En cuanto a los hechos investigados por la justicia colombiana, se determinó que Kennedy es responsable de los sucesos ocurridos durante el año 2022 en la ciudad de Cali (Valle del Cauca), donde alquiló diferentes apartamentos en un edificio de la Avenida de las Américas, para llevar a niños, niñas y adolescentes a cambio de dinero para abusarlos sexualmente. Asimismo, se comprobó que el fugitivo también mantenía relaciones sexuales con animales y sometía a actos zoofílicos a los menores de edad.

Fue así que en el marco de un fluido intercambio de información con Interpol Colombia, se detectó que este hombre se encontraría en la Argentina. De esta manera, los federales desplegaron amplias tareas de campo durante varios días y luego de consultar en la Dirección Nacional de Migraciones, se determinó que el sujeto registraba varios ingresos a nuestro país, declarando diferentes domicilios en la ciudad de Córdoba Capital.

En ese contexto y tras tomar intervención el Juzgado Federal N°3 de Córdoba, a cargo del Dr. Miguel Hugo Vaca Narvaja, Secretaría Penal a cargo de la Dra. Mariana Buteler de Barros, se requirió colaboración a la Dirección de Investigación Operativa dependiente del Ministerio Público Fiscal de dicha provincia, con el objetivo de ampliar las pesquisas en esa región.

Como resultado de ello, se comprobó que el fugitivo había contraído matrimonio con una mujer muy menor a él e inmediatamente solicitó la radicación en el país, por lo que los efectivos de Interpol dedujeron que en ese matrimonio no existía lazo afectivo, sino que fue una vía “express” para lograr la ciudadanía.

Con el avance de la investigación, los detectives constataron que antes de publicarse su captura internacional, el involucrado tomó un vuelo rumbo a Brasil con escala en San Pablo y destino en Fortaleza. En este sentido, por medio de la colaboración con agentes de Interpol Brasilia, se determinó que a comienzos de septiembre, Kennedy viajó rumbo a Foz de Iguazú, donde habría adquirido una identidad falsa y con la que posteriormente ingresó al territorio nacional.

En consecuencia, luego de arduas tareas de inteligencia criminal basadas en el análisis de listados de llamadas e impactos de antena sobre el teléfono celular del evadido, los policías establecieron que este realizaría una transacción en una escribanía situada sobre la calle Rodríguez Peña, en la Ciudad de Buenos Aires.

Al mismo tiempo, gracias a la colaboración del Departamento Técnico del Cibercrimen de la PFA, se implementaron tareas para geolocalizar el celular del prófugo, lo que permitió montar un discreto operativo en la zona que culminó con su captura en la vía pública, sobre la calle Mendoza al 1700, dentro del barrio Chino ubicado en Belgrano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ciudadano quedó detenido, requerido por el Juzgado Municipal Penal de Cali, Valle del Cauca, Colombia.