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Se inauguró la "Exposición sobre las bombas atómicas y la paz de Hiroshima y Nagasaki - Hacia los 80 años desde el bombardeo"

Por primera vez en la Argentina llegó la muestra que, desde 1995, ya recorrió 20 países, dedicada a la memoria por la tragedia que arrasó ambas ciudades en 1945. Hasta el 3 de noviembre, se puede visitar en el Palacio Libertad.

El secretario de Cultura del Ministerio de Capital Humano, Leonardo Cifelli, encabezó la inauguración de la exposición sobre las bombas atómicas y la paz de Hiroshima y Nagasaki: "Hacia los 80 años desde el bombardeo" en el Palacio Libertad. Participaron del acto el director nacional de Integración Federal y Cooperación Internacional de la Secretaría de Cultura, Gastón Pulero; la directora del Palacio Libertad, Valeria Ambrosio; el embajador de Japón en Argentina, Hiroshi Yamauchi; el director del Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, Ishida Yoshifumi, y la sobreviviente del bombardeo en Hiroshima, Teruko Yahata, junto a otras autoridades de la comunidad japonesa en Argentina e invitados especiales.

Los invitados recorrieron la muestra luego del acto inaugural.

La muestra consta de 30 paneles fotográficos que documentan los violentos bombardeos; objetos personales de víctimas y sobrevivientes; material audiovisual; talleres de Origami, y la proyección de películas que retratan el terrible impacto causado por este ataque bélico. En su discurso de inauguración, el secretario Cifelli expresó: "Esta muestra nos invita a contemplar y a reflexionar. Nos impulsa a aprender de la historia y a reafirmar el compromiso de evitar que la humanidad repita los errores del pasado. La cultura es y debe ser un pilar fundamental para la construcción de paz, para preservar la memoria colectiva y para afirmar nuestra identidad como sociedad, comprometida con un futuro mejor".

Luego, destacó la importancia del Palacio Libertad como sede de la muestra: "Quiero expresar mi profundo agradecimiento al señor Embajador Hiroshi Yamauchi y al Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima por haber confiado en nosotros para albergar una exposición de tanta importancia, no solo para el pueblo japonés, sino para toda la humanidad".

El Embajador de Japón recordó a las víctimas del bombardeo.

Por su parte, el embajador de Japón, Hiroshi Yamauchi, señaló: "Hace 79 años se perdieron más de 200.000 valiosas vidas a causa de las bombas atómicas. Las ciudades fueron reducidas a cenizas y, en un instante, los sueños y el futuro de las personas fueron arrebatados, incluso aquellos que lograron retener sus vidas sufrieron dificultades difíciles de poner en palabras". Y agregó: "Espero que el lazo que une Argentina con Japón se estreche aún más al compartir con todas las generaciones del pueblo argentino el mismo deseo: que nunca más vuelva a ocurrir aquella tragedia ni los sufrimientos que padecieron Hiroshima y Nagasaki en 1945".

A su turno, Ishida Yoshifumi, director del Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, expresó: "En esta exposición sobre las bombas atómicas y la paz, con el fin de ayudar a las personas a comprender lo que sucedió bajo la enorme nube en forma de hongo que se formó después del bombardeo, exhibimos objetos dejados por las víctimas de las bombas atómicas. Entre ellos, zuecos de madera utilizados por una niña ese día, rosarios llevados por fieles cristianos entre otros, además de paneles fotográficos que trasmiten el tremendo poder de la bomba atómica y el terrible daño que experimentó esa gente".

Por último, habló Teruko Yahata, quien tenía ocho años cuando vivió esta tragedia mientras vivía junto a su familia en Hiroshima, para compartir en primera persona su relato desgarrador: "Cuando nos acercamos al puente las piernas me temblaban al ver a la multitud evacuando desde el centro de la ciudad. La ropa rasgada de las personas, con grandes quemaduras en todo el cuerpo. La piel del cuerpo colgaba de las manos de ellos y venían caminando como espíritus, como fantasmas. Diez, veinte, treinta, era una multitud que iba caminando y buscaba la ladera de la montaña, buscaba subir a la montaña. Fuimos esquivando a todos esos cuerpos sigilosos con todas las pieles colgando y, de alguna manera, logramos llegar a la orilla del río".

La sobreviviente Teruko Yahata compartió sus vivencias en primera persona.

Con su voz quebrada, Yahata recordó otro horroroso episodio de ese bombardeo: "Aquellos que perdían la vida allí eran trasladados hacia el campo de deportes en camillas. El patio de deportes de nuestra escuela se había transformado en un crematorio. Y habían cavado aproximadamente siete pozos alargados, y ahí tiraban los cuerpos para ser quemados. En ese calor del verano, el aire caliente surgía de entre las llamas, y las figuras de las personas que trabajaban en silencio parecían balancearse. Ese extraño olor de seres humanos quemándose flotaba por toda la escuela. El viento hacía que ese olor cubriera toda la escuela".

"Exposición sobre las bombas atómicas y la paz de Hiroshima y Nagasaki - Hacia los 80 años desde el bombardeo" estará abierta hasta el 3 de noviembre, con entrada libre y gratuita de miércoles a domingo de 14 a 20 h en la Sala 512 el Palacio Libertad (Sarmiento 151, CABA).

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