Presidencia de la Nación

La casa encendida, en el Teatro Nacional Cervantes

Entrevista con Gabriela Marges, directora de La casa encendida, una obra destinada a las infancias que se presenta los sábados y domingos a las 15 h.

¡El Teatro Nacional Cervantes se llenó de títeres!, dice emocionada Gabriela Marges, la directora de La casa encendida, una obra destinada a las infancias que se presenta los sábados y domingos a las 15 h.

Marges también se refiere a Salvajada, la obra para adultos con dramaturgia de Mauricio Kartun y actuaciones, entre otros, de Carlos Belloso y Valentina Bassi, que se presenta en la sala María Guerrero del teatro.

Diego Ferrari y Valentina Bassi en Salvajada
Diego Ferrari y Valentina Bassi en Salvajada

La emoción de Gabriela Marges también se entiende porque hace 20 años, en este mismo teatro, su compañía de títeres Babel Teatro estrenaba la versión para títeres de la ópera de Mozart La Flauta mágica.

Gabriela Marges trabaja con títeres hace 25 años y es la directora de La casa encendida
Gabriela Marges trabaja con títeres hace 25 años y es la directora de La casa encendida

Sebastián es el protagonista de La casa encendida. Se trata de un nene que no puede dormir porque le teme a la oscuridad y al monstruo que en ella habita.

Cuenta ovejas, vacas, ¡moscas!, estrellas pero no logra dormir tranquilo. El miedo le molesta y la luz encendida cada noche causa problemas en su casa y en todo el barrio.

Soñando a través de la noche, Sebastián emprende un viaje fantástico a la oscuridad, un viaje misterioso de transformación y crecimiento al encuentro del mismísimo señor “Monstruo” y su mundo de pesadillas. Y lo que va a descubrir, va a sorprenderlo de mil maneras.

-¿Qué tiene esta obra de particular y qué una continuidad de tu impronta que acompaña todas tus producciones?

-Siempre hago adaptaciones y nuevas versiones. Creo mis micro mundos. En esta oportunidad, trabajé sobre la obra de Ana Kurtzbart y tuve mucha libertad. Tengo un sentido de lo poético, la belleza. Para mi la imagen es fundamental. Y en esta dupla que vengo haciendo hace años con Pasha Kyslychko nos encontramos.

-Esta obra cuenta con la música de Carlos Gianni.

-Me re encontré con Carlos Gianni. Ana nos convocó a ambos. Yo soy de las primeras generaciones de la escuela de Hugo Midón y Carlos Gianni, así que fue hermoso y muy emocionante. Jamás pensé que estaría trabajando con él, que es un gran maestro. Es muy emocionante por toda la historia. Yo estudié con él, con Hugo, con Laura Falcoff. Y después trabajé y tuve mucha vida compartida. Y ahora el círculo volvió. Mucha emoción.
Tengo mucho que agradecerle a Carlos. Él fue quién me animó a escribir las letras de las canciones para esta obra. Fue hermoso.

-Y en esta oportunidad es una obra con música en vivo.

-En mi propia compañía, Babel Teatro, la mitad de los artistas son músicos además de haberse formado como titiriteros o actores.
Tuvimos la gran posibilidad de poder articular con actores músicos. Y eso tiene de bueno el hecho de poder escuchar en vivo los sonidos de los instrumentos, que es algo que se ha perdido un poco.

-En La casa encendida se utilizan diferentes técnicas de títeres.

-La técnica siempre tiene que estar al servicio de lo que uno quiere contar. En Beethoven, otra de las obras que realizamos, trabajamos sobre una técnica muy antigua que se llama Vertep. El titiritero no está a la vista y el títere trabaja sobre unos canales en el suelo. Quise que siguiéramos aquí con esta técnica. Insistí en usarla porque en Beethoven las respuestas de los niños eran realmente increíbles porque pensaban que efectivamente los títeres estaban vivos. Con el títere siempre pasa un poco esto tan mágico. En La casa encendida además hay manipulación directa con varillas.

-¿Cómo fue trabajar con la oscuridad y los miedos en la infancia?

  • Mi idea era que los niños no se asusten de la oscuridad sino que entraran a la sala de noche. Y veo que se sorprenden mucho cuando entran. Antes de entrar les aclaran que hay que tener cuidado de no pisar una parte del suelo porque hay una luna y eso les da mucha intriga a los chicos y las chicas. Se trata de una pantalla que está en el piso para el juego de mapping y luces que tiene la obra.

Me parece que la noche se enseña, mostramos las estrellas y acompañamos a descubrir. Me parecía lindo eso. Y también que pasen por un momento de oscuridad. Se ha perdido un poco eso de la oscuridad. A los chicos hay que acompañarlos.

En las funciones vemos que los chicos y las chicas no se asustan ni se ponen a llorar el ratito en el que está la luz apagada, por el contrario sienten que pueden y que quieren ver qué pasa. Me parece interesante que transiten eso de la oscuridad, y que puede ser algo muy bello.

Para mí es un placer poder trabajar para los chicos y poder intercambiar, el ida y vuelta enriquece muchísimo. Me parece buenísimo conectar con los niños, con la infancia. La necesidad de sembrar algo para el futuro, de construir memoria. Es fundamental que haya acceso al teatro, que haya acceso a que puedan venir y ver funciones. Y que el TNC es de todo y que hay que sostenerlo y defenderlo.

Son parte de La casa encendida los titiriteros y titiriteras María Florencia Hardoy Pereira, Juan Ruy Cosin, Paloma Lamas Marges, Franco Pavón, Gabriela Marges y Francisco Nani Antoniassi. Franco Pavón (contrabajo y bajo eléctrico), Francisco Nani Antoniassi (batería) y Hernán Eliseire (piano), además aportan la música en escena.

Fotos de La casa encendida: Gustavo Gorrini

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