Reconocimiento mundial a un experimento de física fundamental realizado por investigadores del CITEDEF
The Big Bell Test, un experimento de física fundamental realizado en Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), dependiente del Ministerio de Defensa, fue reconocido a nivel mundial a través de la publicación en la revista internacional Nature, una de las más prestigiosas del ámbito científico mundial.
El experimento fue realizado en noviembre de 2016, con la participación de la División Óptica Cuántica del Departamento de Láseres y Aplicaciones, de CITEDEF.
El trabajo fue coordinado y organizado por investigadores del ICFO (Barcelona), liderados por el profesor Morgan Mitchell, y los autores argentinos son Laura Knoll, Ignacio López Grande, Agustina Magnoni y Miguel Larotonda, todos de la División Óptica Cuántica, además de Christian Schmiegelow y Ariel Bendersky, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, de la Universidad de Buenos Aires.
El experimento se concretó el 30 de noviembre de 2016 y una multitud de gente distribuida por el mundo contribuyó con bits elegidos al azar por medio de un video juego online.
Estos bits aleatorios fueron distribuidos en tiempo real a 12 laboratorios de todo el mundo en tiempo real y ,en estas locaciones, entre ellas en la División óptica Cuántica, se realizaron experimentos de física cuántica, incluyendo los primeros tests de Bell realizados con aleatoriedad generada por humanos.
Un test de Bell es un experimento que permite -a partir de una descripción matemática que prueba que la visión clásica de un mundo local y realistico es incompatible con la mecánica cuántica - decidir si la naturaleza se comporta según la descripción cuántica de Bohr (un observable no tiene sentido hasta que uno lo mide) o según la visión de Einstein (quien objetaba las predicciones de la mecánica cuántica).
El trabajo es una colaboración internacional muy importante y muy interesante, ya permite construir confianza para la validación de una teoría a través de varios experimentos simultáneos distribuidos por el planeta y porque para hacerlo se involucró a varios miles de personas comunes, no expertas, que colaboraron en forma interactiva con temas de la física de punta, a través de un juego online.