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Posibilidades y Desafíos de alojar el paradigma social de la discapacidad desde una perspectiva descolonizadora-desnormalizadora y sus alcances interseccionales

Autor: Gustavo Paredes. Licenciado en Psicología (Zárate)


“Nos contaron como es la verdad hoy, pero,
nosotros les contaremos como será la de mañana”

Comenzaremos el desarrollo con algunas preguntas. ¿Qué historia de la discapacidad estudiamos? ¿Se encuentran personas Latinoamericanas con discapacidad en esa historia? ¿Sabemos la base epistemológica, ontológica, ética y política con la cual construimos nuestra praxis diaria y por ende, nuestro sistema de rehabilitación? ¿Sabemos de las consecuencias del sí o del no de la pregunta anterior? ¿Sabemos de donde son las teorías que guían nuestras prácticas cotidianas? ¿Creemos que es indiferente el lugar de procedencia de dichas teorías?

Estas preguntas de apertura no son ingenuas, queremos comenzar a transmitir el poder del impacto que poseen las teorías sobre la realidad. A tal punto que ellas nos señalan como significarla, como sentirla y por sobre todas las cosas como actuar. De esta forma, solo podemos ver lo que se encuentra construido y alimentado en dicho sistema de pensamiento.

Rita Segato (2018). “El campo de la división mundial del trabajo intelectual es un campo cuidado por siete llaves … porque es un mercado de gran poder, quien enuncia categorías teóricas que consiguen circular … no solamente describe la realidad, sino, que prescribe una lectura de lo real…”

La claridad conceptual de Segato, nos permite pensar quienes son los que prescriben la forma de leer a las personas con discapacidad y lo que debemos hacer con ellos.

Las teorías son grupos de poder, cada una de ellas nace de un contexto específico, de subjetividades específicas, con objetivos concretos, de lo contrario no se podrían incorporar al sistema. Pero, Latinoamérica también posee su cuerpo teórico y tiene que ver con una posición crítica, social y liberadora, la cual deberá sostenerse, expandirse y consolidarse, porque el colonialismo del conocimiento y específicamente el colonialismo del saber rehabilitador hoy existen.

Se pueden enumerar varios campos donde el pensamiento Latinoamericano se hizo presente de forma contundente Ej. Educación con Paulo Freire, la Filosofía y la historia con Enrique Dussel, la teología de la liberación Gustavo Gutirrez o el padre Mugica (curas villeros), entre muchos otros. Pero en el ámbito de la rehabilitación se está haciendo demorar, creemos que demasiado a nuestro entender.

La siguiente metáfora nos permitirá brindar claridad conceptual y generar las nuevas categorías de pensamiento que redefinirá la rehabilitación, desde un giro descolonizador.

“Pensaremos y compararemos, salvando las diferencias, la cultura de la discapacidad y la colonización de América. En ambos escenarios, existen grupos de poder con intereses propios que aniquilan cualquier posibilidad de cultura de las diferencias...Así, nos encontramos hoy frente a equipos de rehabilitación (existen políticos, instituciones, etc. En esta oportunidad solo nos ocuparemos de los equipos de rehabilitación) que representan a los grupos colonizadores, son aquellos que poseen el saber absoluto y totalitario. Personas que se han educado y por ende son civilizadas, se presentan alejadas de toda animalidad y barbarie, los cuales se posicionan como salvadores. Son los portadores de la única verdad que existe y que debe presentarse en la realidad. Del otro lado, se encuentran los invadidos, los anormales, los enfermos, los desviados, los pervertidos, las personas con discapacidad: representados por los grupos indígenas colonizados; ellos pertenecen a la barbarie, a lo que no puede ser educado y por ende deben ser salvados por otros. De esta manera, se forman dos grupos sociales: uno opresor y otro oprimido, uno libre y otro esclavo.

Partimos de una metáfora con una firme posición teórica Latinoamericana, con valorización de la diversidad, de las diferencias, con respeto ético a lo desconocido y con un espíritu de cambio y justicia social.

Tenemos una historia de opresión y colonización. Por esta razón, no es casual el espíritu liberador y con él, toda la estructura del conocimiento desarrollada con sello latinoamericano por nuestros grandes intelectuales.

Con esto decimos que desde los países colonizadores solo se crearán teorías colonizadoras y desde los países sometidos teorías liberadoras, con una mejor posición en cuanto al respeto por la diversidad y los derechos humanos, ya que lo han sufrido en primera persona.

La metáfora mencionada nos permite observar donde nos encontramos posicionados en la historia mundial y desde allí partiremos para pensar nuestro sistema de rehabilitación y el lugar de las PCD en la sociedad. Este punto de partida posee otra lógica, la cual nos permitirá encontrar una nueva posición teórica. Esta será una mirada que crecerá en el mundo entero, por tener en su primer plano al espíritu social liberador y no rehabilitador. Sentando las bases necesarias y hasta el momento no desarrolladas, de un paradigma social de la discapacidad.

