La mayor parte de la basura que se genera en la Antártida se debe retirar obligatoriamente. Hasta el momento se recogieron los Residuos Antárticos Clasificados (ERACs) provenientes de las Bases Marambio, Petrel, Esperanza y Carlini donde fueron previamente clasificados, almacenados y rotulados. Esta gestión se realiza para tener el registro del tipo de basura que se genera y para que, a pesar de las difíciles circunstancias invernales, los residuos permanezcan en buenas condiciones hasta el momento en que son retirados.

Los residuos de la Base Esperanza fueron evacuados en su totalidad mientras que se prevé que, al finalizar la CAV 2022-2023, se retire el conjunto de la basura histórica que se encuentra en las Bases Belgrano y Petrel, esta última recuperada como base permanente en 2021, luego de 40 años, quedando así ambas sin residuos de este tipo.

En esta primera etapa de evacuación de residuos, el ARA "Almirante Irizar", el ARA "Estrecho de San Carlos" y el ARA "Puerto Argentino" trasladaron 1614 tambores, 74 palets y 2640 alfajores compactados hasta el Puerto comercial de la Ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego.

Las entidades a cargo del control, fiscalización y disposición final de los grupos de residuos, divididos en no peligrosos y peligrosos, supervisaron las maniobras de desembarco.

Tipo de residuos
Los residuos antárticos se clasifican en 4 grupos: el Grupo 1 se compone de madera, papeles y restos de comida; el Grupo 2 de caucho, polietileno y envases metalizados, el Grupo 3 de lubricantes, pinturas ácidos y otros líquidos o sólidos peligrosos y, finalmente, el Grupo 5 está compuesto de vidrios, alambres y hormigón. Según sus características de los materiales, cada grupo recibe un tratamiento específico para su evacuación.

Además, se encuentra el grupo de los residuos históricos acumulados cuya evacuación total se contempla que tomará alrededor de dos años dada su gran cantidad. Se prevé que una vez finalizado el retiro de los residuos históricos, solamente se deberá retirar la basura que se genera en las bases durante las estadías invernales.

Tratado Antártico
El Tratado Antártico comprende un conjunto de principios y objetivos a partir de los cuales comenzó a edificarse un sistema jurídico-político para administrar la cooperación internacional y la investigación científica en la región. Vigente para nuestro país desde 1961, todos los países asumen el compromiso de maximizar la evacuación de residuos para reducir el impacto ambiental que genera la actividad humana en la región.

La Argentina es parte consultiva del Tratado Antártico. Son Partes Consultivas (con voz y voto) aquellas que hayan demostrado un interés en la Antártida a través de la conducción de investigación científica importante ya sea mediante la apertura de una Base o mediante la ejecución de una expedición a la Antártida. El Tratado tiene hoy 54 Partes, (29 son Partes Consultivas, el resto son adherentes), las cuales se reúnen anualmente para tomar las decisiones necesarias para asegurar su adecuada implementación.