La señalización tuvo lugar esta tarde en la localidad de Esteban Echeverría y fue organizada de manera conjunta con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, al cumplirse un nuevo aniversario del asesinato de Emmanuel, ocurrido en el año 2002.

El acto estuvo encabezado por el secretario Horacio Pietragalla Corti y por Pablo Giurleo, director provincial de protección de Derechos humanos de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires; acompañados por el director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional, Mariano Przybylski; y su par de la provincia, Ignacio Álvarez.

Participaron de la ceremonia los padres de Emmanuel, su hermano Sebastián, su hermana Luciana y su hijo, que al momento del crimen tenía solo un año de vida. También estuvieron presentes sus amigos y amigas, representantes de organismos de derechos humanos y vecinos del barrio.

El secretario Pietragalla Corti se refirió a la necesidad de que se sancione cuanto antes la Ley Integral contra la Violencia Institucional que impulsa la Secretaría y señaló que "hay que hacer cambios estructurales para que no tengamos más madres que nos golpeen la puerta para denunciar casos de violencia institucional y para que los miembros de las fuerzas entiendan que esto no es contra la policía sino para que estos casos no ocurran nunca más”.

Luego de las palabras alusivas, los familiares de Emmanuel y las autoridades realizaron el descubrimiento del cartel por Memoria, Verdad y Justicia que quedará emplazado en el barrio para que todos y todas quienes pasen por el lugar, conozcan lo que sucedió y puedan tomar conciencia de las consecuencias de la violencia institucional.

La señalización forma parte de la campaña Argentina Unida contra la Violencia Institucional, que lleva adelante la Secretaría en todo el país para visibilizar esta problemática, y dejar una marca de repudio frente a los delitos cometidos por fuerzas de seguridad con las armas que les provee el propio Estado, para que hechos como estos no ocurran nunca más.

El caso

El 3 de mayo de 2002, Emmanuel Salafia fue asesinado tras una persecución policial por un supuesto pedido de secuestro sobre el vehículo que conducía. Los agentes de la policía bonaerense Isabel Ciarlo y Roberto Macua, alegaron que Emmanuel había disparado contra ellos para justificar su accionar.

Sin embargo, en el juicio se determinó que Emmanuel nunca pudo haber disparado, y que el agente Macua disparó al menos 30 veces, y 14 de esos disparos dieron en la espalda del joven, causándole la muerte.

En el año 2008, Macua fue condenado a 13 años de prisión por el homicidio de Salafia, mientras que Ciarlo fue absuelta porque sus tres disparos no impactaron en el joven.

La condena judicial no fue fácil y llegó gracias a la lucha de la familia. Durante la investigación inicial, el fiscal entorpeció la investigación y resolvió archivar el caso a los cinco meses del hecho.