Entender el giro descolonizador como un giro desnormalizador y desrehabilitador será nuestro punto de partida para pensar, historizar y resignificar la mirada hacia la diversidad.

El giro descolonizador le permitió a la Filosofía de la Liberación crear una nueva epistemología y con ella una nueva forma de ver la realidad. De la cual nos vamos a servir para cambiar una epistemología de la rehabilitación eurocéntrica por una epistemología latinoamericana.

Enrique Duseel (2013) “No se puede hablar de justicia social sin la epistémica” Porque como mencionamos anteriormente si no hay estructura que pueda representar esa realidad, caemos en un punto ciego y nos convertimos en oprimidos sin darnos cuenta.

De Sousa Santos (2000).Las epistemologías del Sur son el reclamo de nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado.

Este autor De Sousa Santos (2000) además sostiene las siguientes premisas de esta epistemología del Sur.

“1 - Que la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo…
2 - Que la diversidad del mundo es infinita…
3 - Que esta gran diversidad del mundo, que puede ser y debe ser activada”

A lo cual podemos sumar las palabras de Enrike Dussel (2013) “El método de esta epistemología es cambiar el punto de foco de cómo se ven las cosas y pararse desde los oprimidos como punto de partida epistemológico.”

Y así, enriqueciéndonos con una nueva epistemología, podemos entender que el paradigma social de la discapacidad debe partir de allí, desde el lugar que ocupan las personas con discapacidad en la sociedad, para visualizar un lugar diferente.

Es preciso dejar de ver a las instituciones de rehabilitación como santuarios, con rituales terapéuticos sagrados, donde la asistencia a terapias y la dedicación de su vida a las instituciones de rehabilitación le permitirán ganarse en un tiempo futuro el cielo (la normalización). De lo contrario, alejarse de ellos sería comenzar a vivir una vida pecaminosa y por sobre todo infeliz.
Para continuar entendiendo esta posición epistemológica es preciso recurrir a una Metafísica/ontología Latinoamericana.

La metafísica de la alteridad en la filosofía de la liberación de Dussel es una ontología negativa, una no-ontología que niega la ontología moderna que ha venido negando a su vez el ente latinoamericano, el otro conquistado, colonizado, encubierto, la alteridad y la otredad. …Se delinea un conflicto entre dos proyectos políticos que se expresan en dos proyectos filosóficos en ambas partes del mundo.

Esta posición metafísica denuncia que también existió la creación de un modelo de ser- no ser, pecando en una generalización y universalización categorial. Creando algo que no existe, pero, necesitan para obtener objetivos específicos.

Al visibilizar estas categorías y querer transformarlas creamos las bases primarias de una estructura de conocimiento que puede romper con el concepto de normalidad.

Por esa razón, el giro descolonizador nos permite hablar de un giro desnormalizador, al romper el concepto de normalidad, impuesto por un sistema representacional que ha construido la persona normal, con el costo del borramiento de las diferencias. Así, se crea un modelo normal-céntrico, donde la normalidad es significada como buena (conquistadores) y la anormalidad significada como mala (indígenas) y paralelamente a ello una opresión y represión al modelo construido como malo y una posición opresora y de recompensa sobre el modelo bueno.

Tener discapacidad no es una condición orgánica, es por sobre todas las cosas una posición social. Es ser visto de una sola forma y no poder ser visto de otra. Así, la discapacidad solo se encuentra en el ojo de quien mira.

Así, la ontología/metafísica latinoamericana nos confirma que el paradigma social de la discapacidad debe tomar al giro desnormalizador como pieza clave para su confirmación. Este giro rompe la lógica dualista de normal-anormal. Este giro le otorga al ser humano una continuidad de matices diferenciales que forman parte de cada identidad y le brindan un valor positivo y constitutivo a dichas diferencias.

Con esto decimos que el objeto de estudio del paradigma social será, la persona en sociedad, no la persona aislada y mucho menos un músculo o un movimiento aislado, si estos no poseen fin social.

Es preciso dejar de pensar en individuos y comenzar a pensar en sociedad, el individuo en soledad es ficticio, no existe solo, no crece solo, no se desarrolla solo, es la sociedad la que está ahí para brindarle un espacio según su representación simbólica. Cuando se genera ese espacio social, comienza a ser parte de ese todo.

Desde esta línea de pensamiento, tampoco existe la discapacidad en la persona. La única discapacidad que existe es la discapacidad social. Esta nace cuando una sociedad no posee las herramientas para brindarle un lugar social saludable a cada persona, produciendo un borramiento de la misma. Y es allí donde el paradigma social se tiene que presentar con fuerza, brindan el espacio social que le corresponde.

Si las diferencias nos enriquecen, ¿por qué no se han naturalizado? ¿Cómo no se han encontrado todavía lugares sociales saludables para las mismas? La respuesta se encuentra en lo que venimos mencionando: el factor colonialista y una sociedad capitalista.

