Operación Rosario
El 28 de marzo zarpó desde la Base Naval Puerto Belgrano la Fuerza de Tareas Anfibia 40 (FT 40) al mando del Contraalmirante Walter Oscar Allara. La misión que recibieron los comandantes al partir hacia Malvinas fue breve y clara: “Reconquistar las Islas Malvinas a fin de incorporarlas definitivamente a la soberanía de la Nación”.
La Fuerza de Tareas denominada FTA 40 estaba integrada por el Portaaviones ARA “25 de Mayo”; los destructores ARA “Hércules”, “Santísima Trinidad”, “Comodoro Py”, “Seguí”, “Piedra Buena” y “Bouchard”; las corbetas ARA “Drummond” y “Granville”; el Buque de Desembarco ARA “Cabo San Antonio”; el Rompehielos ARA “Almirante Irízar” y el Submarino ARA “Santa Fe”.
Transportaban aeronaves de la Primera y la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros; unos 800 efectivos de los Batallones de Infantería de Marina N°1, Nº 2, de Comunicaciones, de Artillería de Campaña, de Vehículos Anfibios, de Servicios, de Apoyo Logístico y personal de las Agrupaciones Comandos Anfibios y Buzos Tácticos; también elementos del Comando de la Brigada de Infantería IX y de la Compañía C del Regimiento de Infantería Nº 25 del Ejército Argentino.
Las unidades de la Armada habían navegado con muy mal clima por varios días, lo que hizo que el “día D” planeado para el 1º de abril se postergara para el día siguiente. Argentina puso en marcha la “Operación Rosario”, llamada así en honor a la Virgen del Rosario. Una Fuerza de Tarea Anfibia conjunta desembarcó en las Islas Malvinas, al mando del Contraalmirante I.M. Carlos Büsser. La premisa, además de que la Bandera Argentina vuelva a ondear en Puerto Argentino, fue que no se produzcan bajas civiles ni militares británicas.
La madrugada del 2 de abril, Fuerzas Especiales desembarcaron en inmediaciones de la ciudad –hasta ese momento denominada Puerto Stanley– y en varias acciones simultáneas desde el sur y el norte, tomaron el Cuartel de los Royal Marines, la Casa del Gobernador y el Aeropuerto. A media mañana lograron la rendición del Gobernador británico, recuperando las islas usurpadas hacía 149 años por el Reino Unido de Gran Bretaña. De este modo, la Bandera Argentina volvía a flamear en las Islas Malvinas.
En esas acciones de combate murió el Capitán de Fragata (PM) I.M. Pedro Edgardo Giachino, primer héroe nacional de aquella gesta, y fueron heridos dos integrantes más de las Fuerzas Especiales de la Armada Argentina, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Segundo Enfermero Ernesto Urbina. Una semana después, fue designado Gobernador de las islas el General Mario Benjamín Menéndez.
Finalizada la Operación Rosario, surgió la necesidad de contar con una instalación que brindase apoyo logístico a las unidades de superficie que se encontraban operando en Puerto Argentino. Para tal fin, el Comandante de la Flota de Mar ordenó la creación del Apostadero Naval Malvinas, al mando del Capitán de Fragata Adolfo Gaffoglio, constituyéndose en el único establecimiento de la Armada Argentina que operó en forma permanente en el territorio de las Islas Malvinas, siendo un antecedente histórico que contribuye a reafirmar los derechos soberanos sobre nuestro territorio ocupado.