A través de la investigación, la formación de recursos humanos y la transferencia de tecnologías, respetando el marco normativo del CDB, las tecnologías de manejo agronómico y de propagación con calidad y sanidad controlada, ha contribuido a aumentar competitividad de la floricultura nacional en un marco de sostenibilidad y equidad social. Además, se han establecido alianzas estratégicas con productores, instituciones académicas, entidades gubernamentales y empresas nacionales e internacionales, promoviendo la valorización de flores y plantas como elementos clave para abordar los desafíos ambientales y mejorar el bienestar social en entornos urbanos.