Consenso para actualizar la Ley de barrios populares
Con acuerdo del oficialismo y la oposición, avanza en el Congreso de la Nación la actualización de la Ley N° 27.453, que enmarca la política de integración social y urbana de barrios populares de todo el país con una proyección de diez años.
El plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales; Legislación General; y Presupuesto y Hacienda aprobó por unanimidad de todos los bloques el despacho para el tratamiento de la actualización de la Ley de barrios populares, sancionada a finales de octubre de 2018.
La iniciativa del Poder Ejecutivo, que incorporó finalmente aportes de la oposición, propone en algunos de sus puntos prorrogar la suspensión de los desalojos por diez años, refrenda la actualización del Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP) aprobada por decreto el año pasado, declara la emergencia socio-urbana, sanitaria y ambiental e incorpora la perspectiva de género como criterio de prioridad para la titularidad de lotes con servicios, entre otros temas.
“La urbanización de barrios populares nos permite mejorar las condiciones de vida de quienes más necesitan del acompañamiento del Estado y, al mismo tiempo, es un plan de inversión y genera trabajo en los mismos barrios donde se producen las mejoras”, dijo el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta.
La Ley sancionada en el 2018 permitió la declaración de interés público de la integración socio urbana y la creación de un fideicomiso como instrumento para lograrlo. El Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) que se constituyó en el año 2020 y está compuesto con fondos del Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas y del Impuesto PAIS.
“La política tiene la responsabilidad de construir grandes consensos que mejoren sustancialmente la calidad de vida de los sectores más vulnerados, en cuestiones básicas como garantizar infraestructura para que ningún niño o niña en nuestro país crezca sin acceso al agua potable”, explica Fernanda Miño, secretaria nacional de Integración Socio Urbana y presidenta del FISU. “Sabemos que es posible aunar las voluntades de distintos sectores sin importar el color político, porque ya lo estamos haciendo con las obras que llevamos a cada provincia del país. Sé que la integración social y urbana no es suficiente para construir la Argentina que soñamos, pero también sé que si no integramos nuestros barrios y democratizamos el acceso a la tierra para las futuras generaciones, nuestro país no tiene futuro”.
Miño se refiere a los proyectos de urbanización que actualmente la SISU está ejecutando en 737 barrios populares de las 23 provincias y 50 proyectos para la construcción de Lotes con Servicios, con una inversión nacional que supera los 150 mil millones de pesos y proviene fundamentalmente del FISU.