El viernes 30 de septiembre se realizó la ceremonia de clausura de Mondiacult 2022, uno de los encuentros internacionales más relevantes del ámbito de la cultura en el mundo.

La Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible desarrollada durante tres días en dos sedes en la Ciudad de México, el Auditorio Nacional y en el Complejo Cultural Los Pinos, concluyó con la intervención de diferentes autoridades de Cultura y la presentación del informe final.

“Muchas gracias por este encuentro realmente fundamental en los tiempos que nos toca vivir. Después de la pandemia, después de tanta enfermedad, después de tanta muerte esperábamos un mundo mejor, más justo, más solidario. No ocurrió así. Vuelve a aparecer la violencia, la muerte, la destrucción del planeta, la violencia en sus distintas manifestaciones. La guerra está ahí presente una vez más. En nuestra América la pobreza, la muerte, en nuestro país el reciente intento de asesinato de nuestra vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner votada en democracia por su pueblo. Hoy ha quedado claro aquí en México: demos una oportunidad al poder transformador de la cultura, a los discursos del odio contrapongamos los discursos del amor, a la cultura de la violencia, a la cultura de la muerte contrapongamos la cultura de la vida, la cultura de la paz”, afirmó en su discurso de cierre el Ministro de Cultura, Tristán Bauer.

El informe final fue aprobado por unanimidad por los 150 Estados presentes en el encuentro donde se acordó por primera vez definir a la cultura como un “bien público mundial”. Además, los representantes se comprometieron a reforzar la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y a considerar un número de derechos culturales para trabajar en políticas públicas.

Por ello, los Estados solicitan la integración de la cultura “como un objetivo específico por derecho propio” entre los próximos Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. “La cultura desempeña un papel fundamental en nuestras sociedades. A través de ella, cada uno puede descubrir su humanidad común y convertirse en un ciudadano libre e ilustrado. Es la columna vertebral de nuestra sociedad. Y, sin embargo, a pesar de los avances, todavía no ocupa el lugar que se merece en las políticas públicas y en la cooperación internacional. MONDIACULT 2022 es una poderosa señal para cambiar esta situación. La Declaración adoptada hoy es un compromiso de acción”, declaró Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.

Luego de tres días articulación de iniciativas, conferencias, encuentros bilaterales y multilaterales se elaboró este documento que además marca una hoja de ruta común para reforzar las políticas públicas en este ámbito. En esta declaratoria se define que un conjunto de derechos culturales -derechos sociales y económicos de los artistas, pasando por la libertad artística, hasta el derecho de las comunidades indígenas a salvaguardar y transmitir sus conocimientos ancestrales, y la protección y promoción del patrimonio cultural y natural- deben ser considerados en las políticas públicas.

También se pide una regulación sustancial del sector digital, “en particular de las grandes plataformas, en beneficio de la diversidad cultural en línea, la propiedad intelectual de los artistas y el acceso equitativo a los contenidos para todos”.

Otro compromiso adquirido por los países participantes fue el de intensificar la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, con una mayor cooperación internacional. Se solicita que el mercado del arte no ponga a la venta objetos cuya procedencia no esté probada y la protección de yacimientos arqueológicos no catalogados para evitar el saqueo.

Azoulay anunció la creación por parte de la UNESCO e INTERPOL de un museo virtual de bienes culturales robados con el objetivo de crear consciencia, pero también como una herramienta de investigación para las personas que tengan dudas sobre el origen de un elemento.

Como resultado de este encuentro internacional, también se creó el Foro Mundial sobre Políticas Culturales, que a partir de 2025 la Unesco organizará cada cuatro años. Los debates se nutrirán de un Informe Mundial sobre Políticas Culturales.

En este segundo Mondiacult -el primero se realizó en 1982- participaron 2 mil 600 personas, entre estos 135 ministros de Cultura. También fueron parte del encuentro 83 ONGS, 32 organizaciones intergubernamentales, 9 organismos de la ONU. Contó con un total de 94 foros internacionales, 59 conferencias, 29 conversatorios, 14 eventos paralelos ,15 discusiones y 270 propuestas ciudadanas.

LA DELEGACIÓN ARGENTINA

Encabezada por el ministro de Cultura, Tristán Bauer, la delegación de nuestro país estuvo integrada por la secretaria de Desarrollo Cultural, Lucrecia Cardoso, la directora de Integración Federal y Cooperación Internacional, Ariela Peretti y la directora nacional de Museos, Marisa Baldasarre.

El ministro de Cultura formó parte de la sesión temática “Políticas culturales renovadas y reforzadas”, en la que se convocó a los países a reflexionar sobre las cuestiones estructurales relacionadas con la adaptación e implementación de las políticas culturales frente a los desafíos contemporáneos. Allí realizó su intervención instando a trabajar por la cultura de la paz y del cuidado e impulsada políticas de inclusión

Por su parte, Lucrecia Cardoso expuso en las mesas: “Del guion a la pantalla, cómo los marcos políticos pueden apoyar el crecimiento del talento diverso y emergente” y en “la recopilación de datos y medición del sector cultural en busca de políticas de desarrollo sostenible basadas en evidencias.”

Organizado por UNESCO y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, “El arte por la dignidad, la justicia social y la paz,” fue la mesa designada para la exposición de Marisa Baldasarre.

La delegación argentina además tuvo encuentros bilaterales con los ministros de Cultura de Grecia, Canadá, Chile, Colombia, México en que se abordaron distintos tipos de articulación, futuros proyectos en conjunto y nuevas alianzas estratégicas para fortalecer las industrias culturales de cada país.