Pero todavía no hemos finalizado en cuanto a conceptualizaciones estructurales de nuestro pensamiento latinoamericano. Todavía nos falta una posición ética de nuestra línea de pensamiento.

Enrique Dussel (1988). En todo "mundo de la vida", siempre, necesariamente (o nos encontraríamos en el sistema final, absoluto, sin futuro), hay un Otro oprimido, negado. Pero dicha opresión es justificada por el bien, el fin (el télos), las virtudes, los valores como funcionalidad de la "parte", como no-existente en cuanto persona, o al menos como lo no-visto, no-descubierto, oculto (el esclavo no-humano de Aristóteles).

Desde este punto de vista la discapacidad es negada como posibilidad de sostener un mundo capitalista, rentable, con producción en serie, con ritmos de producción determinados, al igual que los caudales del consumo. De esta forma nuestra posición ética es denunciar el lugar de los oprimidos y el borramiento de las diferencias, para luego actuar y hacer algo con ello.

A quien le sirve poseer espacios cerrados, fijos, estáticos, donde los pacientes concurren allí, con una sobre indicación de terapias e institucionalización, sin contacto con la sociedad. Esta demás decir que los que mayores créditos se llevan son los capitales que necesitan de las horas de los pacientes para sus ingresos y si más horas concurren, más rentable es.

Este es el lugar predominante hoy de las personas con discapacidad en la sociedad capitalista, producir y generar ingresos para otros. Esta categoría la llamamos cultura patologizada del nomenclador. Es el único lugar donde el sistema capitalista encontró rentabilidad en las personas con discapacidad. Pero obvio que si no existen discursos como el que nos encontramos construyendo, todo esto seguirá estando bajo las sombras. Quedarán ocultos bajo los discursos de las bondades de la rehabilitación y sus logros medibles científicamente, alejados del impacto social.

Enrique Dussel (1988). La Ética de la Liberación intenta describir la lógica de la Totalidad como totalización (ontología de la "sociedad cerrada", como la de Popper), y la lógica desde donde el descubrimiento del Otro como negado-oprimido es posible (la lógica de la Alteridad). En este caso el punto de partida no es el "ser", el "bien", el proyecto ontológico, sino el Otro oprimido, negado como parte dominada y funcional del sistema.

Esta posición tomada del lado de los oprimidos, no es caprichosa e improvisada, es parte de todo un sistema de conocimiento que nos brinda la posibilidad de cambiar realmente el paradigma biologicista de la discapacidad, con el cual nos chocamos diariamente cuando queremos modificar núcleos duros del sistema. Por mencionar solo un ejemplo, la misma ley 24.901 no se encuentra a la altura de la Convención de los derechos de las personas con discapacidad, las prestaciones que cubre no dan cuenta del paradigma social de la discapacidad, es difícil trabajar la inclusión, salir a la sociedad, trabajar desde los contextos, etc. No es necesario mencionar a esta altura que la ley 24.901 y la Convención de los derechos de las personas con discapacidad poseen paradigmas distintos.

Por esa razón, es tan importante hacernos responsables de nuestros propios sistemas de rehabilitación y de los paradigmas en los cuales se inserten dichas teorías. La hegemonía de la diversidad está llevando a las minorías a construir el único sujeto posible, el sujeto pueblo. Este sujeto pueblo es que puede dar existencia y libertad, es el que puede construir y crear, es el que tiene el poder. Sin sujeto pueblo no hay historia ni futuro.

De esta forma si la rehabilitación no incluye a este sujeto pueblo y no construye nuevas categorías de pensamiento seguirá demorando la aparición del verdadero cambio hacia el paradigma social de la discapacidad y seguirá esclavo y dependiente de teorías colonizadoras.

Bibliografía

  • De Sousa Santos, B. (2000). Introducción: las epistemologías del sur. En: IV Training Seminar de Jóvenes Investigadores en Dinámicas Interculturales. Colección Monografías CIDOB Ediciones.

  • De Sousa Santos, B. (2000). Introducción: las epistemologías del sur. En: IV Training Seminar de Jóvenes Investigadores en Dinámicas Interculturales. Colección Monografías CIDOB Ediciones.

  • Enrique Dussel (s.f). El Giro Descolonizador. Youtube http://marcelogfernandez.blogspot.com/2014/09/enrique-dussel-el-giro-descolonizador.html.

  • Enrique Dussel La ética de la liberación Ante el desafío de Apel, Taylor y Vattimo con respuesta crítica inédita de K.O. Apel Enrique Dussel. 1988

  • Paredes G. (2021). Pensando la Discapacidad desde América latina. El cisne. N° 376.

  • Paulo Freire. (2014). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.

  • Rita Segato. Bernardo Mateu (2018).La teoría produce futuro, da forma y prescribe lo real. Youtube https://www.youtube.com/watch?v=7OMOYuMW2Yk&t=2s

  • Wooldy Edson Louidor s.f. La ontología latinoamericana en retrospectiva y en perspectiva.

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