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El Centro Atómico Bariloche recibió a estudiantes secundarios ganadores de un concurso de programación

Los ganadores del certamen “Mega Programadores “, organizado por la Universidad de La Punta, de San Luis, visitaron el reactor RA-6 y el Instituto Balseiro, entre otras instalaciones de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

El Centro Atómico Bariloche (CAB) y el Instituto Balseiro abrieron sus puertas para una visita muy especial: recibieron a los doce estudiantes secundarios que ganaron la 5° edición del concurso “Mega Programadores” que organiza la Universidad de La Punta (ULP) de San Luis. Las y los ganadores, que fueron seleccionados entre 920 participantes, visitaron el reactor RA-6 y el acelerador lineal de electrones, entre otras instalaciones.

Los visitantes, que fueron a Bariloche durante noviembre como parte del premio, llegaron al Centro Atómico en un día de sol radiante. Su recorrido comenzó con una conversación a la sombra del emblemático manzano de Newton ubicado en la plaza Balseiro, que es un clon del famoso árbol que inspiró al físico inglés para formular la teoría de la gravitación universal. Las chicas y los chicos se emocionaron al enterarse de que estaban junto a un ejemplar histórico y recogieron algunas ramitas caídas para llevarse de recuerdo.

Bajo ese manzano, el equipo que conduce las visitas escolares en el CAB les explicó cómo está conformado el ecosistema nuclear argentino y cuál es el rol estratégico de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). También les relataron la historia del Instituto Balseiro y les enseñaron algunos conceptos básicos de la tecnología nuclear.

Tras visitar las aulas del instituto, el paseo continuó en el RA6, el reactor nuclear de enseñanza e investigación que se erige en el Centro Atómico desde 1982. Allí les contaron que se trata de una instalación íntegramente diseñada y construida en la Argentina, que actualmente cuenta con diversos laboratorios y aplicaciones con impacto en la medicina, la salud, la industria, el cuidado del ambiente y la preservación del patrimonio cultural. El RA-6, por ejemplo, se utiliza para el desarrollo de la terapia por captura neutrónica en boro (BNCT), un tratamiento contra el cáncer.

“Los chicos pudieron hacer preguntas sobre todo lo que quisieron y salieron fascinados del reactor. También les interesó mucho el tema de los mini reactores, como el CAREM, que es una apuesta para el futuro de todo el país y de la energía no contaminante”, destacó Juan Manuel Lobera, responsable del área de Innovación Tecnológica de la ULP.

Para finalizar, los visitantes conocieron el acelerador lineal de electrones (LINAC), donde los recibieron los técnicos que lo operaban cuando estaba en funcionamiento. Actualmente, son quienes realizan el mantenimiento de las piezas que aún podrían tener uso. Los operadores destacaron la relevancia histórica de la instalación.

La experiencia resultó muy rica ya que tanto las y los jóvenes como sus acompañantes participaron con muchas preguntas y demostraron curiosidad e interés. Este tipo de visita es muy importante como dispositivo comunicacional para la CNEA, ya que se logra despertar vocaciones; fortalecer vínculos institucionales, despejar dudas y motivar a las nuevas generaciones a continuar el camino del desarrollo científico argentino.

Concursos para despertar vocaciones en programación

Desde hace seis años la Universidad de La Punta de San Luis organiza los concursos de “Mini programadores” para alumnas y alumnos de escuelas primarias y “Mega programadores” para estudiantes secundarios, en los que los participantes aprenden lenguajes digitales y tecnológicos a través de desafíos y juegos. “El objetivo es que adquieran conocimientos de programación básicos para que, a través de este concurso que dura seis meses, podamos incentivarlos a seguir la Tecnicatura en Desarrollo de Software”, cuenta Lobera.

El concurso “Mega programadores” tiene 6 categorías, de 1° a 6° año, y por cada una de ellas son elegidos dos ganadores. En esta 5° edición hubo 920 participantes y en una primera instancia quedaron seleccionados 120 que fueron sometidos a una evaluación final de resolución de problemas. Los doce ganadores fueron los que viajaron a Bariloche.

“Fue una experiencia única y estamos muy agradecidos por el recibimiento que tuvimos tanto en la Comisión Nacional de Energía Atómica como en el Instituto Balseiro -sostuvo Lobera-. Nos respondieron todas las dudas y nos contaron la historia del lugar. Es muy importante que tengan las puertas abiertas, para que la gente conozca la tarea fundamental que realizan para el desarrollo científico en la Argentina”.

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