Mitos del amor romántico: por relaciones libres de prejuicios y violencias
Cada 14 de febrero y desde hace no mucho tiempo, el día de los enamorados y enamoradas permite debatir sobre el “amor romántico” y el rol del patriarcado en esta definición.
El día fue impuesto como tal en conmemoración de la muerte de Valentín, un sacerdote católico romano del siglo III que fue sentenciado por celebrar en secreto matrimonios de jóvenes enamorados/as. En ese entonces, este tipo de casamientos se habían prohibido porque se consideraba que los varones jóvenes solteros eran mejores soldados. Allí se generó el mito que con el tiempo adquirió un significado de romance y celebración al amor de pareja.
Hoy en día existen una serie de mitos sobre el amor romántico que consolida la idea de que el amor y el maltrato son compatibles, creando un sustento de las relaciones de poder en la pareja que promueve profundas relaciones de desigualdad. El “sueño de la pareja perfecta” y la idealización es la trampa de este amor romántico.
El contexto social, producto de los feminismos, nos pide un cuestionamiento y la reconfiguración de los roles. Repensar el amor más allá del sexo biológico, el género, y lo binario, nos permite romper las identidades cerradas que decretan lo que podemos sentir o hacer. Lo que está en juego es la posibilidad de experimentar los vínculos sin esencialismos.
Los mitos:
-Media naranja: una complementariedad basada en la abnegación femenina a cambio de la protección masculina
-Mito del emparejamiento: que implica soportar todo a cambio de no estar solo/a
-Mito de los celos: como señal de amor, que implica control sobre la otra persona
-Mito de la omnipotencia: el amor lo puede todo y que lleva consigo la idea de que sufrir es compatible con el amor
-Mito de la monogamia: no podes sentir amor por dos personas a la vez, una exclusividad obligada, como única opción.