El entrenador del seleccionado argentino de voleibol, Marcelo Méndez, está tranquilo pero muy atento durante el entrenamiento en el CENARD, previo a un nuevo viaje para jugar la Liga de las Naciones, donde Argentina busca su pase a los Juegos Olímpicos de París 2024.

“La clasificación olímpica es un sistema cruel de puntuación, donde cada derrota te pena mucho. Es una evaluación constante y por eso es muy difícil hacer cálculos”, comentó Méndez, quien junto al equipo viajará este jueves 30 a Canadá para enfrentar el próximo martes 4 de junio a Estados Unidos y luego al local, Serbia y Francia. El martes 18 ya estará en Eslovenia para debutar contra los eslovenos en la tercera semana de la VNL, que ya tuvo su primera etapa en Brasil, donde ganó y perdió dos partidos.

“Hay que seguir creyendo en el voleibol argentino, dar siempre el máximo y sólo pensar en obtener la mayor puntuación posible. Vienen rivales duros, es momento de estar tranquilos y tratar de mantener nuestro mejor nivel para ganar la mayor cantidad de partidos posibles y llegar a París, que es lo que todos queremos”, remarcó el entrenador.

Y enseguida agregó: “Hasta ahora la evaluación es normal, ni positiva ni negativa. Le ganamos a Alemania e Irán, dos muy buenos equipos, y perdimos con Brasil, que era local, y con Japón. No hay que olvidarse de todo este proceso de cinco años, donde además de la medalla de bronce olímpica en Tokio 2020 aparecieron grandes jugadores, hubo un importante crecimiento de la mayoría de ellos y ganamos un Sudamericano, que no se conseguía desde 1964 cuando no participaba Brasil”.

Méndez, en diálogo con la web de la Subsecretaría de Deportes de la Nación, también analizó la estructura del voleibol argentino: “Desde la medalla de bronce que logramos en Tokio cada vez más chicos juegan voleibol, se estima que el número de jugadores, entre federados y no federados, creció en un 40 por ciento; sin embargo, hoy se necesita reconstruir la Liga Nacional que no atraviesa un buen momento y se nota. Durante años fue muy buena, tuvo mucha jerarquía y aparecieron varias camadas de jugadores de elite que están en los mejores campeonatos del mundo y nutren a nuestras selecciones nacionales. Y todavía el Plan de captación que implementamos en 2019 da sus frutos en nuestras selecciones de base Sub-19 y Sub-21 y eso garantiza el recambio en la Selección mayor”.

El hombre no se pierde detalle de la última práctica en el Polideportivo León Najnudel del CENARD, antes de partir a Canadá. Mira, corrige, alienta y cada tanto da indicaciones. Su primera parte del año fue exitosa ya que además es el entrenador del equipo polaco Jastrzebski Wegiel, con el que acaba de ganar el bicampeonato. Pero el seleccionado argentino siempre es diferente…

“En la Selección el tiempo de trabajo en cancha es muy poco, por suerte lidero un gran cuerpo técnico y eso me permite tener monitoreados a todos los jugadores permanentemente. Lo mejor de este equipo es el grupo, realmente es maravilloso; esta muy convencido de lo que quiere y no se resigna a nada. Da el máximo siempre, nuestro mayor problema pasa por la diferencia de contextura física en comparación con otras selecciones, pero podemos compensarlo con la entrega que tiene este plante y una buena técnica”, finalizó Méndez.