribiría a su vez al presidente Mitre el 30 de abril de 1865:
“(…) Nunca, excelentísimo señor, en la provincia de mi nacimiento, ha habido mayor entusiasmo ni tan completa decisión para hacer una campaña (…). Con orgullo puedo decir, excelentísimo señor, que la
oficialidad del batallón será compuesta de lo más brillante y distinguido de la juventud santafesina (…)”.
El subteniente Grandoli participó en la batalla de Yatay (17 de agosto de 1865), y en la toma de Uruguayana (18 de setiembre de 1865), y por méritos en el campo de batalla, en octubre del mismo año fue ascendido a subteniente 1ro. de Bandera de su batallón.
Entre los meses de enero y abril de 1866, el Batallón 1° permaneció en el campamento de las Ensenaditas, y se encontró en el pasaje del ejército aliado por el Paso de la Patria el 16 de este último mes, y en la toma de la batería de Itapirú al día siguiente.
Grandoli participó en el rechazo de los paraguayos en el Estero Bellaco del Sud, el 2 de mayo, y en la acción librada el día 20 para cruzar el mismo estero, y el 24 de mayo en la sangrienta batalla de Tuyutí. En esta acción militar, el “1ro. de Santa Fe” y el “Rosario” se cubrieron de gloria, y sus banderas, sostenidas por los jóvenes abanderados Grandoli y Anaya, flameaban en medio del combate mientras las balas las acribillan poniendo en peligro a los que las llevan.
El coronel Ávalos, cuyo Batallón perdiera 82 hombres, felicitó al portaestandarte que demostraba no temer a la muerte en esa horrible batalla que fuera considerada por los más destacados especialistas en temas castrenses, la más grande y sangrienta de América del Sur. Grandoli fue acreedor al Premio Militar: “Cordón de Plata de Tuyutí”, acordado por ley del Congreso Nacional del 5 de octubre de 1872, que le correspondía “post mortem”.
Diploma (izquierda) y Cordón de Honor (Cordón de Tuyutí, derecha). Distinciones otorgadas por el Congreso Argentino, el 5 de octubre de 1872, como premio por la batalla de Tuyutí, librada el 24 de mayo de 1866.
El subteniente Grandoli continúo tomando parte en las operaciones de Yataytí Cora, en julio de 1866, y en Boquerón y Sauce.
En vísperas del terrible asalto de Curupaytí, Grandoli, al contemplar las imponentes defensas paraguayas, premonitoriamente, escribió a su madre:
“(…) El argentino de honor debe dejar de existir antes de ver humillada la bandera de la Patria. Yo no dudo que la vida militar es penosa, pero, ¿qué importa si uno padece defendiendo los derechos y la honra de su país?. Mañana seremos diezmados, pero yo he de saber morir defendiendo la bandera que me dieron (…)”.
Y cumplió honrosamente su promesa. Cayó acribillado abrazando su bandera al pie de las trincheras paraguayas de Curupaytí, el 22 de septiembre de 1866. Curupaytí, fue un día de luto y de gloria. El culto al valor convirtió en triunfo del coraje el enorme revés que acabó con buena parte de una brillante juventud argentina. En 1872 el gobierno mandó acuñar, un escudo que expresaba: “Honor al valor y disciplina”.
Histórica Bandera de Guerra del Batallón N° 1 de Santa Fe. Museo Histórico Provincial de Rosario “Doctor Julio Marc”, Rosario, Santa Fe.
La bandera que portaba el glorioso abanderado, acribillada por catorce balazos y manchada por la sangre del héroe, fue recuperada por uno de sus camaradas y hoy se exhibe en el “Museo Histórico Provincial de Rosario, doctor Julio Marc”, de la ciudad de Rosario.
En una placa de bronce, se transcribe la carta que el coronel Ávalos le dirigió días más tarde a un vecino de Rosario:
“(…) Hecha pedazos como está y manchada con la sangre del intrépido Subteniente 1ro. de Bandera don Mariano Grandoli, tal vez no la conozcan más las distinguidas señoritas que la trabajaron (…).No se olviden de los que quedaron en Curupaytí, que tal vez ellos ese día recordaban de ellas por el tanto arrojo que hubo (…)”.
El 13 de junio de 1872, el coronel José Ramón Esquivel, antiguo jefe de la 3ra. División del 1er Cuerpo del Ejército Argentino, división a la que pertenecía el Batallón 1ro Santa Fe, extendió en la ciudad del Rosario una certificación de los gloriosos servicios prestados por el abanderado Mariano Grandoli, en su corta, pero admirable carrera militar.
Los restos del subteniente Grandoli no pudieron ser rescatados y quedaron en la trinchera, como uno de los tantos soldados argentinos.
En reconocimiento al cumplimiento de la palabra de honor, de entrega y sacrificio que dio origen al juramento militar de:
“Juráis a la Patria seguir constantemente su Bandera y defenderla hasta perder la vida”.
La tradición castrense ha señalo esta fecha –22 de septiembre– como: Día del Abanderado Militar.
Subteniente 1ro. de Bandera Cleto Mariano Grandoli, portando la Bandera del Batallón N°1 de Santa Fe. Escultura de Eduardo Barnes, que se erige en la plazoleta homónima en la ciudad de Rosario (Santa Fe).
- Por el general de brigada (R) VGM Carlos María Marturet. Licenciado en Estrategia y Organización. Miembro de número y secretario académico del Instituto Nacional Belgraniano, y miembro de número del Instituto Argentino de Historia Militar.